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Líderes políticos y sociales demandan "el respeto a los derechos del hombre más elementales"

Huelga de hambre en Túnez ante la ausencia de libertades

Fuentes: Rebelión

Siete importantes personalidades de la oposición y de la sociedad civil tunecina comenzaron el martes una huelga de hambre para reclamar más libertades en Túnez. Ello ha provocado una semana convulsa en lo político, mediático y diplomático. Por primera vez en Túnez un grupo de opositores al régimen de Zine El Abidine Ben Ali se […]

Siete importantes personalidades de la oposición y de la sociedad civil tunecina comenzaron el martes una huelga de hambre para reclamar más libertades en Túnez. Ello ha provocado una semana convulsa en lo político, mediático y diplomático.

Por primera vez en Túnez un grupo de opositores al régimen de Zine El Abidine Ben Ali se une en un movimiento de protesta, pacífico y espectacular, y consigue el reconocimiento de la prensa internacional y de diferentes gobiernos extranjeros.

Los siete huelguistas son reconocidos dirigentes políticos y sociales que decidieron comenzar su protesta para «decirles a los tunecinos y al mundo entero que vivimos en un país sin libertades y sin respeto a los derechos del hombre más elementales».

El grupo está compuesto por Néjib Chebbi, Secretario general del Partido Democrático Progresista; Hamma Hammami, portavoz del Partido Comunista de los Obreros de Túnez (no reconocido); y Mokhtar Yahyaoui, juez cesado en 2002 de su cargo por haber denunciado las presiones políticas ejercidas sobre los magistrados tunecinos.

Los otros huelguistas son Abderraouf Ayadi, vicepresidenta del partido Congreso Para la República (no reconocido); Mohammed Nouri, presidente de la Asociación Internacional de Apoyo a los Presos Políticos (no reconocida); Ayachi Hammami, Secretaria general de la Liga Tunecina de los Derechos del Hombre (LTDH); y Lotfi Hajji, Secretario general del Sindicato de Periodistas Tunecinos (no reconocido) y corresponsal no autorizado de la cadena de televisión Al-Jazeera.

En el comunicado emitido por el grupo se hacía un llamado a los participantes en la próxima Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI), a celebrar en Túnez, para que fueran conscientes de lo que supone la libertad de expresión y de Internet en un país dónde destacados líderes dejan de comer a causa de la ausencia de libertades.

En su declaración común denunciaban «una degradación intolerable» del estado de las libertades y acusaban al poder de ignorar «las aspiraciones de sectores enteros de la sociedad». Al tiempo, exigían el reconocimiento de todas las asociaciones y partidos políticos y el fin del acoso a la Asociación de magistrados, a la LTDH y al Sindicato de periodistas.

En un gesto inusual, forzado por la situación y relevancia de los huelguistas, el gobierno tunecino se vio obligado al día siguiente a reconocer oficialmente la existencia de la protesta. Si bien acusó a los opositores de querer difamar a su país en vísperas de la CMSI, y negó todas las acusaciones hechas sobre la falta de libertades.

Ese mismo día periódicos franceses como Le Monde, Le Nouvel Observateur o L’Humanité recogían ya diferentes informaciones sobre la huelga de hambre, mientras los medios tunecinos guardaban, y siguen guardando, silencio.

También a partir del miércoles varios representantes de legaciones diplomáticas se acercaron durante la semana hasta el lugar donde se realiza la protesta, debiendo de atravesar un despliegue policial desmesurado, para conocer de primera mano los reclamos y la situación de salud de los concentrados.

La más importante de estas visitas fue la del número dos de la embajada británica, Phil Batson, quien se acercó como representante del gobierno que ostenta actualmente la presidencia de la Unión Europea.

Igualmente, los huelguistas comenzaron a recibir desde el primer día mensajes de apoyo de diversas partes del país y del mundo. Uno de los primeros fue el procedente del Partido Comunista Francés.

El gobierno de Ben Ali, por su parte, no ha vuelto a realizar declaraciones y procedió a retirar todo el dispositivo policial tras la visita de Phil Batson.

En los centros universitarios se celebraron durante esta semana numerosas asambleas estudiantiles y muchas organizaciones sociales están tratando de coordinarse con el objetivo de ampliar la base de lo que ya se ha dado en llamar el «Movimiento 18 de octubre».