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Elecciones sin oposición en Ruanda y Human Right Watch

Fuentes: Tercera Información

Los días 15, 16, 17 y 18 de septiembre se han celebrado en Ruanda elecciones parlamentarias para la cámara de diputados. La ausencia de una mínima libertad de prensa y la posibilidad de que cualquier critica al gobierno actual sea considerada como delito de «divisionismo», merecedor de penas de cárcel, han impedido la presentación de […]

Los días 15, 16, 17 y 18 de septiembre se han celebrado en Ruanda elecciones parlamentarias para la cámara de diputados. La ausencia de una mínima libertad de prensa y la posibilidad de que cualquier critica al gobierno actual sea considerada como delito de «divisionismo», merecedor de penas de cárcel, han impedido la presentación de ningún partido de oposición.

Los resultados anunciados por el presidente de la Comisión Electoral, señalan que el actual partido en el gobierno, el FPR, del Presidente Paul Kagame, ganó las elecciones parlamentarias con una victoria aplastante de casi el 78 % del total de los votos contados. El Partido Social Demócrata, PSD, del portavoz del senado, Vicente Biruta, fue el segundo más votado con el 13.12 % de los votos. El Partido Liberal del Ministro de Juventud, obtuvo el 7.5 % de los votos y el candidato independiente, Jean Marie Harerimana, sólo consiguió el 0.6 %. Para hacernos una idea de los partidos que se enfrentan al partido gobernante: el FPR, habría que decir que tanto el PSD, como el Partido Liberal habían hecho un llamamiento en las ultimas y únicas elecciones presidenciales a votar por el partido del gobierno. El PSD, ya antes de las actuales elecciones había realizado una declaración de apoyo al partido gobernante. Por otra parte, el PL (Partido Liberal) en uno de sus mítines antes de las elecciones había declarado: «no estamos aquí para oponernos al presidente Kagame, sino para construir la nación. Ruanda no tiene necesidad de una oposición a la europea.» Finalmente el único candidato independiente es miembro del FPR.

Por su parte, Paul Kagame a preguntas de periodistas que se asombraban de la falta de oposición durante la campaña, declaraba que «democracia no tiene por que significar problemas» El régimen ruandés ha intentado sobre todo que no se volvieran a repetir los informes negativos de las hasta ahora únicas elecciones presidenciales celebradas en el 2003, después de la toma del poder del FPR en 1994. La misión de la Union Europea de la mano del comisario de Desarrollo: Louis Michel, informó por aquel entonces, que existía un clima de intimidación, detenciones arbitrarias, inexistencia de una verdadera oposición y fraudes masivos. Por otra parte, la Comisión de la Unión Europea dudó igualmente de la independencia, imparcialidad y de la transparencia de las actividades de la Comisión Electoral Independiente (CEN).

El varapalo de la UE a las únicas elecciones presidenciales celebradas, se olvidó pronto y Paul Kagame, quien tiene acusaciones de genocidio, terrorismo, crímenes contra la humanidad, fue agasajado, invitado a foros de derechos humanos, investido doctor «Honoris Causa» por alguna universidad americana y recibió numerosos premios como el de tener un parlamento con el mayor numero de mujeres. En realidad ostente dos records: el de mayor numero de mujeres y también el de ser el único parlamento que no tiene ningún miembro de la oposición. La dictadura ruandesa sabe la gran importancia de la imagen en la opinión publica europea y de ahí el elevado porcentaje de mujeres o incluso un numero de asientos en el parlamento destinados a personas handicapadas.

Ahora las elecciones han sido supervisadas por 80 miembros de la misión de observación de la Unión Europea. El jefe de la misión es el eurodiputado británico Michael Cashman, conocido por su activismo a favor de los gays…..aunque la homosexualidad es ilegal en Ruanda. Al igual que su adjunto alemán, no conocen África ni el francés, que es la primera lengua extranjera en Ruanda.

La obsesión por evitar criticas al régimen ha afectado incluso a medios de comunicación de los países que mas sostienen al régimen ruandés. Así, los corresponsales de las radios la Voz de América y los corresponsales BBC en Ruanda y Burundi, han visto como se les impedía la entrada en todas las declaraciones y actos electorales del FPR. El gobierno les había acusado de querer destruir la unidad de los ruandeses, a raíz de permitir una entrevista a un opositor quien manifestó que el régimen ruandés estaba sostenido por Gran Bretaña y Estados Unidos quienes lo utilizaban en su geoestrategia mundial. Incluso organizaciones con una visión del mundo marcadamente proadministracion norteamericana, como «Reporteros sin Fronteras» han denunciado la evidente falta de libertad de expresión del régimen de Paul Kagame.

En el país no existe la menor libertad de prensa y periodistas y editores, la mayor parte tutsis, que se han mostrado críticos han sido atacados (Edouard Mutsinzi, director del independiente Le Messager), expulsados (A Bissika, editor del Rwanda Herald, por pedir la libertad del expresidente Bizimungu ), asesinados (A. Hakizimana, editor de Umuravumba, y E Munyemanzi, jefe de de producción de Ruanda television), desaparecidos (Manasse. Mugabo, director de radio naciones Unidas), muertos durante su detención (H. Nyrabikali, directora del gubernamental Imvaho), encarcelados largas temporadas (Laurien Ntezimana y Didace Muremangingo, editores de Ubuntu, acusados de atacar la seguridad del estado e incitar al divisionismo por usar la pañabra ‘ubuyanja’, que significa renovación espiritual; .B. Twiyizimana, periodista de radio Ruanda y G Mushmiyimana) o forzados al exilio (Jean-Pierre Mugabe, fundador del Tribun du Peuple; Deo Mushayidi, presidente de Rwandan Association of Journalists; Jason Muhayimana,; Jean-Claude Nkubito de la agencia France Presse, D. Gasana o Ch Kabonero).

A veces las acusaciones son contra todos los periodistas de un periodico determinado, como las vertidas contra el semanal Umuseso, donde el gobierno les acusó de ideología genocidiaria, (delito de divisionismo en su mayor grado) a pesar de que los periodistas eran tutsis y alguno de ellos como Kalisa McDowell, había peleado con el FPR en 1994.

Hubiera sido muy interesante leer un informe acerca de las elecciones de Ruanda de la organización de derechos humanos: Human Right Watch, que una semana antes se había mostrado muy critica con el proceso electoral en Angola. En este país, ganó el partido del gobierno: el MPLA, enfrentado a las antiguas guerrillas que le hicieron la guerra: UNITA y FNLA. Ambos partidos de la oposición real, reconocieron la validez de los resultados, así como los observadores de la UE y de la SADC. Para aclarar las cosas habría que decir que el MPLA ganador en Angola no es demasiado simpático a EEUU por sus excesivas concesiones a los chinos, mientras el FPR ganador de las silenciadas en la prensa elecciones en Ruanda es el principal aliado.