El activista ruandés Paul Rusesabagina ha dado la bienvenida a la publicación del controvertido informe de la ONU que detalla crímenes contra la humanidad, cometidos en Ruanda y la República Democrática del Congo. El 1 de octubre, Naciones Unidas publicó un muy anticipado y controvertido informe que sugiere que el ejército de Ruanda podría haber […]
El activista ruandés Paul Rusesabagina ha dado la bienvenida a la publicación del controvertido informe de la ONU que detalla crímenes contra la humanidad, cometidos en Ruanda y la República Democrática del Congo.
El 1 de octubre, Naciones Unidas publicó un muy anticipado y controvertido informe que sugiere que el ejército de Ruanda podría haber cometido genocidio en el este del Congo, después del genocidio de Ruanda de 1994. Inicialmente filtrado a finales de agosto, las averiguaciones del informe han desatado una tormenta diplomática.
El informe detalla grandes crímenes como violaciones en masa, asesinatos de civiles y otros crímenes contra la humanidad cometidos en la República Democrática del Congo entre 1993 y 2993. El documento de 550 páginas describe cómo las tropas ruandesas, de mayoría tutsi, bajo el comando del ahora presidente de Ruanda, Paul Kagame, cometieron ataques de represalia contra civiles hutu, mientras perseguían dentro del Congo a las fuerzas hutu, después del genocidio de 1994.
Un hutu que albergó a más de 1.200 tutsis durante el genocidio de 1994, Paul Rusesabagina, dice que el informe desvela la verdad oculta sobre la historia de la región.
«Por fin, por primera vez, Naciones Unidas no ha abandonado una vez más a Ruanda y mis compatriotas ruandeses», afirmó Paul Rusesabagina. «Al menos ahora podemos ver que ambos bandos cometieron atrocidades. La única manera de reconciliar una nación es llevar a todo el mundo alrededor de la misma mesa. Y una vez sentados a la misma mesa, dar una oportunidad a todos y cada uno para hablar, para que salga la verdad. Entonces, a través de la verdad, la justicia equitativa, la igualdad de derechos y después la reconciliación y la paz duradera».
Rusesabagina, que es la persona a la que se representa en la película Hotel Ruanda, de 2004, dice que la larga historia de conflicto en el Congo es en gran medida debida a los minerales de conflicto. La República Democrática del Congo, es rica en minerales como el coltán, cobalto, oro, todos ellos esenciales para el desarrollo de aparatos electrónicos.
Grupos como el Enough Project, con sede en Washington, afirman que el control de las minas que producen estos metales ha avivado la inestabilidad de la región desde hace mucho tiempo.
Un informe de un grupo de expertos de la ONU, en 2008, presentó evidencias de que Ruanda había colaborado con grupos armados que controlaban esas minas. Rusessabagina asegura que las exportaciones de Ruanda de esos minerales de conflicto deberían ser monitorizadas y controladas, para evitar más violencia.
«No producimos ni un solo gramo de esos metales», explica. «Así que ahora necesitamos que la comunidad internacional unida se implique, para que estos minerales sean extraídos, pero extraídos de una manera justa y razonable. Nuestro principal objetivo no es evitar que las multinacionales se hagan con los minerales. ¿por qué no compran estos minerales a la gente apropiada, es decir, a la gente de Congo?».
Rusesabagina es un famoso crítico del presidente Paul Kagame, al que ha acusado de gobernar el país en contra de los deseos del pueblo.
Rusesabagina califica el gobierno de Kagame como una camarilla de la élite tutsi. Dice que las eternas tensiones étnicas que desencadenaron el genocidio de 1994 han vuelto a la Ruanda de estos días, y advierte que el país se dirige hacia el mismo camino. «En Ruanda ha habido justicia del vencedor», dice Rusesabagina, «Ruanda de ha convertido en una dictadura. El vencedor ha silenciado a todo el mundo. Así que ahora Ruanda es más o menos un volcán dormido, que puede entrar en erupción en cualquier momento. Si la comunidad internacional no toma cartas en el asunto, definitivamente hay muchas posibilidades de que tenga lugar otro genocidio. Nos dirigimos hacia otro desastre».
Rusesabagina dice que en Ruanda es necesario el diálogo entre hutus y tutsis para evitar un futuro de genocidio y añade que «nadie es inocente 100%» defendiendo que se saque a la luz la terrible historia del país, para avanzar. Pero Rusesabagina también pide que el presidente Kagame sea juzgado por su papel en estos brutales acontecimientos, antes de que el proceso comience.