Traducido del alemán para Rebelión por Javier Fdez. Retenaga
La polémica en torno al plan para el envío de más de cien mercenarios alemanes a Somalia da nueva prueba de la creciente expansión de las empresas de seguridad privada alemanas. Como confirma el director de negocios del Asgaard German Security Group, con sede en Telgte, en las proximidades de Münster (Nordrhein-Westfalen), la empresa proyecta el envío de personal armado a Somalia en número superior a cien. Apoyarán allí a un señor de la guerra que se proclama presidente del país. Mientras el ministerio de Exteriores alemán se distancia de la acción, en Occidente aumentan las voces que dan por fracasada la política de la UE y EE. UU. en Somalia y reclaman una alternativa. Las áreas de intervención de empresas de seguridad como Asgaard son cada vez más extensas. Varias organizaciones de comercio exterior, como la Asociación África o la Asociación Germano-Iraquí de la Pequeña y Mediana Empresa, colaboran habitualmente con ellas a fin de proporcionar protección al personal alemán en zonas de guerra o conflicto. La Academia Federal de Estudios sobre Seguridad berlinesa sigue con enorme interés el crecimiento de la industria represiva privada. Explica el director de negocios de la institución que esto permite que las intervenciones pasen «mucho más inadvertidas» que las intervenciones militares habituales.
Con todas las armas
Como confirma el director de negocios del Asgaard German Security Group, la compañía se propone enviar a Somalia más de cien mercenarios armados. Allí, por encargo de un autoproclamado presidente, deberán asumir «labores exclusivas y de gran alcance», según comunicó Asgaard en diciembre de 2009. Sus actividades van «desde el asesoramiento y planeamiento estratégico en materia de seguridad, hasta la implementación y aplicación operativa de todas las medidas» que sean necesarias «para restituir la seguridad y la paz». También «actividades de adiestramiento», así como de lucha contra la piratería.(1) Sin olvidar la protección militar, con completo equipamiento armado, de personas, objetos y convoyes, añade ahora el director de negocios de la compañía.(2) No se pueden descartar, por tanto, los enfrentamientos armados. El contratante somalí explica que los mercenarios alemanes han recibido también «el encargo de -eventualmente- luchar» junto a sus milicianos.
Sondear alternativas
Las circunstancias políticas que rodean el proyectado envío de mercenarios siguen sin estar claras. Alemania y la UE apoyan desde hace años al denominado Gobierno de transición somalí (Transitional Federal Government, TFG), que cuenta además con el respaldo de los EE. UU. El contratante somalí de Asgaard, Galadid Abdinur Ahmad Darman, niega toda legitimidad al Gobierno de transición y afirma que en 2003 se proclamó presidente de Somalia. Vive en el exilio, pero todo apunta a que tiene en Somalia milicias bajo su control. Hasta el momento no goza de ningún reconocimiento internacional. La ONU afirma que Darman facilita a empresas extranjeras el acceso a Somalia y falsifica moneda, a la vez que a sus milicias se les acusa de atacar a periodistas independientes. Darman es promocionado por una sospechosa agencia («SOMA-MEDIA») con conexión telefónica cerca de Colonia, que en sus comunicados de prensa indica la misma persona de contacto que el Asgaard German Security Group. Se desconoce si Asgaard actúa en conformidad con las autoridades estatales. De hecho, en Occidente, sobre todo en los EE. UU., se multiplican las voces que dan por fracasado el denominado Gobierno de transición y demandan una alternativa. Hay que buscar un nueva relación con Somalia, opina el influyente Council on Foreign Relations, en Nueva York.(3)
Riesgos comerciales
Con independencia de la orientación concreta de los planes mercenarios para Somalia, el asunto de Asgaard pone de manifiesto la creciente expansión de las empresas alemanas de seguridad privada (Private Security Companies, PSC). Asgaard, activa desde 2004 según sus propios datos, cuenta con una filial en Somalia y se dispone a fundar otras nuevas en el extranjero. También posee una filial en el país BA Enterprises (antes denominada Bodyguard Academy, con sede en Lübeck), empresa que cuenta con la Asociación Germano-Iraquí de la Pequeña y Mediana Empresa (MIDAN) entre sus socios. Las empresas alemanas que quieren entrar en el mercado iraquí han contratado a otras PSC para «protección personal», entre otras el Result Group (en Grünwald, Munich). El Result Group colabora además con la Asociación África, a la cual proporciona «asesoramiento y entrenamiento en materia de seguridad». «En muchos países de África» -apunta al respecto la Asociación África-, «las prometedoras oportunidades de negocio a menudo tienen que afrontar un elevado riesgo para los empleados al servicio de las compañías extranjeras». El Result Group les proporciona adiestramiento sobre la manera de «conducirse ante ataques criminales y disturbios políticos».
