Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El New York Times reveló recientemente que el Pentágono y la CIA examinan secretamente y sin aprobación judicial los activos financieros y las transacciones de miles de ciudadanos USamericanos, expidiendo cartas de seguridad nacional. Hablamos con Lisa Graves del Centro de Estudios por la Seguridad Nacional y con uno de los objetivos más destacados del programa: James Yee, el ex capellán musulmán de la Bahía de Guantánamo acusado injustamente de espionaje.
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Aparte de intervenir tu teléfono y de revisar tu correo, el Pentágono y la CIA pueden solicitar también en todo momento acceso a tus transacciones bancarias e informes crediticios, todo en nombre de la «seguridad nacional.» El New York Times informó el domingo que ambas agencias están utilizando poderes que les han sido otorgados por la Ley PATRIOTA para examinar secretamente los activos financieros y las transacciones de posiblemente miles de ciudadanos USamericanos sin aprobación judicial. El Pentágono y la CIA obtienen los antecedentes bancarios privados expidiendo «cartas de seguridad nacional» para solicitar a los bancos, las compañías de tarjetas de crédito y otras instituciones financieras que entreguen voluntariamente la información. El programa ha tenido lugar a pesar de que las fuerzas armadas y la CIA tienen prohibida la realización de trabajo tradicional de mantenimiento del orden en el interior del país. El vicepresidente Dick Cheney ha defendido el programa. Fue consultado al respecto en Fox News Sunday por el presentador Chris Wallace:
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TRASCRIPCIÓN NO EDITADA
AMY GOODMAN: El vicepresidente Dick Cheney ha defendido el programa. Fue interrogado al respecto en FOX News Sunday por el presentador Chris Wallace.
CHRIS WALLACE: Hay una información en el New York Times de hoy, que ha sido confirmada por funcionarios del gobierno, de que el Pentágono y la CIA han estado obteniendo antecedentes financieros sobre cientos de USamericanos sospechosos de participación en terrorismo o espionaje. ¿Por qué involucrar a la CIA y al Pentágono en la recolección de inteligencia en el interior?
VICEPRESIDENTE DICK CHENEY: Bueno, recuerdo de lo que tratan estas cosas. Es un asunto, tal como yo lo entiendo, de emitir cartas de seguridad nacional que nos permiten recolectar información financiera, por ejemplo, sobre sospechosos – o sobre gente de la que tenemos motivos para sospechar. El Departamento de Defensa se involucra porque tenemos cientos de bases dentro de USA que son potenciales objetivos terroristas. Tenemos a cientos de miles de personas, USamericanos inocentes, que trabajan en esas bases.
CHRIS WALLACE: ¿Pero por qué no dejan que el FBI lo haga, señor?
VICEPRESIDENTE DICK CHENEY: Bueno, pueden hacer algo, y lo hacen, pero el Departamento de Defensa tiene una autoridad legítima en esta área. Se trata de una autoridad que data de hace tres o cuatro décadas. Fue reafirmada en la Ley PATRIOTA que fue renovada hace algo como un año. Es una actividad perfectamente legítima. No hay nada de malo o ilegal en ella. No viola los derechos cívicos de la gente. Y si una institución que recibe una de esas cartas de seguridad nacional, no está de acuerdo con ella, puede recurrir a un tribunal y detener su ejecución. Así que, ya sabe, es una historia dramática, pero pienso que es importante que la gente comprenda que aquí existe un esfuerzo de seguridad legítimo que viene desde hace mucho tiempo, y que no representa un nuevo comienzo desde el punto de vista de nuestros esfuerzos por protegernos contra ataques terroristas.
AMY GOODMAN: Fue el vicepresidente Dick Cheney entrevistado por Chris Wallace de FOX. La Unión por las Libertades Cívicas USamericanas dijo que tiene «serias preocupaciones» respecto al programa y el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara, Silvestre Reyes, dijo que su panel investigará cómo el Pentágono está utilizando su autoridad.
Uno de los objetivos más destacados del programa fue James Yee – el ex capellán musulmán en la Bahía de Guantánamo. Los militares obtuvieron los antecedentes financieros privados de Yee después de que fuera injustamente acusado de espionaje. Yee pasó 76 días incomunicado y fue sometido a tratamientos abusivos. En 2004, el gobierno abandonó todas las acusaciones en su contra. James Yee escribió un libro sobre su experiencia intitulado: «For God and Country: Faith and Patriotism Under Fire.»
