En el primer mes tras el golpe de estado del 1 de febrero, muchos de los grupos armados de las organizaciones de las minorías étnicas de Myanmar (llamados EAO, por sus siglas en inglés), quienes han estado en guerra con el gobierno central durante décadas, dijeron que se oponían a que la junta militar derrocara al gobierno civil elegido democráticamente.
Cuando el ejército de Myanmar asesinó a personas opositoras al régimen, la gente de las zonas urbanas deseó tener la ayuda de las EAO para combatir a los soldados, creyendo que la respuesta armada era la mejor esperanza de detener las atrocidades que el régimen militar estaba cometiendo contra la población civil desarmada.
Sin embargo, en los tres meses transcurridos desde el golpe, sólo unos pocos de los 20 grupos armados entre las minorías étnicas de Myanmar han ofrecido su ayuda a las personas manifestantes a favor de la democracia, diciendo que «no podían soportar ver cómo la junta asesinaba brutalmente a personas civiles». La mayoría se ha limitado a apoyar con palabras las manifestaciones contrarias al golpe, diciendo que «el régimen tendrá que asumir la responsabilidad de lo que está haciendo «.
El apoyo de las EAO a las personas manifestantes antigolpistas en Myanmar adopta varias formas. Sus ataques en las zonas fronterizas son preocupantes para el régimen militar ya que éste tiene que desplegar más tropas a esos frentes, al tiempo que tiene que imponerse en las manifestaciones que se realizan. Las fuerzas armadas de las minorías étnicas también proporcionan refugio a los que huyen, además de ofrecer entrenamiento militar a jóvenes y entusiastas manifestantes urbanos que han pasado a la clandestinidad para unirse a la lucha armada contra la dictadura militar.
Hasta el momento, el Ejército para la Independencia Kachin (KIA) y el Ejército de Liberación Nacional Karen (KNLA), brazo armado de la Unión Nacional Karen (KNU), han sido los grupos más destacados a la hora de apoyar la oposición a la junta militar.
Desde marzo, han estallado intensos combates entre el KIA y el ejército de Myanmar y entre el KNLA y las tropas del régimen en varias localidades del estado Kachin, el estado Shan del norte, el estado Karen y la región de Bago. Las noticias de los combates han animado a la población, harta de las atrocidades del ejército contra personas manifestantes y civiles.
En el estado Kachin, el KIA se hizo con una base estratégica para los soldados del régimen en una colina, mientras en el sur, los soldados Karen del KNLA tomaron un puesto militar cercano a la frontera con Tailandia. En ambas zonas, las tropas del régimen han sufrido un número creciente de bajas por muerte y captura.
La Unión Nacional Karen y Ejército de Liberación Nacional Karen
El KNU, partido político del grupo étnico Karen y la agrupación política más antigua de Myanmar, se ha opuesto al régimen militar desde el golpe de estado. Su presidente, Padoh Saw Mutu Say Poe, se niega a reunirse con el líder de la junta, el General Min Aung Hlaing, hasta que el ejército deje de asesinar a civiles y se libere a todas las personas detenidas desde el 1 de febrero. El KNU rechazó, el 27 de marzo, la invitación de la junta para asistir al desfile del Día de las Fuerzas Armadas.
Mientras la junta celebraba su desfile del Día de las Fuerzas Armadas, el KNLA, brazo militar del KNU, se hacía con un puesto de avanzada cerca del río Salween, en Thi Mu Hta, en poder de la División de Infantería Ligera 349 del ejército. La intervención de la Brigada 5 del KNLA causó 10 bajas entre la División 349, incluyendo la de un oficial, además de la captura de ocho soldados.
La Brigada 5 es una de las unidades del KNLA que no ha dejado de luchar contra el ejército de Myanmar, a pesar de que el KNU firmó acuerdo nacional para el alto al fuego en 2015. Durante los últimos tres años, los militares han ampliado su control en el territorio de la Brigada 5 y han lanzado ataques sistemáticos contra la población civil. En diciembre, el KNLA amenazó al ejército de graves consecuencias si se negaba a retirar sus tropas.
El 27 de abril, exactamente un mes después de la captura de Thi Mu Hta, la Brigada 5 invadió un puesto militar fronterizo a orillas del río Salween en Thaw Le Hta, cerca de la frontera con la provincia tailandesa de Mae Hong Song. Al menos una docena de soldados del régimen fueron abatidos. El ejército tomó represalias con ataques aéreos en el territorio de la Brigada 5, al igual que ya hizo tras la toma de Thi Mu Hta, desplazando a unas 30.000 personas residentes locales.
