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Guerra en Mali: cómo empieza y cómo acaba

Fuentes: Gara

La narrativa de quienes han declarado la guerra en Mali justifica esa decisión con el argumento de evitar a toda costa que ese país se convierta en una incubadora de «terrorismo» que extienda el caos desde Somalia en el océano Índico hasta Mauritania en el Atlántico. Pero paradojas de la historia, los mismos que apostaron […]

La narrativa de quienes han declarado la guerra en Mali justifica esa decisión con el argumento de evitar a toda costa que ese país se convierta en una incubadora de «terrorismo» que extienda el caos desde Somalia en el océano Índico hasta Mauritania en el Atlántico. Pero paradojas de la historia, los mismos que apostaron por la guerra en Libia han dado la mayor victoria a la insurgencia islamista de la última década. Miles de combatientes tuaregs experimentados y bien armados que lucharon en el ejército de Gadafi volvieron a Mali y conquistaron una tras otra las principales ciudades del norte, las distintas facciones islamistas armadas aprovecharon la oportunidad del momento y, como consecuencia, un territorio tan extenso como el del Estado francés está bajo su control. La guerra en Libia llamó a la guerra en Mali y utilizar ahora la misma receta, una intervención exterior de la que se sabe cómo se empieza y nunca cómo acaba, solo conllevará más destrucción y más muerte a una de las zonas más pobres del mundo.

Las antiguas potencias coloniales, en esta caso el Estado francés, raramente abandonan sus ambiciones. Su decisión de bombardear ciudades y de liderar una intervención de la que no se conoce su naturaleza y su alcance tiene que ver con el pasado pero sobre todo con el futuro. Mali es la puerta al desierto del Sahara bajo cuya arena se encuentran ingentes cantidades de gas y petróleo, además de oro, uranio y otros minerales preciosos. Asegurar el acceso y la explotación de esos recursos se antoja decisivo. Se ha construido un semiconsenso para que París vaya a la guerra en Mali, pero a la vista de los precedentes, la inquietud por lo que venga después se ha hecho muy presente en el mundo.

La intervención militar no puede solucionar el caos por sí sola. Tiene garantizada la victoria a corto plazo, sin embargo, la superioridad de tecnología y poder militar, por muy aplastante que sea, no puede evitar las consecuencias en el futuro. Los ciudadanos de Mali serán los próximos que aprenderan esta lección. Y la devastación definirá Mali y toda la región del Sahel por mucho tiempo, a costa de muchas, demasiadas vidas.

Fuente: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130114/382615/es/Guerra-Mali-como-empieza-como-acaba