Malawi, uno de los países más pobres del mundo, simplemente no tiene los recursos financieros para combatir la trata de personas. La mitad de sus 18 millones de habitantes viven por debajo de la línea de pobreza, lo que los hace vulnerables a caer víctimas del delito, la mayoría mujeres jóvenes y niñas. Foto: Charles Mpaka / IPS
BLANTYRE, Malawi, 18 may 2020 (IPS) – Malawi se esfuerza pero no hace lo suficiente para que se cumplan sus leyes contra la trata de personas, lo que se traduce en variados casos que son desestimados por los tribunales o en los que los delincuentes resultan absueltos, según especialistas y grupos de derechos humanos.
Los funcionarios locales de esta nación del sur de África, una de las más pobres del mundo, admiten que simplemente carecen de recursos para perseguir el delito de manera más eficaz.
El país sí cuenta con una Ley de Trata de Personas (TIP), vigente desde 2015, que penaliza la trata sexual y laboral con hasta 14 años de prisión por delitos que involucran a una víctima adulta, y hasta 21 años de prisión por delitos en que la víctima sea niña o niño.
Esa norma establece además un Fondo contra la Trata de Personas (TIPF), destinado a apoyar a las víctimas con ayuda financiera, asesoramiento y acompañamiento en su búsqueda de justicia.
Además, Malawi estableció un Comité de Coordinación Nacional contra la Trata de Personas (NCCATIP) y desarrolló un Plan de Acción Nacional contra la Trata de Personas para el periodo 2017-2022.
Sin fondos para ayudar a las víctimas
Caleb Thole, coordinador nacional de la Red contra la Trata de Personas de Malawi (MNAT), una coalición de oenegés, dijo a IPS que les preocupa que el TIPF carezca de fondos y por ello se incumpla con su mandato de brindar asistencia a las víctimas.
«Cuando estamos rescatando a las víctimas, necesitan ser alimentadas, transportadas y mantenidas en un refugio, pero literalmente no hay fondos en el TIPF, el gobierno no puede aportarles nada… ni siquiera hay refugios para brindar seguridad a las víctimas», dijo el activista.
Sin embargo, la subsecretaria adjunta de Seguridad Nacional y coordinadora nacional del NCCATIP, Patricia Liabuba, dijo a IPS que el gobierno ha incrementado los aportes al TIPF en los últimos años, aunque reconoció que se mantiene un déficit financiero para que se pueda cumplir plenamente con el mandato de la ley.
«El financiamiento gubernamental a partir de 2017 aumentó gradualmente de 66 000 a 200 000 dólares en 2019. Es un hecho indiscutible que los problemas de trata de personas son de naturaleza multisectorial y que el desafío clave es la insuficiencia de fondos para proporcionar servicios de refugio y protección a las víctimas», dijo la funcionaria.
Liabuba citó entre los problemas que el gobierno es, por la ley, responsable de «repatriar a las víctimas y reintegrarlas tanto a la comunidad como a las víctimas internacionales».
Entre 2016 y 2018, el gobierno de Malawi, con el apoyo de agencias internacionales, repatrió a más de 80 niñas que fueron traficadas a Kuwait con el pretexto de un empleo remunerado. Algunas de ellas vivían en las calles después de que sus empleadores, de los que tuvieron que huir, les quitaran sus pasaportes.
Algunas víctimas retornan sin apoyo
Modestar, un nombre ficticio a su pedido, fue una de esas jóvenes varadas en el extranjero. Había dejado su hogar en Zalewa, una ciudad del sur del país, para ir al lejano Kurdistán, en el norte de Iraq, con la promesa de un empleo bien pagado cuidando adultos mayores.
Pero al llegar le confiscaron su pasaporte y su teléfono celular, el ingreso cayó a la mitad y fue confinada en una vivienda privada, cuidando a un anciano durante jornadas extenuantes.
«No se me permitía salir del complejo. Trabajaba largas horas, a veces de 7:00 AM 01:00 AM del día siguiente, sin que me pagaran», dijo a IPS.
Finalmente fue rescatada por la policía iraquí, informada por una compatriota que trabajaba como empleada doméstica en el mismo complejo y quien logró salir. Pero no podían regresar al país porque el agente de la agencia de empleo se negaba a devolverles sus pasaportes.
«La policía tuvo que amenazarle con cerrar la agencia para que aceptara dejarnos ir. Entonces, cancelaron nuestras visas, pagaron lo que debían y volvimos”, recordó. Al contar su historia, insistió varias veces que ella tuvo mucha suerte porque presionado por la policía, el agente pagó la porción de su pasaje hasta Johannesburgo.
