Karl Rove, el principal consejero político del presidente norteamericano, George W. Bush, está implicado en la filtración del nombre de la agente de la CIA Velarie Plame, reveló la revista Newsweek. Un gran jurado que investiga el caso recibió correos electrónicos entregados por la revista Time que presentan a Rove como una de las fuentes […]
Karl Rove, el principal consejero político del presidente norteamericano, George W. Bush, está implicado en la filtración del nombre de la agente de la CIA Velarie Plame, reveló la revista Newsweek.
Un gran jurado que investiga el caso recibió correos electrónicos entregados por la revista Time que presentan a Rove como una de las fuentes que reveló la identidad de Plame.
El caso puede llevar a la cárcel esta semana a dos reporteros, uno de la revista Time y otro del The New York Times, por negarse a revelar sus fuentes de información.
Newsweek cita a dos abogados del caso como sus fuentes para incriminar a Rove.
Al respecto, un abogado del «arquitecto» de la carrera presidencial de Bush, Robert Luskin, manifestó a la publicación que su cliente nunca reveló a sabiendas ninguna información clasificada.
No dijo a ningún periodista que Valerie Plame trabajaba para la CIA, agregó.
La revista «Time» entregó las notas de unos de sus reporteros a un tribunal para impedir que este fuera a la cárcel el jueves último.
El periodista Matthew Cooper y Judith Miller, una colega del diario «The New York Times», fueron condenados a prisión por negarse a revelar la identidad de una fuente que le proporcionó el nombre de la funcionaria.
Un comunicado de «Time» precisó entonces que se entregaban las notas de Cooper a pesar de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos «ha limitado la libertad de prensa en formas que tendrán un efecto escalofriante en nuestro trabajo».
El juez federal de distrito Thomas Hogan enviará a ambos reporteros a la cárcel por su negativa a revelar sus fuentes confidenciales.
El caso cobró notoriedad durante la campaña presidencial de 2003 y 2004 cuando varios medios publicaron la identidad de la agente de la CIA y que estaba casada con el ex embajador Joseph Wilson.
El ex diplomático fue enviado a Níger a investigar las supuestas compras iraquíes de uranio y después fue crítico de los argumentos de la Casa Blanca para invadir Iraq.
La persona que filtró la información a la prensa estaría sujeta a cumplir una sanción de hasta 10 años de cárcel por cometer un delito federal.
Entre los sospechosos de filtrar la información se encuentra también Lewis Libby, el jefe de gabinete del vicepresidente Richard Cheney.