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Encuentro cara a cara con el talibán

Fuentes: Página 12

Los funcionarios talibán confirmaron la buena voluntad del grupo para liberar al sargento del ejército Bowe Bergdahl, que está cautivo desde 2009, a cambio de la libertad de cinco de sus altos operativos en Guantánamo.

Un posible intercambio de prisioneros y el achicamiento de un mástil eran el centro de los esfuerzos urgentes para rescatar las primeras conversaciones de paz para Afganistán que fueron anunciadas por Estados Unidos el martes, sólo para ser saboteadas por un enojado presidente Hamid Karzai 24 horas más tarde. Los funcionarios talibán confirmaron la buena voluntad del grupo para liberar al sargento del ejército de Estados Unidos, Bowe Bergdahl, que está cautivo desde 2009, a cambio de la libertad de cinco de sus altos operativos en Guantánamo, Cuba.

El talibán dijo que el intercambio sería considerado como un primer paso al camino de un acuerdo de paz. La mayor parte del foco permaneció anoche en Doha, la capital de Qatar, adonde se permitió al talibán abrir una oficina como su base inicial para llevar a cabo las conversaciones de paz. Fue cuando el grupo adornó la oficina con una placa y una bandera, declarándola Oficina Política del Emirato Islámico de Afganistán, el nombre adoptado por el talibán antes de ser expulsado del poder en 2001.

Después de las presiones tanto del gobierno qatarí como de los Estados Unidos, el talibán cambió la placa. La bandera talibán fue bajada y nuevamente izada, pero sobre un mástil más corto, no visible desde la calle. La viceembajadora de Estados Unidos para los Naciones Unidas en Nueva York, Rosemary DiCarlo, les dijo a los miembros del Consejo de Seguridad que «Qatar había aclarado que el nombre de la oficina es el de Oficina Política del Talibán Afgano». La oficina, dijo, «no debe ser tratada o representada a sí misma como una embajada».

Mientras, desde Kabul llegaron señales de deshielo en la posición del presidente Karzai. Los funcionarios dijeron que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, había telefoneado para reasegurar que la designación de la oficina de Koha sería aclarada, y prometió una carta formal con el apoyo para su gobierno. «No veríamos un problema en comenzar las conversaciones con el talibán en Qatar (si se cumplen las promesas)», dijo un vocero de Karzai.

Mientras, en Hailey, Idaho, el hogar del soldado estadounidense capturado, crecen las esperanzas de que pueda volver a su casa pronto. Un vocero de sus padres, Bob y Jahni Bergdahl, dijo que era cautelosamente optimista. «Estamos conscientes de este reciente suceso en Qatar y de la posibilidad de comenzar las conversaciones que pueden incluir negociaciones para la liberación de su hijo», dijo el coronel Tim Marsano, de la Guardia Nacional de Idaho, «y están alentados por este nuevo acontecimiento».

La importancia para el talibán del supuesto intercambio era clara. «Primero tienen que liberar a los detenidos», le dijo a Associated Press Shaheen Suhail, un alto representante talibán en Doha, cuando se le preguntó por Bergdahl. «Sí, sería un intercambio. Luego, paso a paso, queremos construir puentes de confianza para seguir adelante.» Los hombres que el talibán espera ver liberados por Estados Unidos incluyen a Khairullah Khairkhwa (un ex gobernador talibán de Herat) y Mullah Mohammed Fazi (un ex alto comandante militar talibán).

Jen Psaki, vocera del departamento de Estado de EE.UU., confirmó que las conversaciones no comenzaron ayer en Doha, tal como se especulaba. El viernes, el secretario de Estado, John Kerry, viajará a Doha, pero no se reunirá con los talibán.

El autor es periodista de The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-222739-2013-06-21.html