Tenemos en línea al capellán Yee, que nos habla desde Seattle. Y en Washington, D.C., tenemos a Lisa Graves, Directora Adjunta del Centro de Estudios de Seguridad Nacional.
Lisa Graves, quisiera comenzar con usted. ¿Puede explicarnos el alcance de esto? Y hablar sobre las diferentes agencias gubernamentales y lo que significan estas cartas de seguridad.
LISA GRAVES: Seguro. Buenos días, Amy. Me alegro de discutir este tema. Ahora mismo, tenemos una situación en la que el Pentágono y la CIA están practicando un papel creciente en el interior en términos del control de USamericanos. Tradicionalmente, el mantenimiento del orden y el contraterrorismo han sido realizados por el FBI siguiendo líneas directivas estrictas, pero este gobierno ha lanzado a estas agencias increíblemente poderosas sobre los USamericanos. Y, como dijera el vicepresidente Cheney, la justificación básica es: porque hay bases en USA, cualquiera en USA, esencialmente, puede ser el objeto de estas demandas por sus antecedentes financieros privados.
AMY GOODMAN: ¿Y cómo han cambiado las cosas con el pasar del tiempo?
LISA GRAVES: Bueno, la Ley PATRIOTA cambió los poderes para que el FBI obtenga información sobre USamericanos sin que sean individualmente sospechados de hacer algo malo. Es uno de los poderes que hay que reformar. Pero tenemos una situación en la que este gobierno ha adoptado una idea muy débil de la privacidad, una idea muy débil de las libertades cívicas y, en realidad, parece creer que cualquier cosa y todo está justificado en nombre de la guerra contra el terror, incluyendo espionar a USamericanos, abrir su correo, juntar masivas bases de datos.
Una de las cosas más interesantes e inquietantes sobre la historia en el New York Times fueron las repetidas declaraciones de los funcionarios del gobierno de que incluso si una persona es absuelta sobre la base del examen de sus antecedentes financieros privados sin su conocimiento, que el gobierno va a conservar esa información, en esencia, para siempre, por si pudiera llegar a ser útil algún día, y conservarla en una nueva base de datos, una base de datos más para la minería de datos, llamada Portico, que abriría al Pentágono una puerta al control y recolección y mantenimiento indefinido de expedientes sobre USamericanos inocentes. Es algo muy inquietante y justifica una serie investigación parlamentaria.
AMY GOODMAN: ¿Qué provoca una investigación?
LISA GRAVES: Bueno, en este momento no está perfectamente claro cuál es la base para una investigación en particular por parte de la CIA o del Departamento de Defensa, excepto porque afirmarían que existe alguna especie de relevancia con la guerra contra el terrorismo o el contraespionaje o la protección de las bases. Y como hemos visto a través de otras revelaciones, el Pentágono ha estado utilizando sus poderes para investigar a gente que simplemente está en desacuerdo con la guerra en Irak, para vigilarla. Hemos visto que hasta el FBI ha estado usando las Fuerzas Conjuntas de Tarea contra el Terrorismo en todo USA con el mantenimiento del orden local para investigar a iglesias locales, incluyendo a iglesias católicas, mezquitas y otros sitios donde la gente simplemente está en desacuerdo con la guerra en Iraq. Y así, no está claro que el gobierno esté imponiendo algunos límites reales para proteger las libertades cívicas. En realidad, parece que no está protegiendo ningún límite real sobre una base consecuente, y en su lugar está alentando una masiva compilación de datos generalizada y explora cómo conectar todas esas diferentes bases de datos y mantener datos sobre USamericanos que no han hecho nada malo.
AMY GOODMAN: El ex capellán de Guantánamo, James Yee, también se nos une en el estudio en Seattle, Washington. Capellán Yee: ¿Puede explicar cómo esta historia se relaciona con su propio caso?
