Un equipo de Médicos Sin Fronteras atiende, en la península de Afungi, a desplazados procedentes de Palma
Maputo / Madrid, 31 de marzo de 2021.- Sylvie Kaczmarczyk, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras en Mozambique relata lo que han visto los equipos de MSF tanto en Afungi, una localidad a 25 kilómetros a Palma a la que han llegado desplazados procedentes de la ciudad tras los ataques, como en otras zonas de la provincia de Cabo Delgado donde también han comenzado a arribar cientos de personas desplazadas.
“El lunes 29 de marzo, un equipo de Médicos Sin Fronteras llegó a la península de Afungi, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Palma, donde están llegando algunos heridos y parte de la población está buscando refugio. El objetivo de MSF es proporcionar asistencia médica, estabilizar a los pacientes y garantizar que las personas que están en condiciones médicas críticas sean evacuadas. Nuestro principal objetivo es salvar vidas.
Desde que comenzaron los violentos ataques el pasado miércoles, cientos de personas han llegado a Afungi en busca de seguridad, la mayoría tras huir a pie y esconderse en el monte durante días. Escuchamos una y otra vez que lo único que quieren es huir de allí. Están aterrorizados. La mayoría llegan en estado de shock y están deshidratados y hambrientos. Hemos visto de todo: personas con heridas leves o moderadas, pero también desplazados en estado crítico con lesiones graves que ponen en riesgo su vida.
«Muchos llegan en estado de shock y están deshidratados y hambrientos. Hemos visto desde personas con heridas leves o moderadas, a desplazados en estado crítico con lesiones graves que ponen en riesgo su vida».
Entre quienes han huido hay niños. Hemos atendido a un bebé con una herida de bala. También están llegando mujeres embarazadas en condiciones terribles: una mujer, que parecía, estar en su séptimo mes de embarazo, sufría una hemorragia profusa; su bebé ya había muerto. Hay madres que han llegado con sus recién nacidos, algunos de ellos de tan solo un día. Han dado a luz en condiciones muy difíciles. La mayoría de las madres atendidas por el equipo estaban en estado de shock, presentaban deshidratación; no habían comido nada desde hacía horas, por lo que no podían alimentar a sus bebés. Es una situación desgarradora.
«Una mujer, que parecía, estar en su séptimo mes de embarazo, sufría una hemorragia profusa; su bebé ya había muerto».
Antes de los ataques, Palma tenía una población estimada en varias decenas de miles de personas, incluidas las personas desplazadas que habían llegado a la ciudad huyendo de los combates de los meses anteriores. Al parecer, muchos de ellos han huido de la ciudad en diferentes direcciones: algunos han tomado barcos hacia el sur, otros se han adentrado en el interior a través del monte o hacia la frontera con Tanzania, y otros muchos parecen seguir escondidos en los alrededores de Palma.
Paralelamente al trabajo que nuestro equipo realiza en Afungi, otros equipos de MSF se han preparado en Mueda, Nangade, Montepuez, Pemba y Macomia para apoyar las necesidades médicas y humanitarias de las personas que huyen de Palma. Los equipos de MSF han visto, por el momento, solo algunos cientos de personas que han llegado a lugares como Mueda y Montepuez en los últimos días. Algunas presentan enfermedades leves, dolores musculares y pequeñas lesiones como resultado de caminar durante muchas horas, ya que el viaje desde Palma a través del monte puede durar varios días, sin agua ni comida suficientes.
Nuestros equipos están trabajando para averiguar dónde se encuentran actualmente grupos numerosos de personas que huyen de Palma y hacia dónde se dirigen, con el fin de adaptar nuestra respuesta y proporcionar asistencia médica y humanitaria cuando sea posible”.
Guillermo Algar González. Press Officer, MSF España