El portavoz de la Brigada 5, el Teniente Coronel Saw Kler Doh, declaró a The Irrawaddy que los ataques del KNLA son para mostrar el apoyo a las personas civiles y al recién formado Gobierno de Unidad Nacional, creado por legisladores electos del derrocado gobierno de la Liga Nacional para la Democracia o NLD.
El Teniente Coronel Saw Kler Doh dijo: «Hacemos lo que podemos para dejar claro que no es aceptable tomar el poder por la fuerza y disparar a personas desarmadas. Tenemos que hacer lo que podamos para apoyar al pueblo».
Ejército para la Independencia Kachin (KIA)
Desde que, en 2011, se rompió un alto al fuego de 17 años de duración en el estado Kachin, el KIA ha mantenido una posición generalmente defensiva en los enfrentamientos con el ejército de Myanmar. Sin embargo, tras el golpe de estado, ha comenzado a lanzar ataques contra el régimen en varias localidades clave del estado Kachin y del norte del estado Shan, con una intensidad que no se veía desde 2018.
El KIA ha asaltado más de una docena de puestos militares y policiales en los municipios de Waimaw, Momauk, Hpakant, Tanai, Mogaung, Shwegu e Injangyang. Además, ha atacado varios convoyes militares que llevaban refuerzos a las tropas en combate contra el KIA y a los soldados implementando medidas represivas contra manifestantes en favor de la democracia en el estado Kachin.
Poco después del golpe, el KIA solicitó al Mando Norte del ejército, por medio del Grupo de Creación de Paz con base en el estado Kachin, no herir a personas kachin manifestándose pacíficamente en contra del régimen. Sin embargo, el 8 de marzo en Myitkyina dos hombres murieron cuando los soldados abrieron fuego en las manifestaciones. Tres días después, el KIA atacó un puesto militar en Hpakant, el centro de extracción de jade.
El KIA amenazó con intensificar sus ataques si la junta seguía disparando a personas desarmadas manifestándose en todo el país. El 15 de marzo, el grupo asaltó otro puesto militar en el municipio de Injangyang. Diez días después, ocupó la estratégica base de Alaw Bum, en el municipio de Momauk, cerca de la frontera con China, que había sido ocupada por soldados del ejército desde principios de la década de 1990.
Miles de soldados del régimen han sido enviados como refuerzo al municipio de Momauk y se producen ataques aéreos casi diarios en los esfuerzos por reconquistar la base. Pero el régimen ha perdido más de 100 soldados, entre ellos el comandante de un batallón, además de que el KIA ha capturado a unos 50 soldados durante los enfrentamientos.
A finales de marzo, el KIA atacó una comisaría de policía en la localidad de Kyaukgyi, en el municipio de Shwegu del estado Kachin, afirmando que el ataque se produjo porque la policía está implicada en la represión letal de manifestantes contra el régimen.
El 11 de abril, el grupo también atacó dos puestos de policía y una base militar en el puente de Tarpein, en el municipio de Momauk. Tras el ataque, cuatro civiles murieron al ser alcanzados por proyectiles de artillería disparados por el ejército de Myanmar en las aldeas de Myohaung, Myothit y Sihike. El 15 de abril, el KIA atacó una base en la zona de Nam Byu, en el municipio de Tanai, que los militares habían arrebatado al KIA en 2018.
Actualmente, hay intensos combates diarios en los municipios de Momauk, Putao, Bhamo y Hpakant. El oficial de información del KIA, el Coronel Naw Bu, declaró que el ejército ha estado especialmente activo en sus esfuerzos por recapturar la base de Alaw Bum.
El Coronel Naw Bu dijo que el KIA no reconocerá a la junta y que tomarán la delantera atacando a los mismos refuerzos que envíen para combatirlos.
Mostrando apoyo al K2K
Activistas en favor de la democracia han expresado su apoyo al KNU y al KIA desde que comenzaron los combates en los estados Kachin, Karen y Shan. Gente joven de las principales ciudades ha salido a la calle con pancartas en las que se puede leer «Apoyamos al KIA y al KNU».
Hasta ahora, la ciudadanía de las ciudades de Myanmar no ha experimentado de primera mano la brutalidad del régimen militar. Las zonas fronterizas, sin embargo, llevan mucho tiempo sufriendo a manos de la junta militar. Ahora, los pueblos de Myanmar se están uniendo para rechazar la dictadura.
