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La embajada de EEUU en Londres se muda

Fuentes: Sin Permiso

La embajada de EEUU se marcha de su fortaleza central en Londres. ¡Si EEUU también dejara otras partes del mundo que ocupa! La plaza Grosvenor será liberada. Las noticias de que la embajada de los EEUU se muda a un lugar no especificado de cinco acres en el sur de Londres pueden ser buena nueva […]

La embajada de EEUU se marcha de su fortaleza central en Londres. ¡Si EEUU también dejara otras partes del mundo que ocupa!

La plaza Grosvenor será liberada. Las noticias de que la embajada de los EEUU se muda a un lugar no especificado de cinco acres en el sur de Londres pueden ser buena nueva para los residentes locales (algunos de los cuales alquilaron habitaciones para tener unas vistas privilegiadas de los disturbios de 1968), pero mala para los de la izquierda del norte de Londres, que ya no gozan de tan buena salud. Hasta ahora, todos nos podíamos encontrar felizmente en el Londres central. Una larga marcha hacia el sur de Londres es bastante menos atractiva, a menos que el modelo de San Francisco de manifestarse en bicicleta se convierta en moda aquí también.

Por supuesto que podríamos ahorrarnos todo eso, si los EEUU decidieran simplemente dejar de bombardear y de ocupar diferentes partes del mundo. Lo que pasa es que, entre otras cosas, ya no pueden permitírselo, lo que también parece ser la razón que les mueve a abandonar la plaza Grosvenor. Deben a la ciudad 4 millones de libras en contribuciones, lo que puede ser el precio de venta del edificio en estos tiempos turbulentos.

Cuando esto finalmente ocurra, los veteranos de la plaza Grosvenor, particularmente los de las grandes manifestaciones de 1968 pidiendo la victoria del Frente Nacional de Liberación (vietnamita), tienen que garantizar una buena organización del velorio, con la música adecuada, etc. Hay que despedirlos a lo grande. Los viejos recuerdos no deberían ser borrados. Lo que, en cambio, podría ocurrir, si la fortaleza plantada en esta plaza se liquida convirtida en apartamentos. Mucho mejor sería que el Museo de la Guerra Imperial tomara prestados unos pocos millones de algún Estado del Golfo y adquiriera la embajada como un anexo dedicado exclusivamente a las guerras de los EEUU. El préstamo bien podría pasar a engrosar las listas de las deudas tóxicas, y Peter Mandelson, ahora de vuelta al gobierno,a lo mejor, hasta servía para echar una mano aquí.

Me queda una duda. ¿Por qué el sur de Londres? Seguro que tendría mucho más sentido pedir a los británicos que disolvieran el ministerio de exteriores, que suprimieran el cargo de ministro de exteriores -cualquiera nuevo, será peor que el anterior- y que ofrecieran el edificio de King Charles Street [la sede del ministerio británico de exteriores; T.] a los Estados Unidos como embajada. Las ventajas para las dos partes son obvias. Podría hacerse con un contrato de 50 años; más no, porque hasta es posible que termine surgiendo y ganando las elecciones en Inglaterra un nuevo partido que vuelva a necesitar un ministerio de asuntos exteriores.

Entretanto, no cabe duda, las cosas se nos pondrían más fáciles a algunos: alguna ventaja tendría tener al embajador de los EEUU y al primer ministro británico a un paso de marcha en las multitudinarias manifestaciones que se reúnen en Trafalgar Square.