Algunas de las organizaciones de la sociedad civil de Kenia, han emitido un ultimátum de 21 días a los miembros del parlamento, para que acepten que sus ganancias paguen impuesto, o se enfrentarán a manifestaciones por todo el país. Presentado en Nairobi, el día 21, por el director de la agrupación de organizaciones de la […]
Algunas de las organizaciones de la sociedad civil de Kenia, han emitido un ultimátum de 21 días a los miembros del parlamento, para que acepten que sus ganancias paguen impuesto, o se enfrentarán a manifestaciones por todo el país.
Presentado en Nairobi, el día 21, por el director de la agrupación de organizaciones de la Sociedad Civil, Tom Aosa, el ultimátum asegura que movilizará a los keniatas de todo el país para pedir que los parlamentarios paguen impuestos, como propone el antiguo ministro de Finanzas, Amos Kimunya.
Los 240 miembros del parlamento de Kenia, están entre los políticos mejor pagados del mundo, con un salario cada uno de 16.000 dólares americanos al mes, libres de impuestos, y son considerados por muchos de sus electores como egoístas y codiciosos.
«No es justo que el resto de los kenitas paguemos impuestos mientras que los miembros del parlamento están exentos», aseguraba Aosa, añadiendo que el país no puede desarrollarse si una parte de la sociedad se niega a pagar impuestos.
Aosa prometió que organizarían manifestaciones como nunca se habrán visto antes en el país, si el ultimátum de 21 días expira sin respuesta.
A principios de este mes, los legisladores provocaron un escándalo entre los keniatas después de que amenazasen con bloquear un proyecto de ley de finanzas a menos que se retirase una clausula que establecía que deberían pagar impuestos por sus generosas mensualidades.
La negativa a aprobar este proyecto de ley significaría que las operaciones del gobierno quedaban paralizadas. Por tanto, el ministro de Finanzas en funciones, John Michuki, fue obligado a ceder ante las demandas de los parlamentarios.