«Nunca pensé que la mayoría del pueblo birmano apoyaría a los grupos armados de las minorías étnicas «, dijo a The Irrawaddy Seng Bu, un activista kachin con sede en Myitkyina. «La situación ha cambiado por completo. La gente birmana se da cuenta ahora de lo que las minorías étnicas han sufrido durante generaciones», añadió. «Ahora estamos más unidos», dijo.
Crisis en aumento de personas refugiadas
Aunque la mayoría del pueblo birmano apoya a los grupos armados, miles de personas pertenecientes a las minorías étnicas en los estados Kachin, Karan y Shan están teniendo que huir de sus hogares como consecuencia de la ferocidad de los combates. En respuesta a los ataques del KIA y del KNLA contra los puestos de seguridad, el ejército ha tomado represalias con ataques aéreos contra las aldeas de los estados Kachin y Karen.
Desde mediados de abril se han producido frecuentes ataques aéreos contra aldeas del municipio de Momauk. En últimos combates, los aviones bombardearon durante seis días las aldeas, obligando a 5.000 personas residentes a abandonar sus hogares. Sólo en la aldea de Myothit, según información local, casi tres docenas de casas se destruyeron con los ataques aéreos.
Hay más de 10.000 personas desplazadas en los municipios de Injangyang, Hpakant, Momauk, Myitkyina, Shwegu y Waimaw del estado Kachin, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) y agencias humanitarias locales. Muchas de estas personas se han refugiado en iglesias y monasterios de Momauk.
«Cada vez son más las personas que se refugian en las iglesias, que ya están inundadas de gente», dijo un representante de la Convención Bautista Kachin o KBC. «Esperamos que haya más gente. Pero no tenemos suficiente espacio», dijo.
El reverendo Dr. Hkalam Samson, Presidente de la KBC, dijo a The Irrawaddy que el golpe de estado no sólo había creado una nueva crisis humanitaria, sino que también había detenido el proceso de repatriación de personas refugiadas dirigido por el Comité Kachin Humanitarian Concern o KHCC, un equipo de estrategia conjunta.
Formado por varias ONG religiosas y de base comunitaria bajo el gobierno del NLD, el KHCC intenta facilitar el retorno de personas refugiadas. Más de 100.000 personas se encuentran desplazadas desde 2011. La mayoría de ellas están en campamentos o refugios temporales, tanto en zonas controladas por el gobierno como en los territorios que controla el KIA.
«Mientras los militares estén en el poder, la repatriación de personas refugiadas no será posible. Si los militares no hubieran dado el golpe de estado, la repatriación habría tenido gran éxito», dijo el reverendo Dr. Hkalam Samson.
«Mientras continúen los combates, el número de personas refugiadas seguirá aumentando», añadió.
OCHA estima que, tras el golpe de estado y los ataques aéreos militares, unas 40.000 personas han huido de sus hogares en el distrito de Papun, en el estado Karen, y en los municipios de Shwe Kyin, Kyaukkyi y Nyaunglebin, en la región de Bago. Se calcula que unas 1.000 personas refugiadas, en su mayoría ancianas, enfermas, mujeres y menores, han tomado asilo en Tailandia.
El jueves, un total de 41 grupos de la sociedad civil Karen pidió al gobierno tailandés que concediera asilo temporal a las personas desplazadas por los ataques aéreos.
La Juventud Toma las Armas en los estados Kachin y Karen
La brutal represión contra las personas manifestantes contra el régimen militar, que incluye asesinatos, detenciones y torturas, ha empujado a parte de la juventud a tomar las armas.
Miles de jóvenes, incluyendo estudiantes, doctores y otros profesionales, han buscado refugio en los territorios de minorías étnicas, sobre todo en los estados Karen y Kachin. Allí están recibiendo formación militar, ya que la mayoría parece querer combatir contra el régimen y devolver al país a una gobernanza civil.
Una activista e investigadora de derechos humanos, que creía en el movimiento pacífico, declaró a The Irrawaddy que ya no creía que la protesta pacífica pudiera derrocar a la junta militar.
«Podría decir que todo parece tan deprimente estos días. Podrían preguntarme si el régimen ya ha ganado. Por supuesto que no. La gente luchará contra ellos. La gente que se entrena en la selva restaurará nuestra democracia perdida», dijo.
«Siempre hay un resquicio de esperanza», subrayó. «La gente en la selva es nuestra esperanza ahora».
Fuente original en inglés: https://www.irrawaddy.com/news/burma/ethnic-armed-groups-unite-anti-coup-protesters-myanmar-junta.html