Un total de 34 partidos políticos participarán en las próximas elecciones legislativas en Marruecos, previstas para el 7 de septiembre, pero otros movimientos de mayor presencia han anunciado el boicot y la no participación mientras que la anécdota es la decisión del rey Mohamed VI de prohibir toda critica a estas elecciones. De los 34 […]
Un total de 34 partidos políticos participarán en las próximas elecciones legislativas en Marruecos, previstas para el 7 de septiembre, pero otros movimientos de mayor presencia han anunciado el boicot y la no participación mientras que la anécdota es la decisión del rey Mohamed VI de prohibir toda critica a estas elecciones.
De los 34 partidos, cinco tienen probabilidades de superar el 8% de los votos. Son Justicia y Desarrollo (PJD) de corte integrista y que los sondeos le otorgan más del 25%, EL Partido Istiqlal (PI) nacionalista con cerca del 13%, Movimiento Nacional (MN) con 11% mientras que los socialistas lograrán entre 7 y 8% de los votos. Teniendo en cuenta que en las anteriores elecciones eran la primera fuerza política, el quinto partido será Ahrar (Agrupación de los Independientes) con cerca de 8% y el resto de las formaciones políticas lograrán entre 3 y 6%.
Sin embargo, los observadores consideran que estas elecciones no representan el verdadero espectro político del país, porque fuerzas considerables han anunciado el boicot, especialmente el Movimiento Justicia y Caridad (MJC) encabezado por Abdesalam Yassin de corte integrista. Este movimiento no autorizado pero que es el mayor movimiento político en el país, prefiere la república en vez de la monarquía y no reconoce la autoridad del rey MohamedVI, su portavoz Abdel Wahid Mutawakel dice: «No hay que confundir a la gente, no se puede hablar de elecciones porque el régimen ya ha falsificado los resultados al esbozar un mapa electoral para debilitar a los partidos, por lo tanto no hay lo mínimo de las condiciones, por lo tanto la participación es una perdida de tiempo».
Por otra parte, el movimiento de la izquierda radical «Nahj Democrati» que es republicano y que defiende la autodeterminación del pueblo saharaui considera en boca de su secretario general Habedla Harif «No se puede hablar de elecciones e instituciones mientras el papel del parlamento está muy limitado y los poderes están en manos del rey».
El Partido Democrático Amazigh que representa a los bereberes que son los primeros habitantes del país anunció el boicot de estas elecciones porque son insignificantes para el futuro del país debido a la marginación de la cultura bereber y el no reconocimiento del bereber como lengua y a los partidos regionales.
El régimen quiere convertir a estas elecciones en decisivas en el futuro del país, sin embargo los observadores consideran que está cometiendo graves errores por ejemplo el rey prohibió las críticas a estas elecciones y esto es una síntoma de los regimenes dictatoriales.