Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Hace algunos días Walter Pincus informó en el The Washington Post de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. ha emitido una solicitud de propuestas, buscando contratistas con garantías de máxima seguridad para construir una instalación militar subterránea por valor de 100 millones de dólares para el ejército israelí. Lo que sigue es la descripción del proyecto:
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. planifica la supervisión de la construcción de una instalación subterránea de cinco niveles para un complejo de las Fuerzas de Defensa de Israel, con el extraño nombre de «Instalación 911», en una Base de la Fuerza Aérea israelí cerca de Tel Aviv.
Se espera que tarde más de dos años en construirla, a un coste de hasta 100 millones de dólares. Tendrá salas de clases en el Nivel 1, un auditorio en el Nivel 3, un laboratorio, puertas resistentes al impacto, protección contra radiación no ionizante y una seguridad muy estricta. Todos los trabajadores en la construcción requerirán garantías de seguridad, habrá guardias en la cerca y unas barreras la separarán del resto de la base.
El artículo también señala que en el pasado el Cuerpo ha construido instalaciones para misiles nucleares de Israel. Por lo tanto, no debería sorprendernos que una fuente israelí de alto rango afirme que el lugar para este proyecto es la base de misiles israelí de máximo secreto Sdot Micha, ubicada cerca de Beit Shemesh (a unos 24 kilómetros de Jerusalén). Es donde se encuentra la flota de ICBM (misiles con armas nucleares Jericó). El sitio es tan secreto que varios pasajes de un artículo de 2010 al respecto en Yediot fueron censurados. Provenía directamente del sitio en la web ampliamente accesible Global Security. Los censores no suelen ser célebres por su sutileza, ni siquiera por su sentido común.
La instalación subterránea construida por EE.UU. se edificará a prueba de armas nucleares, de modo que pueda resistir un ataque con armas de destrucción masiva de un enemigo de Israel. Eso permitiría que el sistema de comando y control de misiles de Israel siga operando a pesar de un posible ataque masivo y devastador. Según esta fuente, las FDI [ejército israelí] ya tienen un centro de comando a prueba de armas nucleares bajo Kirya, su sede en Tel Aviv.
Ya que es sabido que Israel y EE.UU. se espían el uno al otro, considero que es extraordinario que Israel confíe en EE.UU. para construir una de sus instalaciones militares más confidenciales. De hecho, sé personalmente que el FBI interceptó durante años la embajada israelí en Washington D.C. El Mossad ha operado durante décadas en EE.UU. ¿Por qué no teme Israel que EE.UU. haga lo mismo en el caso de estas instalaciones?
Una respuesta puede ser que el proyecto se financia bajo el programa de Ventas Militares al Extranjero de EE.UU., lo que quiere decir que nuestro gobierno financia el proyecto gratis para el contribuyente israelí. En el caso de Israel, la economía triunfa por encima de la propia seguridad.
Hay que preguntar: ¿de qué enemigo se defiende Israel al construir este complejo? Como proyecto tardará dos años en terminarse, esto será aproximadamente para cuando una serie de analistas creen que Irán podría tener capacidad nuclear si decidiera crear un arma.
En este caso podría haber dos consideraciones:
1. Israel prevé que Irán tendrá armas de destrucción masiva en 2014.
2. Israel prevé atacar a Irán en algún momento después de la terminación del búnker subterráneo.
Puede haber solo un motivo para construir una instalación semejante: la protección contra un ataque enemigo. Solo hay un enemigo que podría suponer una amenaza semejante para Israel: Irán. Entre los enemigos actuales de Israel, solo Irán (aparte de Siria, que está distraída por sus propios problemas internos) tiene capacidad de lanzar misiles de largo alcance en su contra. Aunque actualmente no puede armarlos con una ojiva nuclear, es concebible (a juicio de Israel) que esto cambie. Por eso es crítico que Israel mantenga su propia capacidad nuclear para lanzar un ataque y / o responder a un ataque enemigo.