TIPF carecía de fondos para pagar el resto del billete aéreo, pese a que el Fondo es el responsable de las repatriaciones, así que tuvo que intervenir la MNAT para cubrir ese gasto, contó Thole.
Muchos casos locales de trata
Liabuba, la coordinadora del NCCATIP, el comité contra el delito, señaló que en Malawi, de todos modos, la mayoría de casos de trata son locales. Niñas y mujeres son trasladadas bajo engaños desde áreas rurales «para trabajar como prostitutas en centros urbanos y en menor medida hacia países extranjeros para trabajos forzados, prostitución y explotación sexual».
Thole confirmó esto y afirmó que en el país se producen un promedio diario de entre 15 y 20 casos.
Pero también destacó que las mayores víctimas de trata se producen en municipios fronterizos con Tanzania, Zambia, Zimbabwe y Sudáfrica y que la trata transfronteriza está creciendo comparativamente en los últimos años y los países de destino de las víctimas son Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y otros países del Golfo.
Detrás está la pobreza. El Fondo Monetario Internacional estima que la mitad de los 18 millones de personas de este país viven por debajo del umbral de pobreza, mientras que el desempleo juvenil se situaba en 7,5 por ciento en abril.
¿Se castiga adecuadamente a los delicuentes?
la funcionaria Liabuba dijo que en 2019 el país había registrado 142 víctimas de trata, con 32 presuntos traficantes procesados.
«Tras el enjuiciamiento y el juicio exitoso, 16 de los 32 sospechosos fueron condenados y cuatro fueron declarados inocentes y los otros 12 están siendo juzgados en diferentes tribunales de todo el país», dijo la funcionaria.
El Servicio de Policía de Malawi tenía cifras ligeramente diferentes, afirmando que en 2019 140 víctimas de la trata de personas fueron rescatadas, de las cuales 65 eran niñas y niños.
El responsable de relaciones públicas de los Servicios de Policía de Malawi, James Kadadzera, dijo a IPS que por estos casos, 48 sospechosos fueron arrestados, procesados y están cumpliendo diferentes condenas de prisión.
«De los 48 condenados, la condena más larga fue de 12 años de prisión, con el agravante de trabajos forzados. Había sido arrestado en el distrito fronterizo de Phalombe cuando iba a camino a Mozambique con seis niños y niñas», dijo Kadadzera.
Pero Thole, de la red MNAT, dijo que aunque algunos delincuentes resultan condenados, le preocupa que muchos otros casos son desestimados en las fases iniciales y que son más los delincuentes que reciben penas sustitutivas de multas, algo ilegal en causas penales como son las de la trata.
«Los condenados (por trata) están siendo liberados con multas, y algunos reciben sentencias leves”, se quejó, antes de criticar que hay agencias policiales que no conocen apropiadamente la ley y cómo debe interpretarse.
Educar a las personas sobre el delito
A juicio de Kadadzera, de los servicios policiales, lo más importante es que haya una educación cívica intensiva sobre la trata, especialmente dirigida a las mujeres jóvenes y las niñas, que son las más afectadas por el delito.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) Malawi es una de las agencias que trabaja con el gobierno para combatir la trata de personas.
Apoyó al gobierno a desarrollar el Plan de acción nacional contra la trata de personas, realizó actividades para mejorar la capacidad de lucha contra el delito y ha movilizado recursos para mejorar al fondo, entre otras actividades.
“Sin embargo, se necesita hacer más para crear servicios que aumenten las oportunidades de empleo y reduzcan la pobreza entre la población en riesgo», dijo el responsable en el país de la agencia de las Naciones Unidas, Mpilo Nkomo.
«El gobierno de Malawi debería hacer más para en materia de lobby con los socios donantes para obtener recursos para la construcción de refugios y asistencia directa a las víctimas de la trata”, se sumó Liabuba, la coordinadora del NCCATIP.
La funcionaria también consideró que la policía y los operadores de justicia deberían recibir capacitación sobre el delito de la trata y la ley en la que se ampara el combate del delito, y que debería haber programas dirigidos fundamentalmente a las mujeres y las niñas para que no caigan en los engaños de los traficantes y tratantes.
Thole, de la red de oenegés MNAT, sumó la necesidad de incrementar la voluntad política para combatir el delito. «Necesitamos estructuras, sistemas y recursos financieros para apoyar la lucha contra la trata de personas en Malawi”, concluyó.
T: MF
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2020/05/falta-fondos-lastra-lucha-trata-personas-malawi/