¿Por qué se puede hablar de revolución en Túnez? Es una revolución en todo el sentido del término, pero según un nuevo esquema. Tanto en la forma en que este movimiento se ha construido, como en el aliento que ha encontrado para continuar. Lo que ocurre en Túnez es la primera revolución del siglo XXI. […]
¿Por qué se puede hablar de revolución en Túnez?
Es una revolución en todo el sentido del término, pero según un nuevo esquema. Tanto en la forma en que este movimiento se ha construido, como en el aliento que ha encontrado para continuar. Lo que ocurre en Túnez es la primera revolución del siglo XXI. Con el objetivo de una nueva sociedad y una Constituyente capaz de fundar una verdadera democracia que responda a los problemas sociales y económicos.
Esta dinámica continuará hasta que las reivindicaciones populares y democráticas sean alcanzadas. No es una revolución clásica, tanto por los medios técnicos utilizados para evitar el bloqueo puesto en pie por la dictadura (Facebooc, SMSs, teléfonos móviles…) como por las demandas y reivindicaciones que han pasado del derecho al trabajo y a una vida digna, a la voluntad de ser libre y al corazón de la democracia.
Esta revolución ha utilizado igualmente formas más clásicas como la huelga general en las regiones, manifestaciones y círculos de discusión en todas partes. Pero ha contado también, hasta ahora, de la no participación del Ejército en las masacres, lo que ha permitido a esta ola popular expresarse.
Es una revolución permanente tanto en sus modos de acción como en sus reivindicaciones. Al comienzo, las acciones eran organizadas durante el día, pero luego, frente a la policía política que actuaba por la noche, se hicieron nocturnas. Era así posible enfrentarse a la policía y tener una ventaja táctica en cuanto al reconocimiento del terreno y de los barrios.
Tras la caída del dictador, y frente a las exacciones de las bandas lanzadas por el antiguo régimen, se han puesto en pie comités de autodefensa.
Hoy, frente a la ausencia del poder local, estos comités han tomado el control de los antiguos locales del RCD para gestionar los asuntos corrientes de algunas ciudades y provincias. Muestran así el camino y trazan los contornos de las nuevas etapas del proceso revolucionario.
Estos comités bajo todas sus formas y modalidades de acción defienden las conquistas de esta revolución. No están dispuestos a detenerse antes de haber obtenido la satisfacción de todas sus reivindicaciones, como muestra el eslogan actual, «el pueblo quiere disolver este gobierno».
¿Cuál es el papel jugado por el movimiento sindical?
Al lado y con estas organizaciones populares se encuentran en primera línea sindicalistas y algunas estructuras sindicales que han impuesto su orientación al secretariado general de la UGTT, la central sindical única.
La izquierda sindical, algunas federaciones y uniones locales y regionales de la UGTT están hoy en el corazón del proceso revolucionario.
No es por casualidad, pues desde hace ya varios años se ha visto a algunas federaciones convocar huelgas sin el acuerdo del secretariado general.
Estas estructuras, en algunos casos, han mostrado la vía en las luchas y en la forma de organizarse. Era, por ejemplo, el caso de las uniones locales de la cuenca minera de Gafsa, hace tres años.
Gracias a la movilización popular, la izquierda de la UGTT ha podido vencer la orientación de salvamento del antiguo régimen defendida por el secretariado general de la central. Esto se ha traducido en un apoyo del comité ejecutivo de la UGTT a las huelgas generales organizadas en algunas regiones y que han participado en la caída de Ben Ali.
Desde el comienzo de las manifestaciones, la acción de los militantes sindicales de las federaciones de la enseñanza primaria y secundaria, de ciertos sectores de la salud, de los sectores de correos y telecomunicaciones, de los diplomados en paro, se ha conjugado a la de los abogados y de los estudiantes de la Unión general de los estudiantes de Túnez (UGET). Los militantes sindicales han jugado un papel importante cuando no primordial en la organización y el desarrollo de las manifestaciones. Una de las pruebas del papel clave del sindicalismo, es que numerosas manifestaciones salieron de los locales de la UGTT. Los sindicalistas han jugado igualmente un gran papel en los debates locales y en la creación de comités, así como en la marcha popular hacia la capital a partir del 22 de enero.
¿Qué es el Frente del 14 de enero?
El Frente del 14 de enero representa a una parte importante de la oposición tunecina. Se ha constituido con los acontecimientos de estos últimos días y la huida del dictador. Es un marco político que permite reagrupar a numerosas fuerzas de izquierda y nacionalistas árabes. Participa en Túnez y en otras regiones en las manifestaciones y en la radicalización de las reivindicaciones.
Es una respuesta al proceso revolucionario actual a fin de dar cuerpo a las consignas planteadas por los manifestantes. Su objetivo es proponer una alternativa popular, obrera, progresista y revolucionaria frente a las fuerzas contrarrevolucionarias. La plataforma hasta ahora propuesta tiene necesidad de ser precisada y profundizada. Las discusiones y la evolución de la situación van a contribuir a ello.
Este frente se presenta como una fuerza de proposición que permita la ruptura con el sistema económico y social dominante, a fin de poder abordar con energía las cuestiones del paro, de la precariedad y de la pauperización de sectores enteros de la sociedad. Llama hoy a la creación de una Asamblea constituyente elegida respetando la paridad. Ésta debe comprender a todas las fuerzas políticas, asociativas y sindicales salidas del movimiento popular. Debe preparar una nueva Constitución que permita a los ciudadanos determinar la naturaleza del estado a poner en pie.
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR