El título de este comentario prácticamente lo sugirió hace 15 años el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz durante una conversación el 14 de octubre de 2010 con el economista, escritor y profesor emérito de Economía de la Universidad de Ottawa, Canadá, Michel Chossudovsky cuando le manifestó:
“(…) En cualquier circunstancia, lo de Afganistán es una bobería y lo de Irak otra, comparado con lo que se van a topar en Irán: el armamento, el entrenamiento, la mentalidad, el tipo de soldado… si hace 31 años, en 1979, los combatientes iraníes limpiaban los campos de minas avanzando sobre éstos, serán, sin duda, los adversarios más temibles con los que se enfrentaría Estados Unidos (…)”.
Con la luz larga que siempre le caracterizó, que desde el presente veía el futuro, Fidel tenía razón lo que quedó demostrado en la reciente guerra de 12 días (del 13 al 25 de junio) que Israel y Estados Unidos le impusieron a Irán para tratar de derrocar a su gobierno.
Ante la realidad de que por primera vez en la historia moderna los misiles iraníes penetraban las defensas israelíes y que el régimen sionista sería derrotado, el mandatario estadounidense Donald Trump, ordenó bombardear instalaciones nucleares iraníes con fines pacíficos y a la par utilizar antimisiles Thaad para contrarrestar los ataques de la nación islámica.
Pero todo eso fue en vano porque Washington y Tel Aviv chocaron con la férrea voluntad del pueblo iraní y de sus dirigentes de defender la Revolución al costo que fuera necesario.
Al final a Trump no le quedó otra alternativa que obligar a su aliado Benjamín Netanyahu a aceptar un cese al fuego. En esta ocasión Irán hizo morder el polvo de la derrota a los dos prepotentes adversarios.
Y es que a pesar de todas las presiones, sanciones, bloqueos y hasta amenazas de guerra nuclear, las potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos y la Unión Europea no han podido derrocar al gobierno de la República Islámica de Irán que se ha convertido en los últimos años en una de las naciones más poderosas de Oriente Medio y Centro Asia.
Recuerdo que hace unos años cuando visité ese país con motivo de celebrarse allí un seminario internacional sobre el Movimiento de Países No Alineado, la mayoría de los medios de comunicación capitalistas afirmaban que una debacle económica y política se cernía sobre ese país debido al bloqueo decretado por Occidente.
Llegar a Teherán, capital de Irán, es enfrentarse a los pormenores de una cultura islámica milenaria, en una ciudad llena de comercios repletos de mercancías y alimentos por doquier, transportes de todo tipo y numerosas personas que hacen olvidar las fuertes sanciones económicas.
Con el argumento de que Irán podría en un futuro fabricar bombas atómicas debido a que esa nación impulsa el desarrollo nuclear con fines pacíficos para utilizar la generación eléctrica, investigaciones de salud y otras, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia alentados por Israel le han impuesto un fuerte bloqueo económico en aras de encontrar una brecha para adueñarse del país y de sus grandes reservas petroleras.
La nación persa posee una fuerte economía con un Producto Interno Bruto estimado en 406 540 millones de dólares. Es el tercer exportador de petróleo del orbe. Posee además yacimientos de gas, carbón, cobre, hierro, plomo, manganeso, zinc, azufre.
Ubicada en una estratégica zona del continente asiático en el Golfo Pérsico, tiene una extensión de 1 648 000 kilómetros cuadrados y limita al noroeste con Turquía, Armenia y Azerbaiyán; Irak al oeste; Turkmenistán al noreste; Afganistán al este; Pakistán al sureste y el Golfo Pérsico al sur.
Irán cuenta con un elevado desarrollo científico-técnico y fábricas que producen derivados del petróleo, medios de comunicación, transportes (autos, camiones, ferrocarriles), textiles, alimentos de todo tipo, etcétera.
El país exporta alrededor de tres millones de toneladas de cemento (de los 67 millones de toneladas que produce anualmente) y entre otras producciones, fábrica para locomotoras al año.
El desarrollo del país no se detiene y mientras las naciones occidentales imponen sanciones, Irán firma millonarios convenios con China, Pakistán, Rusia, Venezuela, Kuwait, India, porque además de contar con fuerte capital financiero, posee un recurso fundamental de suma necesidad para otras naciones: abundante petróleo y gas.
En los últimos años y ante las constantes amenazas bélicas de Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, científicos y militares persas han desarrollado una industria militar que solo una pequeña parte de ella fue puesta en acción durante la guerra de los 12 días.
De ahora en adelante los agresivos y prepotentes enemigos de Irán lo pensarán mucho más antes de lanzar sus deliberadas guerras contra la República Islámica so pena de una mayor derrota.
Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional.
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