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La gloria combativa imperial o la guerra en Libia

Fuentes: Rebelión

A Antoine de Saint Exupéry, escritor y piloto de combate francés en la Segunda Guerra Mundial Son personas mayores, serias e importantes, que una vez fueron niños, las que ordenan diariamente, desde sus cómodas oficinas, bombardear a Libia… Saben, además, por haber sido sus vendedores y proveedores de armas, que el «enemigo» no tiene con […]

A Antoine de Saint Exupéry, escritor y piloto de combate francés en la Segunda Guerra Mundial

Son personas mayores, serias e importantes, que una vez fueron niños, las que ordenan diariamente, desde sus cómodas oficinas, bombardear a Libia… Saben, además, por haber sido sus vendedores y proveedores de armas, que el «enemigo» no tiene con qué responder a los ataques…

Otras personas mayores, serias e importantes, que una vez fueron niños también, por estas «acciones combativas» que realizan, reciben abultados sueldos. Sí dinero, mucho dinero que exigirá, a su vez, condecoraciones y medallas por las «audaces» misiones ejecutadas. Es el pináculo de «la gloria militar imperial» actual…

Y el conjunto de estas personas mayores, serias e importantes, ¿pensarán que podrán algún día dejar obras de verdadero valor humano como Vuelo nocturno, Piloto de guerra y la ya inmortal y universal El principito, escritas por Saint Exupéry, que devinieron en símbolo de la comprensión, la amistad, el amor y la solidaridad humanas, siendo la última la que transcurre en medio del desierto que ahora, con tanta saña, sembrando destrucción y muerte, bombardean?

Existe una sola gloria en el mundo: el reconocimiento y agradecimiento de unos hombres, por los pensamientos y acciones de otros hombres para el mantenimiento de la propia vida.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

rCR