Recomiendo:
0

Entrevista con Ali Salem Tamek, activista de derechos humanos y ex preso político saharaui

«El único integrismo que sacude el Magreb es el de la represión marroquí contra su propia población»

Fuentes: Servicio de Comunicación Saharaui en Canarias

Activista en defensa de los derechos humanos en el Sahara reconocido internacionalmente, recibido por el Parlamento Europeo y galardonado con el premio ‘José Antonio González Caraballo’, miembro durante años del Consejo Nacional del Foro Verdad y Justicia, preso y portavoz de los presos políticos saharauis encarcelados por Marruecos, presidente de la Comisión Preparatoria del Congreso […]

Activista en defensa de los derechos humanos en el Sahara reconocido internacionalmente, recibido por el Parlamento Europeo y galardonado con el premio ‘José Antonio González Caraballo’, miembro durante años del Consejo Nacional del Foro Verdad y Justicia, preso y portavoz de los presos políticos saharauis encarcelados por Marruecos, presidente de la Comisión Preparatoria del Congreso Constituyente del Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA) y miembro destacado de la organización, Alí Salem Tamek, ha sido calificado como «un símbolo de la lucha pacífica por la autodeterminación del pueblo saharaui».

El mes pasado, el embajador norteamericano en Rabat, Thomas Raily, se refería a este activista saharaui de derechos humanos, encarcelado, torturado y represaliado en numerosas ocasiones, tras la prohibición por las autoridades marroquíes de la celebración del Congreso Constituyente de CODESA, previsto para el 8 de octubre en El Aaiún. «El respeto a la libertad de expresión y a los derechos legítimos de los ciudadanos es la única vía para que prosperen las negociaciones entre las partes», que se volverán a reunir en diciembre. «Se debe permitir a los compañeros de Ali Salem Tamek que hagan sus reuniones y se expresen libremente», dijo al semanario «Al Ayam» hace unos días. La semana pasada Tamek llegó a Barcelona por unos días para ver a su esposa, que abandonó hace meses el Sahara después de ser violada de forma consecutiva por cinco policías marroquíes ante los ojos espantados de su hija, una niña, y concedió esta entrevista.

¿Cómo califica la prohibición marroquí de celebrar el Congreso Constituyente del CODESA, cuya Comisión Preparatoria usted presidía, hace unas semanas?

«Para nosotros es claro y evidente que la postura marroquí de prohibir el Congreso no es un hecho aislado sino que forma parte de una cadena de hechos represivos y violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos del Sahara Occidental ocupado por Marruecos. Pero también significa que el régimen de Rabat teme que nos organicemos, nos estructuremos, porque de ser así, sabe que nuestra lucha desenmascarará y hará ver su política de represión y violación de los derechos humanos. También supone una evidencia clara de la profunda extensión de la lucha y de la convicción de los ciudadanos y militantes de derechos humanos en el territorio por su libertad. Además, es una forma de arrojar luz y dejar en evidencia aquellas voces que aseguran que en Marruecos se está produciendo un cambio político hacia la democracia ya que el más simple y uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos, el de reunión, ha sido golpeado y reprimido una vez más. En consecuencia, queremos hacer un llamamiento a la opinión pública internacional para que dirija su atención hacia estas barbaridades que está llevando a cabo Marruecos en contra de la población de las zonas ocupadas del Sahara. La prohibición de las reuniones y de la libertad política y de expresión de nuestra sociedad puede provocar también el extremismo y abrir la puerta a la intransigencia y a las posiciones peligrosas a nuestra propia gente. La única garantía sólida para el respeto a los derechos humanos es la garantía de estos derechos, lo único que impedirá a la gente caer en otras vías distintas a la nuestra, la pacífica».

Sin embargo, durante las últimas semanas se han levantado voces políticas desde las Islas para, por un lado, defender la tesis de la autonomía marroquí -como defendió el ex presidente Lorenzo Olarte en la cuarta comisión de la ONU-, y para alertar, por otro, de la instalación del integrismo en el territorio en caso de que llegue la independencia -como hizo el también ex presidente y actual alcalde de Las Palmas, Jerónimo Saavedra-.

