El liderazgo está en disputa. La violencia política ha escalado hasta el punto de que se alerta del peligro de una guerra civil. Las tropas abrieron fuego contra manifestantes pacíficos. Se han cortado los servicios de agua y electricidad en amplias zonas partidarias de la oposición. Decenas de miles de personas cruzan la frontera. Podría […]
El liderazgo está en disputa. La violencia política ha escalado hasta el punto de que se alerta del peligro de una guerra civil. Las tropas abrieron fuego contra manifestantes pacíficos. Se han cortado los servicios de agua y electricidad en amplias zonas partidarias de la oposición. Decenas de miles de personas cruzan la frontera.
Podría parecer que se habla de Libia, pero se trata de otra crisis a veces relegada por los medios de comunicación occidentales: la que vive Costa de Marfil.
En opinión de un aliado del candidato reconocido como ganador de las elecciones presidenciales del año pasado en ese país, Alassane Ouattara (quien permanece confinado en un hotel), la comunidad internacional debía concederle tanta importancia a la crisis de su país como a la de Libia.
El enviado especial de Ouattara a las Naciones Unidas, Youssoufou Bamba, aseveró que las fuerzas leales a Laurent Gbagbo, quien se niega abandonar el poder, están utilizando armas de guerra para asesinar a civiles que protestan pacíficamente.
Asesinatos de mujeres
El jueves, seis mujeres fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad mientras se manifestaban en Abiyán, la principal ciudad comercial (la capital del país es Yamoussoukro) en contra de Gbagbo.
Como explica el analista de la BBC Mark Doyle, el homicidio de las manifestantes marca un nuevo hito en un país que ha estado viviendo en una situación dramática y violenta durante varios meses.
«Es una táctica clara para aterrorizar a la oposición. Cientos de personas han muerto desde las elecciones, blanco deliberado de las fuerzas de seguridad o de las milicias fieles a Gbagbo», añade Doyle.
Naciones Unidas ha apoyado abiertamente a Ouattara como ganador de los comicios de noviembre pasado y -según expresa la corresponsal de la BBC en esa organización internacional, Barbara Plett- ha alertado del riesgo de que se desate una nueva guerra civil en la nación africana
Un portavoz de la ONU, Ndolamb Ngokwey, dijo a la BBC que 70.000 personas han escapado de Costa de Marfil, 20.000 en los últimos días.
Según las Naciones Unidas, más de 200.000 huyeron de un suburbio de Abiyán luego de días de lucha callejera que ha dejado decenas de muertos.
En Abobo, un suburbio en el norte de esa ciudad, los testigos dicen que «hombres en uniforme» abren fuego contra los manifestantes.
El periodista de la BBC en Abiyán John James, indica que el toque de queda permanece en Abobo en la medida en que las fuerzas de Gbagbo batallan por controlar el área.
Sin agua ni electricidad
Y todo indica que en el conflicto el agua, la electricidad y la radio se han convertido en un caballo de batalla.
Esta semana, emisiones radiales internacionales, entre las que se incluyen las de la BBC, fueron sacadas del aire sin que se ofrecieran explicaciones.
Peor aún, los servicios de agua y electricidad quedaron interrumpidos en el norte, una región tradicionalmente opuesta al poder de Gbagbo y controlada por fuerzas rebeldes, aunque los periodistas de la BBC dicen que millones de habitantes cuentan con medios alternativos de generación eléctrica en un país donde el suministro es muy poco confiable.
Sin embargo los hospitales están luchando con estas dificultades y las organizaciones humanitarias intentan buscar soluciones.
En un comunicado oficial, la compañía de electricidad negó cualquier responsabilidad en los cortes del servicio, los que atribuyó a hombres armados que habrían tomado el control de un centro de distribución.
Fuerzas de paz
El panorama crítico que presenta el país de África occidental, con 21,6 millones de habitantes, hace que muchos se pregunten si la presencia de tropas internacionales de paz podría ser un factor estabilizador.
Los Cascos Azules, compuestos por unos 500 efectivos, no son suficientes, según han reconocido los funcionarios de la organización internacional. Pero hay más tropas en camino.
No obstante, como informa Barbara Plett, de la BBC, «se trata de un proceso lento». El jefe de Mantenimiento de la Paz, Alain Le Roy, dijo que dos tercios de un contingente extra de 2.000 efectivos aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU debería estar en el terreno el próximo mes.
«Los miembros del Consejo están esperando a que un panel de la Unión Africana pueda mediar para poner fin a la disputa política entre los líderes rivales, pero son muy conscientes de que la situación se está deteriorando, como manifestó un diplomático occidental», añadió Plett.
A estas preocupaciones se suma un reciente informe de la organización International Crisis Group, según el cual «la comunidad internacional debe admitir que el presidente ilegítimo (Gbagbo) está decidido a luchar hasta el final aun cuando ello implique que Costa de Marfil se hunda en la anarquía y una catástrofe económica».
rCR