Hemos visto hasta ahora, como la Pandemia del Covid 19, afectó y continúa haciéndolo hasta el fondo, a los sistemas de vida vigentes. Esto nos puede llevar como humanidad a: la indolencia y esperar un “milagro”; tratar de retornar maltrechos a como vivíamos anteriormente o lanzarnos a crear nuevas formas de vida, considerando la biodiversidad, el hábitat general y nuestra reinserción a la comunidad con todos los seres vivos, para gozar con ellos del bello planeta Tierra.
Dejemos de lado -sin soslayarlo- el empeño para encontrar un o unos medicamentos o vacunas, que sirvan al control del virus, cualesquiera sean sus características y su uso o desuso, pero bien calibrados para beneficio de todos. Continuemos desarrollando una propuesta general de vida, que ya planteamos y avanzamos, revisando los tres pilares que entendemos fundamentales para conformar y gestionar la existencia en el planeta-Tierra, construyendo un Sistema General (SG) que contraiga compromisos de pueblos, comunidades y sus gobiernos, con la sustentabilidad y sostenibilidad planetarias.
El SG lo presenté en tres porciones o subsistemas a saber: el educativo (SubEdu), el económico y social SubECySoc) que venimos exponiendo y finalmente el subsistema de relaciones internacionales (SubReInt) soportado en acuerdos que llevaron a crear organismos multilaterales entre todos los países existentes, cuyos compromisos atienden a las afectaciones al hábitat y a la construcción de estrategias que impidan confrontaciones entre naciones y dentro de ellas, rigiéndose por normas de libertad, soberanía, respeto a determinaciones de los pueblos y solución pacífica de controversias.
Continuemos hoy el relacionado con la economía y la vida social (SubECySoc). En los ámbitos de la Tierra, diversos países y agrupaciones de los mismos, están buscando caminos que permitan resarcirse de las graves afectaciones que las economías, todas, sufren acentuadamente tanto en la salud de sus habitantes -a estas alturas la pandemia se llevó a más de 950, 500 personas- como en la vida social, producto del aflojamiento y en algunos terrenos la anulación de las actividades productivas y de comercio, salvo en casos imposibles como los de la economía informal en que sus practicantes viven al día de lo que obtienen en sus negocios de toda índole, que de no realizarlos -lo cual ocurre- les lleva al límite de la pobreza, que apenas si es atendida con recursos públicos para mitigar el hambre de amplios grupos de población, en tanto no se universalice la Renta Básica Universal, que cubra a todos los habitantes del Planeta. Ver: https://int.search.tb.ask.com/search/GGmain.jhtml?
Revisamos a vuela pluma, las dos corrientes que sustentan la confrontación de tendencias mundiales, razón de ser de los diversos enfrentamientos que se escenifican en la evolución de las sociedades en los últimos tiempos, a saber: el Capitalismo, soportado en la libre empresa y el Mercado como motor de crecimiento y cambio, que no admite injerencias de gobiernos, salvo para preservar la seguridad de los habitantes y el Socialismo, que se maneja como árbitro entre la burguesía y el proletariado, a fin de otorgar perspectivas de mejores niveles de vida a las mayorías nacionales.
Vimos de manera especial el Modelo de Donut (la Dona), el que, en base al análisis de todo lo escrito y aplicado en materia de desarrollo, Ámsterdam utiliza para superar la crisis y ser ciudad amigable, llevando su economía, no hacia la tradición del crecimiento económico, sino en busca del bienestar humano y el esmero por el planeta. Para ello se definieron dos círculos que toman en cuenta los límites planetarios que la ONU adoptó, para el periodo 2015-2030, los más importantes de la historia por medio de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), después de los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM).
Si los ODM se encausaron en aminorar la pobreza extrema y el hambre, los ODS de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, son visión afanosa de sostenibilidad ambiental de la Tierra, encuadrando inestabilidades del cambio climático provocado por la acción humana. Los ODS incluyen un dispositivo medioambiental que se encamina al cuidado planificado del planeta, sustentado en la acción individual y la reacción colaborativa de todos quienes habitan en esa ciudad, modelo a revisar y buscarle aplicaciones específicas para cada ciudad, pero también adaptarle -con los ajustes necesarios- a la vida en el campo, calculando la huella ecológica, donde se crean los bienes y los servicios para vivir allí y proveer a las ciudades. Ver: https://www.researchgate.net/publication/327022336_AGRICULTURA_EN_SUDAMERICA_LA_HUELLA_ECOLOGICA_Y_EL_FUTURO_DE_LA_PRODUCCION_AGRICOLA
A tales límites externos, el Modelo Donut añade otros para el bienestar humano, incluidos como círculos concéntricos interiores, al lado de los externos ya descritos. Allí se conforma una imagen gráfica de dónut (dona) con un círculo interior que precisa las necesidades básicas para el bienestar humano: comida, agua, sanidad, energía, educación y, en lo social, igualdad o representatividad política con perspectiva de género.
Entre los dos círculos de la Dona se construye una franja de confort en que las sociedades humanas coexisten y pueden prosperar en claro equilibrio con la naturaleza.