«Las declaraciones del alcalde de Las Palmas son las más equivocadas y peligrosas que nunca he escuchado. El peligro no está solamente en la posible intoxicación de la opinión pública de Canarias que pretenden sino que suponen un incentivo para que el régimen marroquí siga reprimiendo a los niños, las mujeres y los ancianos, para que ejerza la práctica de la tortura psicológica y física contra ellos, y juega con las esperanzas y niega los derechos de las decenas de presos políticos y de opinión saharauis en las cárceles marroquíes intentando hacer ver a las víctimas pacíficas, inocentes e indefensas como terroristas. Haciendo así también legítima cualquier vía de radicalización y corta las raíces de los saharauis, su origen pacífico y su lucha legal. Nada menos que el ex secretario de Estado norteamericano y enviado personal del secretario general de la ONU para el Sahara, James Baker, calificó ya en agosto de 2004 de `limpia, justa y honesta´ la lucha del pueblo saharaui por su independencia en declaraciones a la BBC».

¿A qué cree que obedecen entonces tales afirmaciones?

«Sólo lo sabe él. La otra prueba evidente del carácter justo de nuestra lucha son las sucesivas resoluciones de Naciones Unidas y las miles de organizaciones solidarias que en todo el mundo y de todas las nacionalidades y religiones apoyan nuestra causa, incluidos varios partidos, sindicatos y organizaciones de derechos humanos marroquíes que también han sido víctima de la represión de su propio Gobierno. Nunca hemos ejercido el terrorismo y eso no es una debilidad sino una ética y una educación que tiene el pueblo saharaui. La propuesta que el Frente Polisario entregó al secretario general de la ONU en abril garantiza explícitamente los derechos y los intereses de los colonos marroquíes en el Sahara Occidental y la posibilidad de obtener la nacionalidad saharaui en caso de independencia. En mi opinión, si hay un integrismo real que sacude a toda la región ese es el provocado por la represión que ejerce Marruecos contra su propia población civil y contra los civiles saharauis en las zonas ocupadas. Es en Marruecos donde campan a sus anchas los terroristas como reacción a los abusos y la falta de asistencia crónicos de su monarquía a su propio pueblo».

¿Y en cuanto a Olarte?

«Se ve claro que Olarte habla únicamente desde el interés económico y por su bienestar personal en detrimento del pueblo saharaui. Sus declaraciones no tienen ninguna repercusión, ni en Canarias ni en el Sahara y prefiero no darle más importancia».

Como decía antes, los niños y los más jóvenes han sido especialmente activos en las movilizaciones pacíficas contra la ocupación marroquí y, en ese sentido, víctimas habituales de la represión, en algunos casos con sólo 5 años de edad, ¿cómo interpreta este protagonismo?

«La participación de los niños y los más jóvenes en la lucha pacífica por los derechos humanos y contra la ocupación marroquí del Sahara sólo tiene una lectura: hay una garantía evidente de la continuación de la lucha dentro del territorio, lo que confirma los peores temores marroquíes. La cuestión no atañe sólo a una generación determinada. Cuanto más jóvenes, más radicales son el la lucha en comparación con la generación anterior. Marruecos pensó acabar con nuestra identidad con la fuerza y eso sólo ha provocado el fenómeno contrario. Los expulsó de sus clases, los exilió a la fuerza al interior de Marruecos, reprimió a sus familias y allanó sus casas; los convirtió en víctimas diarias de represión, encarcelamiento y represión y los embarcó a la fuerza en las pateras para que se ahogaran como así ha sucedido y, sin embargo, ahora ellos constituyen el pilar principal de la lucha en las zonas ocupada».

¿Y su participación no es demasiado peligrosa?