JAMES YEE: Correcto, Amy. Primero, es un placer estar hoy con ustedes. Pero sí, fue el domingo cuando supe que mis expedientes habían sido realmente investigados por el Pentágono mediante esas cartas de seguridad nacional. Y para mí, es sólo una punzante herida más fuera de las otras cosas a las que fui sometido, de los 76 días que estuve incomunicado, de las ultrajantes acusaciones de espionaje que fueron formuladas en mi contra, y de la tortura por deprivación sensorial a la que fui sometido. Así que es sólo una cosa más que considero muy inquietante que me ha sucedido en toda esta terrible experiencia.
AMY GOODMAN: ¿Y cuál es su opinión sobre lo que tuvo lugar exactamente en su caso, cómo obtuvieron la información y qué clase de información tenían, James Yee?
JAMES YEE: El modo como entiendo lo que ocurrió es que cuando fui arrestado, cuando estuve bajo algún tipo de sospecha como capellán musulmán que trabajaba en Guantánamo, ellos utilizaron – el Pentágono utilizó una carta nacional de seguridad para investigar mis cuentas bancarias, mis registros de tarjetas de créditos y mis antecedentes financieros, sin un mandato aprobado por un tribunal. Y para mí, eso debiera provocar preocupaciones para todo USamericano, porque es una indicación de que nuestras libertades cívicas están siendo erosionadas rápidamente, y en este caso es nuestro precioso derecho a la privacidad.
AMY GOODMAN: Lisa Graves: ¿Y hablando del tema de cuánto tiempo el gobierno conserva la información? El New York Times dice: «Incluso cuando la sospecha inicial no ha sido probada, los documentos tienen un valor para la inteligencia, dicen los funcionarios militares. En el próximo año, planean incorporar los expedientes a una base de datos en la oficina de Actividad en el Terreno en Contraespionaje en el Pentágono para rastrear posibles amenazas contra las fuerzas armadas.»
LISA GRAVES: Considero que es uno de los aspectos más inquietantes de estas revelaciones. El gobierno ha adoptado un punto de vista, en esencia, de que todo lo que recolecta, sea legal o ilegalmente recolectado sobre USamericanos, puede conservarlo, en esencia, para siempre. Es uno de los motivos por los que nos preocupa e inquieta particularmente que se permita que las agencias de defensa y la CIA estén involucradas en la vigilancia de USamericanos, porque estas agencias tienen la capacidad, la capacidad financiera y la capacidad tecnológica, para interconectar y crear y mantener archivos sobre USamericanos como nunca antes. Y, como vimos en ese artículo, el gobierno ha determinado, en esencia, que todo es relevante, esencialmente, para siempre. Y así, éstas van a ser violaciones persistentes de la privacidad de los USamericanos, a menos que el Congreso intervenga. Y el gobierno afirma que básicamente cualquier cosa que entregues a una tercera parte es caza legal, que no tienes derecho a privacidad en ella. Pero yo pienso que los USamericanos se permitirían estar en desacuerdo. Si comparten su información con sus bancos, sus compañías telefónicas – hablan por teléfono – son cosas privadas que no están hechas para la intrusión gubernamental sin una investigación correcta basada en que estén haciendo algo malo.
AMY GOODMAN: Lisa Graves: Hay un artículo en el Washington Post de hoy, de Walter Pincus llamado «Manifestantes encontrados en base de datos,» que dice: «Una base de datos del Departamento de Defensa dedicada a reunir información sobre potenciales amenazas a instalaciones y personal militares, conocida como Talon, tenía hace un año 13.000 entradas – incluyendo [2.821] informes sobre ciudadanos USamericanos, según un memorando interno del Pentágono [que será] publicado hoy por la Unión USamericana de Libertades Civiles (ACLU). El memorando del Pentágono dice que un examen del sistema llevó a la eliminación de [1.131] informes involucrando a USamericanos, 186 de los cuales tenían que ver con ‘protestas anti-militares o manifestaciones en USA.'»
LISA GRAVES: Bueno, aquí tenemos una vez más un ejemplo documentado de los problemas que representa cuando se da al Departamento de Defensa o se permite al Departamento de Defensa este tipo de poder irrestricto. El Congreso ha oído de estas situaciones a través de titulares, no porque tenga una supervisión o investigación significantes y no porque imponga algún control serio sobre el poder gubernamental. Y por lo tanto, tengo grandes esperanzas de que este congreso termine por considerar seriamente el problema y detenga esta forma de proceder. Simplemente porque el Pentágono elimine nombres actualmente basándose en revelaciones en las noticias no significa que haya curado los problemas subyacentes. Y, en los hechos, hemos visto que el gobierno actúa para consolidar estas bases de datos y comunicar las unas con las otras y permitir una amplia minería de datos de los datos de gente inocente, y para hacerlo indefinidamente. Y esto hay que cuestionarlo y detenerlo.