Ámsterdam atiende al tema, generando un presupuesto con la huella ecológica anual que pueden permitirse en función de su población. Para ello, se estima la huella ecológica de todos los bienes de importación y aquellos que son consumidos. En su base, se disponen objetivos que se anhelen, para conseguir arribar o mantenerse, en zona de confort, de bienestar social y ambiental, tal como lo precisó la economista británica. Sin duda, diversos sectores que existen de alta o baja contaminación, tendrán que transformarse radicalmente o desaparecer, en tanto los más eficientes y limpios avanzarán. Ver huella ecológica: http://www.lineaverdeceutatrace.com/lv/guias-buenas-practicas-ambientales/habitos-vida-sostenible/la-huella-ecologica.asp
Prosperar en esa ruta, más allá de las ciudades -que a muchos parecerá utópica- requiere de una revolución pacífica refrendada, con una comprensión creciente de los seres que la impulsen y actúen -desde los gobiernos y las poblaciones- protagonizada por las energías renovables, la renaturalización y protección de vastas zonas de nuestros países, avanzar al hidrógeno verde como combustible alternativo, construir la eficiencia energética, impulsar la economía circular y la agricultura regenerativa. Hay que transformar las ciudades donde ya vive casi el 60% de la humanidad, pero pensar también en los pueblos y comunidades dentro de cada nación. Ámsterdam ha comenzado ya, es un buen ejemplo, integremos selectivamente las ideas que concuerden con la idiosincrasia de cada pueblo o nación; las soluciones no son únicas, como no es único el pensamiento y las acciones de la humanidad en sus diferentes sitios que ocupan en el Planeta-Tierra.
Muy importante es precisar que, por un lado, hay límites a las actividades humanas a fin de controlar sus impactos y costos. Por el otro, se presenta la necesidad de rediseñar el concepto de prosperidad, considerando al crecimiento económico como finito, debido a que habitamos un planeta con las mismas características. O lo entendemos y gestionamos así o seguiremos la ruta al suicidio del Planeta. Ver: https://elpais.com/elpais/2017/03/13/planeta_futuro/1489426200_967177.html
Por ello la búsqueda del empeño debe ser: el bienestar, el bien vivir, la felicidad colectiva o comunitaria, cualesquiera de las formas que la literatura económica y de bienestar social de nuestros países pobre países construyendo, en base a todos los modelos de desarrollo que conocemos, provenientes de economistas y filósofos que las conformaron a lo largo de la historia, para lograr que todos los habitantes de una comunidad, pueblo, país o continente, cuenten con que sus necesidades básicas están saciadas universalmente. Habría que valorar la petición de algunos grupos comunitarios que piden la alineación de los seres humanos con la Madre Tierra.
Para avanzar con certeza y seguridad es conveniente e irremplazable la planificación de todo el proceso, sus avances previstos, los recursos presupuestados y los resultados a lograr en cada etapa de la aplicación del Plan. Hay empeños muy importantes en tal sentido en la Región, De ninguna manera se podrá crear un Plan del bienestar o bien vivir, de aplicación general. Rasgos genéricos si serán pertinentes, para un buen y positivo aprovechamiento de lo que ya existe, en las diversas áreas de acción nacional, aplicadas por los gobiernos anteriores o los actuales, que estén decididos a cambiar de paradigma lo conformado hasta ahora. Ver: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Argentina/iec-conadu/20171115043333/pdf_939.pdf
El conocimiento profundo, parcialmente y en conjunto de lo ocurrido hasta el presente, en la destrucción del hábitat planetario y las propuestas en cada Plan Nacional de avance hacia el bienestar, serán aliciente para divulgar, en conciencia, las bondades del cambio profundo que se propone. Recordemos que, si no se autorregula, nos seguirá llevando a provocar el inicio de la sexta extinción masiva de especies, también a un calentamiento acelerado de la atmósfera sin precedentes, o a verter 8 millones de toneladas de plásticos al mar, por año, suficiente para cubrir 34 veces la isla de Manhattan -Solo Para Dar Un Símil- y suficientes para que en 2050 haya más toneladas de plásticos que de peces en el mar.
Se señala el momento actual, como la hora de maduración como pueblos y comunidades, de considerar que debemos buscar nuestros caminos de bien vivir, en rutas acordes al beneficio de todos los que habitamos el planeta. La madurez está en consonancia con la certeza de que, si consumimos recursos materiales sin control, nos enrutamos hacia la autodestrucción. Ver: https://www.afmedios.com/blog/2020/05/16/amlo-presenta-documento-sobre-su-vision-de-la-nueva-politica-economica/
Busquemos las capacidades en lo interno de nuestros pueblos y comunidades, para conformar las rutas de acción -libres y soberanas- que nos permitan trastocar procesos de crecimiento económico, desastrosos para la gran mayoría de los habitantes de cada nación o grupo de naciones, en caminos de redención social, basados en una precisa planificación de acciones en todos los terrenos de la vida económica y social de cada Región. (Continuará)
Fuente: https://barometrolatinoamericano.blogspot.com/2020/09/el-manana-es-hoy.html