«No siguen las órdenes de sus padres. Ellos son los que retiran la bandera marroquí e izan la saharaui, no cantan el himno marroquí y cantan el himno saharaui en las escuelas, se visten con sus ropas tradicionales en nuestras fiestas nacionales y cambian los nombres de las instituciones de enseñanza marroquíes colocándoles el de saharauis desaparecidos en las cárceles o el de activistas por los derechos humanos. A todo esto las autoridades marroquíes reaccionaron convirtiendo las escuelas en cárceles y cuarteles militares, lo que es muy peligroso porque supone otra grave violación de sus derechos fundamentales, el derecho a aprender, estudiar y formarse. La enseñanza es algo primordial porque el mundo exige que las generaciones actuales sean generaciones formadas y educadas. Es otra característica de la política de ocupación de Marruecos en el Sahara».

Acaba de participar en Roma en la Conferencia Europea de Solidaridad con el Pueblo Saharaui (EUCOCO), ¿cómo valora la experiencia?

«Es muy importante para nosotros porque supone una oportunidad y una tribuna para expresar la voluntad del pueblo saharaui siguiendo así su lucha por la autodeterminación. Además, se ha decidido constituir en Italia un Observatorio Permanente de los Derechos Humanos en el Sahara y de la situación de nuestros presos políticos. Otro aspecto importante es hacer seguimiento de la reciente proposición aprobada por el Parlamento italiano instando a su Gobierno a elevar las relaciones con la República Saharaui a rango diplomático como legítima representante del pueblo saharaui, lo que supone un impulso importantísimo a nuestra causa y una presión muy valiosa para que Marruecos respete la legalidad internacional».

En la actualidad cursa estudios de Derecho y Periodismo, ¿cómo describiría el tratamiento que los medios de comunicación españoles e internacionales hacen de la cuestión saharaui?

«Tanto los medios españoles como internacionales están llevando a cabo un trabajo sumamente fructífero en relación con el Sahara, lo que derriba el denominado `muro de silencio´ levantado por Rabat en torno al territorio y su población. Sin embargo debemos de insistir para que hagan especial hincapié en el tema de los derechos humanos y su violación para desenmascararla y mostrársela al mundo. Hay lazos históricos entre el Sahara y España y somos vecinos y hermanos del pueblo canario desde hace siglos y eso no lo impedirá Rabat, ni Saavedra, ni Olarte. El español es nuestro segundo idioma e idioma oficial de nuestra República y esto supone una particularidad que no se da con ningún otro pueblo y estimula que los medios españoles sean más avanzados en reflejar nuestra situación y la represión de la que somos víctimas. Sin embargo, lo más importante es la responsabilidad histórica que aún tiene España en la cuestión del Sahara».

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, condenó en su último informe de octubre explícitamente por primera vez la represión ejercida por Marruecos en el Sahara calificándola de «atroz»…

«En mi opinión, el informe del secretario general, a pesar de incluir novedades importantes, pecó de nuevo de no profundizar en los temas y de pasar un poco por encima y globalmente de los puntos importantes. Ha señalado la revuelta y represión de los estudiantes saharauis en las universidades marroquíes, habló de las huelgas de hambre de los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes y de la muerte del joven estudiante Hamdi Lembarki por las fuerzas represivas marroquíes tras ondear una bandera de la RASD. Sin embargo pone en un plano de igualdad a las dos partes cuando la víctima y el verdugo no pueden ser tratados como iguales, no es justo. Debemos de partir de lo que ocurre en la realidad y Marruecos sigue su carrera de represión de una manera bárbara. Deseamos y pedimos a las Naciones Unidas que haga público y deje divulgar el informe que realizó la Comisión de Derechos Humanos de su propia organización en octubre de 2006 y que permanece secreto por presiones de Rabat. También nos gustaría que los cascos azules de la Misión de Naciones Unidas (MINURSO) contemplasen la observación y vigilancia del respeto a los derechos humanos y no se limitasen a ser testigos mudos del sufrimiento de nuestro pueblo».

