Tras el derrocamiento de Muamar Gadafi hace un año, Libia prácticamente cayó en manos de grupos extremistas y la situación en este país norteafricano sufrió un grave deterioro, reconoció el coordinador de la lucha antiterrorista del Departamento de Estado de EEUU, Daniel Benjamin. EEUU y otros países occidentales apoyaron a los rebeldes libios que en […]
Tras el derrocamiento de Muamar Gadafi hace un año, Libia prácticamente cayó en manos de grupos extremistas y la situación en este país norteafricano sufrió un grave deterioro, reconoció el coordinador de la lucha antiterrorista del Departamento de Estado de EEUU, Daniel Benjamin.
EEUU y otros países occidentales apoyaron a los rebeldes libios que en octubre de 2011 derrocaron y asesinaron al ex líder libio. Washington había admitido anteriormente que las revoluciones en la región provocaron un aumento del extremismo y la inestabilidad, aunque hasta el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi y el asesinato del embajador el pasado 11 de septiembre evitó hablar directamente del incremento de la amenaza terrorista en Libia .
«En Libia , la revolución creó condiciones y grandes oportunidades para las actividades de grupos extremistas. Lo comprobamos el 11 de septiembre, cuando murió el embajador Christopher Stevens y tres empleados del Departamento de Estado. El debilitamiento de las instituciones encargadas de velar por el orden público ha creado condiciones para el aumento del terrorismo», declaró Benjamin.
La situación actual en Libia permite a los terroristas aprovechar los problemas propios de una transición, resumió el responsable de la lucha antiterrorista, quien presentó la víspera el último informe del Departamento de Estado sobre la amenaza terrorista en el mundo.
Como «otro ejemplo de este tipo», el diplomático estadounidense señaló a Siria, país donde la oposición armada y apoyada por Occidente lucha contra el Gobierno. Integrantes de la célula iraquí de Al Qaeda que combaten en Siria en el lado rebelde intentan instalarse en el país a largo plazo, advirtió.
Las declaraciones de Benjamin se produjeron el mismo día en que la prense estadounidense tuvo acceso a la parte pública del informe de la comisión que investigó el ataque de Bengasi. Los autores del documento achacan a la falta de seguridad el trágico balance del atentado y acusan de ello al Departamento de Estado que había desatendido las peticiones de blindar sus misiones en Libia .
«En la oficina consular se registraba una escasez de personal de seguridad… El Departamento de Estado confió la protección de las dependencias del consulado a los organismos del orden locales, sin que se comprobara su eficacia… El Departamento de Estado desatendió las peticiones (de la embajada en Trípoli) de aumentar el personal de seguridad del consulado y de mejorar la infraestructura de seguridad», sentencia el informe citado por la cadena Fox News.
Este jueves, el Senado de EEUU celebra una audiencia en la que comparecerán altos cargos del Departamento de Estado para informar sobre sus gestiones antes y después del ataque de Bengasi. Tal como se informó anteriormente, la titular de la entidad, Hillary Clinton, estará ausente en la audiencia debido a un virus intestinal que padece.