El movimiento popular que sacude a Medio Oriente ha llegado a Libia, donde miles de personas han salido a las calles de varias ciudades, pese a la sangrienta represión, para reclamar el fin a 41 años de régimen autocrático de Muammar Gadafi. La organización de derechos humanos Amnistía Internacional señala que en las últimas 72 […]
El movimiento popular que sacude a Medio Oriente ha llegado a Libia, donde miles de personas han salido a las calles de varias ciudades, pese a la sangrienta represión, para reclamar el fin a 41 años de régimen autocrático de Muammar Gadafi.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional señala que en las últimas 72 horas fallecieron por lo menos 46 personas a raíz de la violencia empleada por el régimen en su respuesta al primer gran desafío de su historia.
Como ocurrió con las revoluciones que derrocaron a los gobiernos de Túnez y Egipto, las redes sociales en Internet se volvieron una importante fuente de información sobre el levantamiento en Libia.
El malestar se inició cuando activistas de la red de redes se opusieron al mandato dictatorial de Gadafi, convocando a un «Día de la ira» para el 17 de este mes, reclamando su renuncia. Así crearon un sitio web para compilar información al respecto: http://www.libyafeb17.com/ Vídeos filmados con teléfonos celulares muestran a manifestantes en la nororiental ciudad de Benghazi atacando las oficinas de los «comités populares» de Gadafi, que en realidad son oficinas del gobierno.
Jóvenes manifestantes también destruyeron monumentos oficiales que representan al Libro Verde, escrito por Gadafi y utilizado como Constitución de facto del país, donde el gobernante expone su ideología.
«El pueblo quiere un cambio de régimen», entonaron los manifestantes en vídeos publicados en Internet, tomando eslóganes de la revolución egipcia que derrocó a Hosni Mubarak (1981-2011).
«Abajo, abajo el dictador», gritaron.
La mayoría de las quejas de los libios son similares a las que alentaron a rebelarse a tunecinos y egipcios. Muchos reclamaron poner fin a la corrupción, instaurar una democracia y hacer mejor uso de las ganancias petroleras.
Las protestas en Libia suscitaron una respuesta sangrienta e inmediata. Desde la red social Twitter, algunos sostuvieron que las fuerzas de seguridad personal de los hijos de Gadafi dispararon contra los manifestantes.
Organizaciones internacionales de derechos humanos confirman que el régimen usó balas de plomo contra los opositores.
Según fuentes locales, el régimen utilizó mercenarios de países africanos para dispersar a los manifestantes. Gadafi, célebre por su excentricidad, se autodenominó en los últimos años «rey de reyes de África».
Ciudadanos libios publicaron en Internet que la nororiental ciudad de Derna «ahora es libre», lo que significa que en las últimas horas de este viernes no quedaban allí efectivos pro-Gadafi.
Otros señalaron que los habitantes de Derna se dirigían a Benghazi para ayudar a la población a defenderse de los mercenarios.
Amnistía Internacional urgió el jueves a las autoridades libias a «dejar de usar la fuerza excesiva para eliminar las protestas contra el gobierno».
Esas protestas tienen lugar pese a las medidas que el régimen libio tomó para prevenir revueltas como las de Túnez y Egipto. Decenas de activistas fueron arrestados, y se advirtió a otros ciudadanos que no se unieran a las protestas. Las fuerzas de seguridad incrementaron su presencia en las calles.
El gobierno prohibió toda la cobertura de prensa de estos hechos y arrestó a varios periodistas en Benghazi, ciudad que está experimentando algunos de los enfrentamientos más violentos.
El gobierno de Gadafi prohibió este viernes todo acceso al sitio web de la cadena qatarí Al-Jazeera.
«Las autoridades libias intentaron silenciar esta protesta incluso antes de que se iniciara, pero eso, claramente, no funcionó», dijo en un comunicado el director de Amnistía Internacional para Medio Oriente y el norte de África, Malcolm Smart.
«Ahora están recurriendo a medios brutales para castigar y disuadir a los manifestantes», agregó.
La organización urgió a las autoridades libias a ordenar una investigación inmediata sobre los mortales ataques contra quienes salieron a las calles.
Informes locales sugieren que los manifestantes tomaron el control de la plaza Al-Sehaba, en Derna, imitando a los egipcios que hicieron lo mismo con la plaza Tahrir de El Cairo. Luego dominaron toda la ciudad, añaden.
El gobierno contrarrestó las manifestaciones favorables a Gadafi. La oficial Agencia de Noticias Jamahiriya informó que miles de libios marcharon el jueves y este viernes en apoyo a Gadafi.
El mismo medio publicó más de 40 informes sugiriendo que Gadafi cuenta con respaldo de la población en todo el país.
Gadafi, que derrocó a la monarquía mediante un golpe militar en 1969, cuando tenía apenas 27 años, es el líder que se mantiene en el poder desde hace más tiempo en la región, gobernando con mano de hierro a esta nación de 6,5 millones de habitantes.
Gadafi obliga a los escolares a estudiar su Libro Verde, y ha cambiado los nombres de los meses en el calendario a títulos inventados por él.
Principalmente desértica, Libia es rica en petróleo. Las ventas de combustible y gas representaron más de 95 por ciento de las ganancias derivadas de las exportaciones, y se estima que 80 por ciento de los ingresos fiscales en 2008, según el Fondo Monetario Internacional.
El malestar popular que ahora se expresa en las calles puede alterar las exportaciones a países europeos o presionar al alza los precios del petróleo. Libia vende este recurso a Italia, Alemania, Francia y España.
Tras levantar las sanciones contra Libia en 2004, Estados Unidos también aumentó sus importaciones de petróleo libio.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/