Ban Ki Moon también ha pedido en su informe a las partes, ante la próxima ronda de negociaciones directas prevista para diciembre, que negocien esta vez de una forma real y sustancial por la falta de avances de las rondas anteriores…

«Con su escalada represiva Marruecos está obstruyendo las negociaciones en curso y las futuras porque las negociaciones no son el objetivo, son sólo el medio. Marruecos además mantiene su postura intransigente y sigue sin abrirse a la negociación y de buena fe, tal como dice la resolución al respecto de Naciones Unidas y ejerció provocaciones durante las mismas como la participación en su delegación de algunos saharauis a quienes nadie considera representativos de su pueblo para crear confusión. El Polisario, según la propia ONU, es el único representante legítimo del pueblo saharaui. Para nosotros el informe sigue sin determinar de una manera justa ni directa las violaciones de los derechos humanos en el Sahara Occidental, de las que nuestro pueblo es víctima diariamente en el campo de la pura realidad. Partiendo de esto queda poca esperanza en que las negociaciones sean en un futuro más serias y positivas y el primer responsable de esto es de nuevo Marruecos».

En caso de que la situación de represión y falta de avance en las negociaciones se mantenga, ¿existe un peligro real de vuelta a un conflicto armado entre las partes?

«Todo lo que se refiere a volver a la guerra y la toma de esa decisión, el único al que le concierne hablar es al Frente Polisario y a su próximo Congreso, que se celebrará en las zonas liberadas del Sahara Occidental desde el 18 de diciembre. El Congreso es el órgano adecuado para dar esa opinión y su proximidad me aconseja no opinar».

El Gobierno marroquí prohíbe estudiar Derecho y Periodismo a Ali Salem Tamek

El Gobierno marroquí, a través de su Ministerio de Interior, «ha ejercido las presiones necesarias» para evitar y prohibir la matriculación del activista saharaui de derechos humanos y ex portavoz de los presos políticos saharauis en las prisiones marroquíes, Alí Salem Tamek, en la Universidad de Mohamedia, donde pensaba cursar estudios de Derecho y Periodismo, según informó el propio Tamek por vía telefónica al Servicio de Comunicación Saharaui en Canarias (SCSC).

El activista de los derechos humanos explicó que, después de intentar matricularse en las Universidades de Marrakech y Mohamedia, «la seguridad del Gobierno marroquí impidió que me matriculara alegando `problemas de seguridad´».

Curiosamente, todas las actividades de Tamek, como las del Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA), del que es miembro destacado junto a activistas como Aminetu Haidar y H´mad Hammad, se caracterizan por respetar escrupulosamente el principio de la no violencia.

En este sentido, relató que presentó «la correspondiente solicitud para estudiar Derecho y Periodismo en la Universidad Hasán II de Mohamedia y me fue aceptada, de lo cual tengo documentación por escrito de la propia Universidad con fecha del 1 octubre de 2007». Sin embargo, «el pasado día 30 me comunicaron la imposibilidad de matricularme en ninguna universidad».

Tamek ha sido detenido y encarcelado en numerosas ocasiones, la última en 2006, ha sido despedido de su trabajo, ha sido víctima de la intimidación, la persecución, las amenazas, el hostigamiento permanente por el Gobierno de Rabat, que llegó a calificarlo como «el enemigo número uno de Marruecos», siendo, paradójicamente, un pacifista reconocido. En agosto de 2005, las autoridades marroquíes lo internaron por la fuerza en un centro psiquiátrico cercano a Agadir «inyectándome diversas sustancias que aún hoy desconozco para intentar que perdiera para siempre la razón». Ha sido expulsado en numerosas ocasiones de territorio saharaui y prohibido su regreso o su salida al extranjero.

Tamek cree que esta nueva prohibición «forma parte de una cadena de violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos del Sahara Occidental ocupado por Marruecos. Pero también significa que el régimen de Rabat teme que nos formemos y preparemos y por eso viola de nuevo y como viene haciendo desde que ocupó el Sahara en 1975 uno de los derechos fundamentales de las personas, el de la educación».