Miles de manifestantes en favor de la democracia continúan protestando en las calles de Hong Kong. Las protestas promovidas por el grupo Ocupemos el Centro cerraron el distrito financiero. Policías antidisturbios fueron enviados para dispersar la multitud de decenas de miles de adolescentes en el centro de Hong Kong el pasado domingo. Fracasaron y todos […]
Miles de manifestantes en favor de la democracia continúan protestando en las calles de Hong Kong. Las protestas promovidas por el grupo Ocupemos el Centro cerraron el distrito financiero.
Policías antidisturbios fueron enviados para dispersar la multitud de decenas de miles de adolescentes en el centro de Hong Kong el pasado domingo. Fracasaron y todos fueron expulsados el lunes de esta semana.
El Partido Comunista Chino (PCC) ha desencadenado las protestas, ya que había prometido elecciones directas para elegir al mandatario de Hong Kong, su jefe del ejecutivo hasta 2017, pero el Partido desde que lo anunció sólo ha elegido a aquellos candidatos seleccionados por ellos mismos para la ocasión y esto ha desatado una oposición masiva.
Los y las estudiantes tomaron la plaza del Ayuntamiento la semana pasada. Ocuparon la calle de la residencia del actual jefe del ejecutivo, CY Leung, el jueves de la semana pasada. Esto ha supuesto un boicot masivo en las aulas universitarias, institutos y colegios, respaldados por más de 400 académicos. La determinación estudiantil, a pesar de haber sufrido gases lacrimógenos y haber sido golpeados, ha dado a otra gente la confianza para lanzarse a las calles en su apoyo.
Las tiendas que rodean la zona ocupada se quedaron vacías ya que la gente abastecía a los y las estudiantes, incluso de paraguas para que pudieran defendersede de los esprais de pimienta utilizados por la policía. La policía efectuó numerosas detenciones, incluída la del lider estudiantil Joshua Wong, de 17 años. Volvieron a atacar al alumnado el domingo por la mañana, en esta ocasión con gas lacrimógeno, pero la multitud continuaba creciendo, equipada con máscaras médicas y permaneciendo unida para protegerse del gas.
Los conductores aparcaban sus coches para dificultar a la policía el ataque. Los taxistas ofrecían el 50% de descuento a los estudiantes si se unían a la protesta y los conductores de metro anunciaban por megafonía a los pasajeros: «viajeros con corazón, acudan al centro. Los necesitamos allí». Los profesores y otros sindicalistas han anunciado que realizarán huelgas.
Más de media docena de protestas internacionales de solidaridad tuvieron lugar el pasado fin de semana, incluyendo dos en Londres. Los manifestantes se unieron a la sentada de protesta en la plaza principal de Taipei, Taiwan, desde donde seguían los acontecimientos en Hong Kong a través de pantalla gigante. El gobierno chino remite la respuesta a las autoridades de Hong Kong.
El Ministerio de Relaciones Exteriores británico anunció el pasado lunes que estaban preocupados por la situación, pero los manifestantes han respondido que las granadas de gas usadas contra ellos han sido fabricadas en el Reino Unido, Las fotografías muestran granadas producidas por la firma inglesa Chemring Defense. Gran Bretaña aprobó la licencia para la exportación de gas lacrimógeno a Hong Kong en enero.
Sally Kincaid es periodista del Socialist Worker
Traducido por Helena Renuncio