El abogado de Bradley Manning, el joven soldado acusado de entregarle miles de documentos al sitio internet WikiLeaks, denunció que su cliente recibió un trato humillante y degradante durante los primeros meses de prisión en un centro en Viriginia, Estados Unidos, e interpuso una moción para que el caso sea desestimado. Manning es la única […]
El abogado de Bradley Manning, el joven soldado acusado de entregarle miles de documentos al sitio internet WikiLeaks, denunció que su cliente recibió un trato humillante y degradante durante los primeros meses de prisión en un centro en Viriginia, Estados Unidos, e interpuso una moción para que el caso sea desestimado.
Manning es la única persona que ha sido detenida en lo que se considera la filtración más extensa de secretos de estado en la historia de EE.UU.
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El nombre del soldado, que enfrenta un tribunal militar y una posible sentencia de cadena perpetua, volvió a surgir el domingo pasado cuando el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, manifestó solidaridad con él durante un discurso emitido desde el balcón de la embajada de Ecuador donde está asilado.
Grupos de apoyo de Bradley Manning esperan que la juez militar que escucha el caso por lo menos reduzca su sentencia de acuerdo a los meses que estuvo sometido a los abusos.
En una carta del Consejo General del Pentágono, emitida el 19 de mayo de 2011, se indica que el confinamiento de Manning en Quantico, el centro militar en Virginia, aledaño a Washington D.C., cumple con las directrices legales.
«Aunque el soldado Manning fue clasificado como un detenido de máxima custodia en Quantico, ocupó el mismo tipo de celda individual que se le asignó a todos los demás detenidos que estaban a la espera de un juicio», dice el documento.
«Al soldado Manning se le permitió una hora de entretenimiento diaria, con acceso al área de recreación y a (jugar) básquetbol (…) Se le proporcionaron comidas, cuidados médicos, asesoramiento de salud mental, televisión, visitas de personas externas, llamadas telefónicas, correos electrónicos y encuentros de rutina con su abogado. De hecho, miembros del comando del soldado Manning hicieron visitas frecuentes a Quantico para asegurarse de que el soldado Manning continuaba en condiciones de salud y bienestar».
«Tortura»
Cuando Manning fue arrestado en mayo, 2010, fue llevado directamente a Quantico. Es allí que su abogado, David Coombs, acusa a sus guardianes de someterlo a un trato inapropiado y en violación del código militar, al contrario de lo que sostiene el Pentágono.
BBC Mundo habló con un representante del grupo de apoyo de Bradley Manning -una organización independiente del equipo legal- que aseguró que el soldado estuvo en una celda solitaria en la que solo le permitían salir durante 20 minutos al día, lo obligaban a desnudarse y lo forzaban a estar parado sin poder apoyarse en nada o a sentarse erguido sin espaldar por muchas horas.
El abogado de Manning interpuso una moción de más de cien páginas en las que denunció condiciones de abuso y humillación y alegó que hubo complicidad entre los militares que ignoraron las recomendaciones psiquiátricas de retirarle la vigilancia por riesgo de suicidio.
Bajo el pretexto que podría suicidarse, sostiene Nathan Fuller del grupo de apoyo, los guardianes lo azoraban constantemente, preguntándole cómo se sentía.
También tenía que portar un chaleco que limitaba sus movimientos así como dormir en una cama especial con unas cobijas «antisuicidios» que eran muy incómodas.
«Es una forma de tortura», dijo a la BBC Ann Wright, coronel retirada y exdiplomática extadounidense que renunció en 2003 en protesta contra la guerra en Irak. «Son algunas de las técnicas trágicas que los infantes de marina han usado en Guantánamo y Abu Ghraib».
Wright, que es parte del equipo que asesora al grupo de apoyo de Manning, aseguró que este no es el trato normal que se le da a un prisionero, «ciertamente no a uno que no ha sido convicto de nada».
«Lo hacen en un intento de romperlo y forzarlo a decir lo que ellos quieren escuchar», señaló la oficial retirada. «Pero esas técnicas no son buenas para sacar la verdad porque la persona admite cualquier cosa para que se acabe la tortura».
Desestimación del caso
Según el código militar, si se determina que un miembro de las fuerzas armadas ha sido ilegalmente castigado antes de su tribunal, la juez que escucha el caso, coronel Denise Lind, podría desestimar las acusaciones o, por lo menos, rebajar el tiempo de condena para reflejar los días que ya ha estado detenido.
El problema está en determinar si hubo o no trato abusivo contra Bradley Manning.
Stephen Donehoo, coronel retirado y experto en asuntos de seguridad nacional e inteligencia del grupo McLarty Associates, en Washington, manifestó escepticismo sobre la moción de la defensa de Bradley.
«No puedo imaginar que en el lugar de detención que estuviese hubiera sido sometido a abusos», expresó a la BBC. «Es natural que sus abogados estén tratando de aferrarse a lo que puedan, pero no hemos visto la evidencia forense, que será la definitiva».
No obstante, Ann Wright dejó entrever que habría un correo electrónico que apunta a un oficial del ejército que autorizó el maltrato de Manning. «El gobierno de Estados Unidos es como una coladera y de vez en cuando salen sorpresas».
Wright indicó que documentos como ese serán presentados el próximo 28 de agosto ante la juez Lind, durante una audiencia preliminar en Fort Meade, Maryland.
A comienzos de octubre se realizarán otras audiencias, al final de las cuales se determinará si se desestima el caso o se prosigue con el tribunal militar.
Garantías judiciales
«Ir contra el sistema es un gran desafío», reconoció Wright. «Va a ser una lucha el poder presentar la evidencia y que los militares y las agencias del gobierno colaboren con los documentos que se les están solicitando».
La coronel en retiro alegó que la juez había puesto un límite al tipo de material que el gobierno estaría obligado a someter.
Pero Stephen Donehoo, de McLarty Associates, aseguró que Manning recibirá un juicio justo.
«El sistema legal militar en Estados Unidos es de larga tradición e independencia. Los fiscales militares y federales son profesionales y van a procesarlo por este caso de la mejor manera».
Donehoo afirmó que las acciones de Manley han generado un daño palpable en las relaciones diplomáticas que EE.UU. sostiene con otros países que, en algunos casos, demorarán mucho tiempo en repararse.
«Si es que él revelo tal volumen de datos clasificados sabiendo que eran restringidos y estaba obligado a protegerlos, no hay duda que merece una condena de cárcel muy larga», concluyó.