Ya que parece extremadamente improbable que los dirigentes iraníes lancen un ataque preventivo contra Israel, ciertamente no un ataque nuclear, la construcción de semejante fortaleza indica que Israel prevé la realización de este ataque y que tiene que asegurar que sus fuerzas militares críticas quedan intactas después de una reacción iraní.
Aunque puede que el nombre de código del proyecto 911 [acrónimo para 11-S] sea una coincidencia, es palpable el sentido de un Armagedón inminente. También hay que señalar que los tres enemigos más formidables de Israel, Hizbulá, Hamás e Irán, tienen considerables complejos militares subterráneos. Puede que se mantuviera a Gilad Shalit en semejantes búnkeres durante su cautiverio y la alta dirigencia de Hamás se retira a complejos semejantes durante ataques israelíes, como el del pasado mes.
Una de las tácticas más efectivas de Hizbulá fue el uso de túneles que desconocían las FDI para atacar a las tropas israelíes desde diversos ángulos con un efecto devastador. Irán también ha enterrado su instalación avanzada Fordow de enriquecimiento de uranio bajo 100 metros de montaña. Esta protección impide que Israel destruya el lugar a menos que obtenga las bombas estadounidenses revienta-búnkeres de 14 toneladas. Por lo tanto, Israel (junto a sus adversarios) está colocando su infraestructura militar más crítica y sus sistemas de armas bajo tierra para que puedan resistir un posible sabotaje o ataque frontal.
Pincus menciona algunas exigencias religiosas verdaderamente extrañas que son especificadas en la solicitud de propuestas. Especifica las mezuzás :
El Cuerpo suministra una prolongada descripción de las mezuzás que deben suministrar el contratista «para cada puerta o apertura con la excepción de los servicios higiénicos o piezas de ducha» en el edificio en la Instalación 911. Una mezuzá es un pergamino que con versos en hebreo de la Torá, colocado en un estuche y fijado al marco de la puerta de una casa de familia judía como señal de fe. Algunos interpretan que la ley judía requiere -como en este caso- que en cada puerta de una casa se fije una mezuzá.
Esas mezuzás, señala el Cuerpo, «deben estar escritas en tinta imborrable, en […] un pergamino de cuero sin revestimiento» y escritas a mano por un escriba «poseedor de una autorización escrita según la ley judía.» La escritura puede ser «askenazí o sefaradí» pero «no una mezcla» y «debe ser uniforme».
También, «las mezuzás deben ser revisadas por un ordenador en una institución autorizada para la inspección de mezuzás, así como revisadas manualmente por la forma de las letras por un revisor autorizado por el Rabinato Principal». La mezuzá será suministrada con un estuche de aluminio con agujeros para que pueda ser conectada al marco de la puerta o de la apertura. Finalmente, «todas las mezuzás para la instalación serán fijadas por el rabino de la Base o su representante nombrado y no por el personal del contratista».
Francamente, nunca he oído hablar de alguna diferencia entre mezuzás sefardíes o askenazíes, ni de alguna diferencia entre los estilos de escritura de una tradición a la otra. Parece que esto se ha basado en una información inexacta sobre ritos judíos o en una interpretación errónea de algo que las FDI han dicho al Cuerpo.
Además, me siento confiado al saber que Dios, mediante esos poderosos amuletos religiosos, estará protegiendo al pueblo judío y a sus defensores militares. La única pregunta que queda es ¿qué divinidad es más poderosa: el Jehová judío o el Alá chií de Irán? ¿Pero no ofreció Moisés un solo Dios a los judíos? Si pudiera ver ahora a su pueblo crear un Dios para Nosotros y otro Dios para Ellos. Espero que este le horrorice tanto como a mí.
Richard Silverstein escribe el blog Tikun Olam que examina temas relacionados con la seguridad nacional de Israel, los derechos humanos, y las amenazas a la democracia israelí.
Este artículo fue publicado originalmente en Anti War
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article33205.htm
rBMB