La espeluznante historia de Megan Williams, una chica de color de 20 años que fue brutalmente violada y torturada durante varios días, amenazaba a principios de esta semana con volver a inflamar tensiones raciales en EEUU. Sin embargo, la decisión de ayer de la fiscalía de no incluir entre los cargos contra les seis sospechosos, […]
La espeluznante historia de Megan Williams, una chica de color de 20 años que fue brutalmente violada y torturada durante varios días, amenazaba a principios de esta semana con volver a inflamar tensiones raciales en EEUU. Sin embargo, la decisión de ayer de la fiscalía de no incluir entre los cargos contra les seis sospechosos, todos ellos de raza blanca, el de «crimen racial» por el hecho de que la víctima tuviera una relación sentimental con uno de los acusados parecen haber evitado ese riesgo.
Según la información proporcionada por la policía del condado de Logan, en West Virginia, donde tuvieron lugar los hechos, la joven fue violada en repetidas ocasiones por varias personas y recibió diversos tipos de torturas, que incluyeron golpes, quemaduras, puñaladas e incluso la obligación de comer excrementos de perro y rata. Todo ello fue acompañado a menudo con insultos de carácter racista.
La pesadilla de Megan sucedió en la caravana de la familia Brewster. El principal acusado, Bobby Brewster, tiene 24 años y había mantenido una relación sentimental con la víctima. Poco antes de los truculentos hechos, la joven había puesto una denuncia por malos tratos contra él tras una acalorada discusión. Entre los detenidos, tres hombres y tres mujeres, figura la madre de Bobby, Frankie Lee Brewster, y diversos amigos de la familia, vecinos también del mismo pueblo, Big Creek.
Amenazas de muerte
La policía rescató a la joven el 21 de julio, después de haber sido alertada a través de una llamada anónima. Cuando los agentes llegaron a la caravana, encontraron a la víctima con signos evidentes de haber sido violada, quemada y apuñalada. La joven explicó a la policía que había estado retenida allí durante más de una semana y que la habían amenazado de muerte si intentaba escapar.
Una vecina de los Brewster declaró a los medios de comunicación que poco antes de los incidentes la víctima se había presentado en su casa en busca de ayuda porque su ex novio la había amenazado con una pistola. Así pues, lo más probable es que se trate de un caso de violencia doméstica en grupo.