Recomiendo:
0

Grandes maniobras antes del Congreso del Partido Comunista de China

Fuentes: Agencias

La desaparición de la escena pública de uno de los principales dirigentes chinos, un escándalo político-financiero que sigue causando víctimas y un presidente en busca de un sucesor marcan las grandes maniobras previas al congreso quinquenal del Partido Comunista de China (PCC). En el XIX congreso del partido, previsto para el otoño boreal, Xi Jinping […]

La desaparición de la escena pública de uno de los principales dirigentes chinos, un escándalo político-financiero que sigue causando víctimas y un presidente en busca de un sucesor marcan las grandes maniobras previas al congreso quinquenal del Partido Comunista de China (PCC).

En el XIX congreso del partido, previsto para el otoño boreal, Xi Jinping será seguramente reelecto en la jefatura del PCC y del país más poblado del planeta, que dirige desde hace cinco años.

En cambio, poco se sabe sobre la futura integración de la Comisión Permanente del Buró Político, integrado por siete personas, que ejerce el poder real en China.

Las diferentes facciones del partido libran una áspera lucha entre bastidores para imponer a sus candidatos.

En este contexto, la repentina e inexplicada renuncia el sábado pasado del secretario del PCC en la inmensa metrópolis de Chongqing (suroeste), cuarta aglomeración urbana del país, no pasó desapercibida.

Sun Zhengcai, de 53 años, el miembro más joven de los 25 integrantes del buró político del PCC, era considerado como un candidato serio para convertirse en uno de los siete miembros del Comité Permanente, apunta Chen Daoyin, profesor de la facultad de Ciencias Políticas y Derecho de Shanghai.

Sun estaría siendo interrogado por los servicios internos del PCC en el marco de una investigación sobre corrupción, afirmó el diario de Hong Kong South China Morning Post, generalmente bien informado.

Al informar de la renuncia de Sun, el Cotidiano de Chongquing mencionó que los cuadros del PCC debían «mantener una estricta disciplina y distinguir claramente el bien del mal», lo que sería una prueba de su caída en desgracia por corrupción.

Tras su llegada al poder a fines del 2012, Xi Jinping lanzó una gran campaña anticorrupción que llevó a sancionar a 1,2 millones de personas en todo el país, según cifras reveladas por el PCC a principios de este año.

Algunos sospechan que Xi Jinping utiliza esa campaña para atacar a sus adversarios políticos.

Si se confirma que Sun Zhengcai está siendo investigado, se trataría de uno de los mayores escándalos de corrupción de un alto jerarca chino desde la caída en desgracia de Bo Xilai, poco después de la llegada al poder de Xi Jinping.

Delfín en puerta

Sun Zhengcai había sido nombrado en Chongqing para llevar a cabo la limpieza después del mandato de Bo Xilai en esa misma ciudad.

Pero en febrero, inspectores del partido le reprocharon públicamente la falta de resultados concretos, primera señal de una caída en desgracia.

Su destitución «está probablemente vinculada al hecho de que perturbaba directa o indirectamente los planes de Xi Jinping para el XIX Congreso», dijo a la AFP el politicólogo Hu Xingdou, del Instituto de Tecnología de Pekín.

El objetivo del presidente es desarmar la sucesión prevista por su predecesor Hu Jintao y el ex primer ministro Wen Jiabao, que conservan una fuerte influencia en los círculos dirigentes, analiza el profesor Chen Daoyin.

A su vez, Xi Jinping busca cimentar su sucesión más allá de su segundo mandato que lo llevará hasta el año 2022, observa Ling Li, especialistas de la política china en el Instituto austriaco de Ciencias Humanas.

Un hombre muy cercando al presidente fue nombrado al frente de Chongquing en reemplazo de Sun Zhengcai. Se trata de un «joven» de 56 años, Chen Miner, hasta ahora secretario del partido en la provincia vecina de Guizhou.

Chen Miner podría acceder al cargo de miembro permanente del buró político del PCC.

A largo plazo Chen «será el sucesor de Xi», pronostica el profesor Chen Daoyin.

El golpe contra Sun Zhengcai es una advertencia a los opositores a Xi Jinping antes de la tradicional reunión estival de la jerarquía del partido en la estación balnearia de Beidaihe, no muy lejos de Pekín, observa Chen Daoyin.

En la reunión de Beidaihe se decidirán los nombramientos, justo antes del congreso, cuya fecha no se conoce aún.

La destitución de Chen muestra que el jefe de Estado «es la voz dominante en el partido y que puede imponer su voluntad en los nombramientos», sostiene Chen Daoyin.