– En Marruecos el periodismo se encuentra en “situación difícil” y persiste la presión legal contra los profesionales de la información.
– Marruecos desciende tres puestos en la Clasificación Mundial 2021 de la Libertad de Prensa.
En Marruecos la justicia cumple las órdenes del poder, según afirma Reporteros sin Fronteras (RSF) en su Clasificación Mundial 2021 de la Libertad de Prensa, en la que el país ocupante del Sáhara Occidental se encuentra en el puesto 136 y desciende tres respecto al ranking anterior.
La Clasificación Mundial de RSF, que cada año evalúa la situación de la libertad de prensa en 180 países y territorios, muestra que la principal vacuna contra el virus de la desinformación, el periodismo, está total o parcialmente bloqueada en el 73% de los países que analiza la organización.
En Marruecos, donde el periodismo se encuentra en “situación difícil”, RSF afirma que persiste la presión legal contra los profesionales de la información: “Además de los juicios que se vienen desarrollando desde hace años contra varios medios de comunicación, se han iniciado nuevas acciones legales contra los periodistas, involucrándolos en casos de moralidad. La instrumentalización de la voz de las mujeres en estos casos legales es recurrente. El desarrollo de los juicios, la cobertura mediática y la difamación que acompañan a estos juicios privan a la víctima y al presunto agresor de algunos de sus derechos. Se han dictado condenas severas y varios periodistas y periodistas ciudadanos siguen encarcelados”.
Cuatro periodistas marroquíes a los que se considera voces críticas del poder –Maâti Monjib, Omar Radi, Imad Stitou y Souleiman Raissouni– están en la mira de las autoridades, algunos de ellos desde hace varios años. “Procesados por cuestiones de moralidad o relativas a la seguridad del Estado, ajenas a su actividad periodística, viven al ritmo de las audiencias sistemáticamente aplazadas y de las solicitudes de libertad condicional rechazadas. Omar Radi y Souleiman Raissouni, en prisión preventiva a la espera de juicio desde hace ocho y 11 meses, han presentado, sin éxito, al menos 10 solicitudes de libertad provisional”.
Agrega RSF que “enfrentados a una justicia injusta que, evidentemente, cumple las órdenes del poder”, estos periodistas se ha puesto en peligro al recurrir a la huelga de hambre para hacer valer su derecho a un juicio justo. Souleiman Raissouni y Omar Radi anunciaron el 8 y 9 de abril de 2021 que dejaban de alimentarse. El periodista franco-marroquí Maâti Monjib fue puesto en libertad provisional a finales de marzo tras 19 días de huelga de hambre y tres meses de prisión preventiva.
Además de Marruecos, RSF incluye en “la persistente presión que se ejerce sobre los periodistas y medios en el norte de África” a Argelia y Libia, situados en la zona roja y negra, respectivamente, del mapa de la libertad de prensa en 2021, “lo que refleja una situación difícil, e incluso muy grave, para el ejercicio de la profesión”.
Falta de transparencia en España
Sobre España, que ocupa el puesto 29 de la clasificación, RSF dice que la pandemia de Covid-19 ha puesto fin a tres años de “considerable violencia física contra periodistas por parte de la policía, pero también de manifestantes, sobre todo en el marco del conflicto en Cataluña y por el auge de la extrema derecha ( VOX)”.
Asegura que hay un clima de polarización que erosiona la confianza de la sociedad en los periodistas y refuerza el discurso de odio contra la prensa; concreta que VOX “insiste en su estrategia de estigmatizar a los periodistas `enemigos´, endurece sus maniobras de acoso en internet y de intimidación, y prohíbe a los periodistas la cobertura de sus eventos”.
A esto añade que “los periodistas han criticado la falta de transparencia de Pedro Sánchez y su gobierno, así como la hostilidad de Unidas Podemos y su líder, Pablo Iglesias, contra determinados medios y reporteros.
RSF afirma que la profesión periodística se mostró especialmente preocupada por las ruedas de prensa en las que no era posible formular preguntas, o solo preguntas validadas previamente por el Ejecutivo, y por las trabas impuestas a los periodistas que cubrían la llegada de migrantes a suelo español. La falta de transparencia se vio agravada “por el estado de emergencia, el confinamiento draconiano y las feroces restricciones aplicadas en España durante los primeros meses de la pandemia” .
En la clasificación mundial de RSF, Noruega ocupa el primer lugar por quinto año consecutivo, Finlandia conserva la segunda posición, mientras que Suecia recupera el tercer puesto, perdido el año pasado ante Dinamarca, que ahora es cuarta. Estos primeros puestos han dado lugar a hablar de un “modelo nórdico”.