Finalmente, el Primer Ministro de consenso en Guinea, Lansana Kouyaté, designó un nuevo gabinete que, sorprendentemente, no cuenta con ningún ministro del anterior régimen liderado por el Presidente guineano, tal y como muchos esperaban y demostrando así que Kouyaté dispone de una gran libertad y poder. Kouyaté declaró que el nuevo gobierno se dedicará al […]
Finalmente, el Primer Ministro de consenso en Guinea, Lansana Kouyaté, designó un nuevo gabinete que, sorprendentemente, no cuenta con ningún ministro del anterior régimen liderado por el Presidente guineano, tal y como muchos esperaban y demostrando así que Kouyaté dispone de una gran libertad y poder. Kouyaté declaró que el nuevo gobierno se dedicará al servicio público, la protección de los intereses nacionales, así como el mantenimiento de la democracia. Confiando en que la justicia y el respeto por el papel de la ley son la base de la armonía, el Primer Ministro de Guinea dijo que esta idea será la guía de principios del nuevo régimen.
Ya los guineanos empezaban a preguntarse si el Primer Ministro Lansana Kouyaté estaba siendo presionado por el Presidente Lansana Conté para no formar el esperado gobierno, una de las principales exigencias de los huelguistas a principios de este año.
Después de reunirse con una delegación de la Comunidad Económica de Estados de África Oeste (CEDEAO), el primer ministro Kouyaté utilizaba esta semana la radio estatal para desmentir las especulaciones en torno a un retraso en designar un nuevo gabinete.
Kouyaté dijo que él necesita un cierto tiempo para elegir «hombres y mujeres honestos y competentes», pero que él no había sido accionado por control remoto por nadie, incluyendo al presidente y los sindicalistas. Kouyaté dijo que él ha estado consultando a la sociedad guineana sobre el caso.
«Si el presidente hubiese deseado bloquear mis funciones, él no habría firmado un decreto que reestructura el gobierno futuro, que abarca 27 ministros en lugar de 18», dijo, instando a los guineanos a ejercitar la paciencia.
Kouyaté, con una amplia experiencia diplomática, fue elegido entre la lista de candidatos propuesta por sindicalistas y líderes de oposición, substituyendo a Eugene Camara, cuyo nombramiento fue considerado como «una nueva provocación» por el presidente Conté. Esto añadió más leña al fuego en la ya de por sí volátil Guinea, donde las fuerzas de seguridad mataron a más 100 personas por manifestarse en contra del incremento de precios de bienes y servicios básicos.
El presidente de Guinea designó al nuevo Primer Ministro a través de un decreto que destituyó automáticamente a Camara del cargo. Se produjo poco después de que gobierno y sindicatos alcanzasen un acuerdo con la mediación de una delegación de CEDEAO liderada por el anterior líder militar de Nigeria, Ibrahima Babangida.
El Primer Ministro Kouyaté fue asignado con la misión de liderar un gobierno de unidad dirigido a «consolidar la unidad nacional, salvaguardar la paz y reavivar la prácticamente muerta economía» del país.
Kouyaté dirige el gobierno con la completa responsabilidad política del gabinete, así como de poner en ejecución las políticas estatales, algo que hasta ahora ha sido responsabilidad del presidente Conté, enfermo y postrado en la cama. Kouyaté ha tenido que pedir a la población que «baje su tono» y se apresure a reparar los daños causados por los 45 días de rebeldía.
«Hemos sufrido agitación», recordó Kouyaté admitido, añadiendo que todos los guineanos están obligados a participar en la construcción de la nación