Prefentemente, unidades de combate
El caso Asgaard prueba además la estrecha relación de las empresas de seguridad privada con los aparatos represivos del Estado. La propia Asgaard establece como condición a sus candidatos haber servido en el ejército durante al menos cuatro años, «preferentemente en unidades especiales o de combate». El Result Group está dirigido por un antiguo miembro de un comando de intervenciones especiales (SEK) de la policía alemana; hay en él ex miembros de la unidad especial de la policía GSG 9 y de las unidades de élite de los cuerpos especiales del ejército (KSK), pero también anteriores colaboradores de los servicios de espionaje (BND). En Asgaard, el director de esta compañía de mercenarios es un funcionario de la asociación de reservistas del ejército federal, en Münster. En la página oficial de la asociación, el sargento primero en la reserva Thomas Kaltegärtner pone como dirección de contacto las señas de la empresa.
Intervenciones mucho menos notorias
La estrecha relación de las empresas de seguridad privada con los aparatos represivos del Estado responde al interés con que los órganos de planificación de Berlín siguen el crecimiento de la industria represiva privada. Sobre todo la Academia Federal de Estudios sobre Seguridad, concebida como centro de coordinación dentro de la «Strategic Community», se ha ocupado reiteradamente en los últimos años de la «privatización en el sector de la seguridad». El presidente de la Academia federal, el teniente general en la reserva Kersten Lahl, acostumbra a elogiar las ventajas de la privatización de la guerra (4), que ofrece más eficiencia en costes, mayor flexibilidad y, además, permite maniobras de los mercenarios mucho más discretas. «En las sociedades democráticas, toda intervención armada suscita controversias (…) y provoca recelos», según ha observado Lahl. «Los trabajos de las empresas privadas» pasarían, por tanto, «mucho más desapercibidos». «De este modo» -a juicio del presidente de la Academia- «se libera a la política de parte de la presión en las decisiones, e incluso de su responsabilidad». Las empresas de seguridad privada abren así, premeditadamente, la posibilidad de intervenir con fuerzas militares también en situaciones en las que desde la política no fuera posible aprobar una intervención del ejército federal, digamos en Somalia.
NOTAS
(1) Seguridad en Somalia bajo dirección alemana; Comunicado de prensa del Asgaard German Security Group, del 16 de diciembre de 2009.
(2) Mercenarios alemanes para la guerra civile en Somalia; www.tagesschau.de 22.05.2010.
(3) Los EE. UU. deben buscar un nueva relación con Somalia, sostiene el informe del CFR; www.cfr.org, 10.03.2010
(4) «Aktuell 2008». Privatisierung im Sicherheitssektor. Einführungsvortrag des Präsidenten der Bundesakademie für Sicherheitspolitik (La privatización en el sector de la seguridad. Discurso introductorio del presidente de la Academia Federal de Estudios sobre Seguridad), teniente generalGenLt a.D. Kersten Lahl, el 5 de septiembre de 2008, en Berlín.
Fuente: German-Foreign-Policy.com
Traducido del alemán por Javier Fdez. Retenaga, miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística (www.tlaxcala.es). Esta traducción se puede reproducir libremente, a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.