AMY GOODMAN: James Yee, para los que no recuerdan lo que le sucedió – lo que usted describe en su libro «For God and Country: Faith and Patriotism Under Fire» – sólo para que comprendamos lo que significa cuando el gobierno se mete en – obtiene información, háblenos de cómo esta historia corresponde a su propio caso. Describa brevemente lo que le sucedió, cómo lo arrestaron.
JAMES YEE: Exactamente, yo era el capellán musulmán que fue asignado a la Fuerza Conjunta de Tareas en Guantánamo durante la mayor parte de 2003, y durante ese tiempo, objeté enérgicamente a los abusos que se cometían contra los prisioneros en ese lugar. Y cuando volví a USA, me arrestaron en Florida, me encarcelaron durante 76 días, inicialmente me incomunicaron, y finalmente me liberaron, absuelto. Recibí mi baja con honores, además de una segunda Medalla de Elogio del Ejército de USA.
Y ahora, descubro que mis expedientes fueron investigados durante ese tiempo, mis antecedentes financieros, mis registros bancarios. Y, de nuevo, esto es altamente, altamente inquietante y, a mi juicio, muy inapropiado en cuanto a meterse en mi vida privada, especialmente después de haber sido absuelto como ciudadano patriótico USamericano, chino-USamericano de tercera generación y veterano del Ejército de USA que ha servido en dos de los conflictos de nuestra nación.
AMY GOODMAN: ¿Cuándo supone que obtuvieron esa información, y la tienen todavía? ¿Los va a procesar?
JAMES YEE: Supongo que todavía tienen la información, y adivino que hicieron todo eso mientras me estaban investigando. Pero me preocupa si continúan o no vigilando mis datos. Ahora me preocupa aún más si el gobierno está o no abriendo mi correo, si se meten en mi casa cuando tal vez voy de compras al mall con mi familia. Así que esto me provoca muchos temores, respecto a si me van a vigilar durante el resto de mi vida.
En cuanto a alguna acción legal, he contactado algunas organizaciones, la ACLU, y sé que el Centro de Derechos Constitucionales está considerando los aspectos legales del caso. Y si existen motivos significativos para un juicio y eso ayuda a que la nación vuelva a proteger nuestras libertades cívicas, entonces creo que hay que considerarlo.
AMY GOODMAN: Finalmente, James Yee, en nuestro próximo segmento, vamos a considerar la historia del alto funcionario del Pentágono que instó a corporaciones de USA a boicotear a firmas legales cuyos abogados representaron a prisioneros en Guantánamo. Usted fue capellán en Guantánamo. ¿Cuán importante es para esos prisioneros el que sean representados por abogados?
JAMES YEE: Ante todo, puedo hablar con una experiencia de primera mano sobre la importancia de tener representación legal. Yo mismo, desde luego, fui sometido al sistema de justicia militar, fui falsamente acusado, y sin la ayuda del experto legal, señor
Eugene Fidell, quien me representó, posiblemente no estaría sentado hoy aquí con usted en esta entrevista y tal vez seguiría tras las barras en el corredor de la muerte en algún sitio. De manera que la importancia del debido proceso, la importancia de ser adecuadamente representado como acusado, es un principio fundamental del derecho y algo que nuestra nación tiene que acatar.
AMY GOODMAN: A usted lo amenazaron originalmente con la pena de muerte, ¿verdad?
JAMES YEE: Así es. Me amenazaron con la pena de muerte durante el tiempo en el que me acusaban de esos atroces crímenes de espionaje y de ayudar al enemigo.
AMY GOODMAN: James Yee, quiero agradecerle sinceramente por estar con nosotros, capellán musulmán situado en la Bahía de Guantánamo en 2002, pasó 76 días incomunicado. Ha escrito un libro sobre su experiencia llamado «For God and Country: Faith and Patriotism Under Fire.» Lisa Graves, Directora Adjunta del Centro de Estudios de la Seguridad Nacional, que nos habló desde Washington, D.C.
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