Alexander Ivanko, principal asesor político del representante especial del secretario general de la ONU y jefe de la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental), el egipcio Hany Abdelaziz, afirmó que la misión fue informada por Marruecos del inminente ataque contra el campamento de Gdeim Izik, según informa EL PAÍS en […]
Alexander Ivanko, principal asesor político del representante especial del secretario general de la ONU y jefe de la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental), el egipcio Hany Abdelaziz, afirmó que la misión fue informada por Marruecos del inminente ataque contra el campamento de Gdeim Izik, según informa EL PAÍS en su edición este miércoles.
«Los marroquíes no nos informaron oficialmente, pero teníamos indicaciones de que el desalojo se podía producir», admitió Ivanko en el cuartel general de la Minurso, en El Aaiún. «El jefe de la misión fue tres días después, pero allí ya no quedaba nada».
Tampoco actuaron poco después, cuando «bandas formadas por cientos de colonos marroquíes acompañados por policías violaron, destrozaron y robaron los domicilios y los negocios de los saharauis «. Simplemente, se encerraron en el cuartel, que fue inmediatamente rodeado por las fuerzas marroquíes, o permanecieron en sus hoteles y domicilios. Ivanko justifica así esta actitud pasiva: «No tenemos armas, y nuestra primera responsabilidad es proteger a nuestro personal».
El día 14, la Minurso envió a la sede de la ONU en Nueva York un informe de 27 páginas, que fue utilizado poco después en los debates del Consejo de Seguridad. Ivanko señala dos datos que aparentemente fueron incluidos en el texto a pesar de que los miembros de la fuerza de paz no presenciaron los enfrentamientos porque estaban recluidos.
El primero es que no vieron armas de fuego en manos de los marroquíes que reprimieron a los saharauis. Y el segundo es que entre las fuerzas del orden que cargaron contra los civiles no había militares. Esta última afirmación es crucial, porque la presencia de militares en los enfrentamientos habría supuesto una ruptura del alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos, señala EL PAÍS.
La Minurso es la única misión de las pocas misiones de Naciones Unidas que carece de un mandato legal para vigilar el cumplimiento de los derechos humanos.
Fue creada en 1991, tras la firma del alto el fuego entre ambos contendientes, con la misión de organizar un referéndum de autodeterminación entre los saharauis y ha consumido un presupuesto cercano a los 1.000 millones de dólares, sin lograr su objetivo original, explica el diario español.
Ivanko reconoce implícitamente ese fracaso: «Nosotros completamos en 2004 el trabajo de identificar a los votantes, pero dado que las dos partes no se ponen de acuerdo sobre el referéndum, las listas han sido enviadas a la sede de la ONU de Ginebra. Ahora nos limitamos a supervisar el alto el fuego, a fomentar medidas de confianza entre Marruecos y el Frente Polisario y a retirar las minas plantadas en el territorio durante la guerra».