Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
La idea de que el colonialismo es algo que pertenece al pasado es frecuente en el debate mediático y político. Pueden surgir polémicas sobre «la obra positiva» o, por el contrario, sobre el carácter de «crimen contra la humanidad» de este colonialismo, pero conciernen a secuencias históricas del pasado. El movimiento social que sacude Mayotte desde hace más de cuatro semanas recuerda que el colonialismo francés sigue siendo una realidad contemporánea.
Recordemos que de los 17 «territorios no autónomos», es decir, aquellos que la ONU considera que deben ser descolonizados, dos (Kanaky y Polinesia) están ocupados por Francia. La isla de Mayotte, por su parte, es considerada parte integrante de las [islas] Comoras por la resolución 3385 del 12 de noviembre de 1975 de la Asamblea General de la ONU que afirma «la necesidad de respetar la unidad e integridad territorial del archipiélago de las Comoras, compuesto por las islas Anjouan, Gran Comora, Mayotte y Moheli» (1).
El contexto histórico: una isla comorense
Inmovilizado por una operación quirúrgica, a lo largo de las últimas semanas he podido seguir al detalle la cobertura mediática de la «crisis de Mayotte» por parte de los grandes medios de comunicación. Lo mínimo que se puede decir es que nuestros periodistas, «especialista» y cronistas diversos no conocen la primera norma de cualquier análisis objetivo: la contextualización histórica, económica y geoestratégica.
De manera general el problema de Mayotte se reduce a la cuestión de la «inmigración clandestina» y de la inseguridad que esta suscita. Esta construcción política y mediática del problema pide, lógicamente, una solución única: reforzar el control de las fronteras y expulsar a los sin papeles. Además, esta construcción tiene el efecto de legitimar las políticas represivas contra los sin papeles y los refugiados en el Hexágono*.
En efecto, la asociación entre inmigración e inseguridad es uno de los ejes del discurso del ministro del Interior. La situación en Mayotte se escenifica como una advertencia que alerta sobre los peligros que amenazarían al Hexágono si la «firmeza» contra «la inmigración clandestina» deja de ser el eje por el que se dirige la política migratoria francesa. Recordemos algunos elementos de los contextos sin los que resulta imposible entender la situación.
Desde el punto de vista histórico, las cuatro islas de las Comoras se convierten en un protectorado francés en 1886 y después en un territorio de ultramar en 1946. En la época del ascenso del colonialismo a nadie se le ocurre separar Mayotte de las otras tres islas del archipiélago. Como recuerda el historiador Alain Ruscio, hay consenso respecto a la unidad del archipiélago. Testimonio de ello es la definición ofrecida por el Grand dictionnaire universel du XIXème siècle [Gran diccionario universal del siglo XIX][ de Larousse: «Comoras: grupo de islas de África […]. Las cuatro grandes islas de las que consta son Mayotte, Anjouan, Moheli y Gran Comora» (2).
La geografía, la lengua, la religión, los movimientos de poblaciones, etc., dan testimonio de esta unidad del archipiélago:
« La historia, las culturas y tradiciones, la lengua y la religión son prácticamente las mismas de una isla a otra. La composición y proximidad de las islas también son otros elementos que refuerzan el carácter único a las Comoras . Desde principios del siglo XVI algunos habitantes de Gran Comora se instalaron en Mayotte cuando huían de los portugueses que empezaban a desembarcar en su isla. La isla, que hoy se ha vuelto francesa artificialmente, está a solo setenta y cinco kilómetros de Anjouan . Todos los habitantes de las cuatro islas hablan la misma lengua, el shcomori, que se divide en cuatro dialectos ligeramente diferentes […] hasta el punto de que es prácticamente imposible la incomprensión total entre ellos. Aparte de la pequeña minoría cristiana de Mayotte, la religión también es única, el islam sunní y shafií . Además, todos los comorenses la consideran una verdadera cultura» (3).
A pesar de esta historia común y factores comunes por una parte y las resoluciones de la ONU por otra, en 1976 el Estado francés organiza la separación de Mayotte del resto del archipiélago. Aunque el referéndum de autodeterminación del 22 de diciembre de 1974 se pronuncia masivamente a favor de la independencia del archipiélago, el Estado francés decide unilateralmente tener en cuenta los resultados isla por isla en vez de sobre el conjunto del archipiélago. En este referéndum de autodeterminación el 94,57 % de los comorenses se pronuncia a favor de la independencia. Solo la isla de Mayotte ofrece un resultado divergente con un 63,22 % de votos en contra de la independencia (4).
A pesar de la postura de la ONU a favor de tener en cuenta los resultados del conjunto del archipiélago, el Estado francés organiza ilegalmente un referéndum específico en Mayotte el 8 de febrero de 1976 que da una cobertura pseudojurídica a este acto de bandidismo estatal. El hecho de que el 99,4 % de los electores de Mayotte se pronuncien a favor de mantener la isla dentro de la República Francesa se toma como justificación para balcanizar el archipiélago.
Esta decisión supone una violación de la ley francesa del 23 de noviembre de 1974 que en su artículo 5 afirma que «si bien la clasificación de los resultados se hará isla por isla, la proclamación será global» (5). También supone una violación del derecho internacional que lleva a la ONU a condenar la organización de los referéndums del 8 de febrero y de 11 de abril de 1976 (6).
La resolución 31/4 de Asamblea General de la ONU del 21 de octubre de 1976 no ofrece ambigüedad alguna:
«Recordando que el conjunto del pueblo de la República de las Comoras, mediante el referéndum del 22 de diciembre de 1974, expresó por abrumadora mayoría su voluntad de lograr la independencia con unidad política e integridad territorial ,
Considerando que los referéndums impuestos a los habitantes de la isla comorana (sic) de Mayotte constituyen una violación de la soberanía del Estado comorano y de su integridad territorial,
Considerando que la ocupación por Francia de la isla comorana de Mayotte constituye un atentado manifiesto contra la unidad nacional del Estado comorano, miembro de las Naciones Unidas,
Considerando que tal actitud de Francia constituye un a violación de los principios de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas […] :
1. Condena l os referéndums del 8 de febrero y del 11 de abril de 1976 organizados en la isla comorana de Mayotte por el Gobierno francés y los considera nulos y carentes de validez, y rechaza
a) Toda otra forma de referéndum o de consulta que Francia pudiera organizar en adelante en el territorio comorano de Mayotte;
b) Toda legislación extranjera encaminada a legalizar cualquier forma de presencia colonial francesa en el territorio comorano de Mayotte;
2. Condena enérgicamente la presencia de Francia en Mayotte, que constituye una violación de la unidad nacional, de la integridad territorial y la soberanía de la República independiente de las Comoras ;
3. Pide al gobierno francés que se retire inmediatamente de la isla comorana de Mayotte, parte integrante de la República independiente de las Comoras, y que respete su soberanía […]» (7).
Muchas otras resoluciones de la ONU (8) reafirmarán regularmente esta resoluciones, que se adopta por 102 votos a favor frente a uno solo en contra (el de Francia) y 28 abstenciones. Por lo que se refiere a las condiciones del escrutinio que en dos años hizo pasar la cantidad de votantes de Mayotte opuestos a la independencia de 63,22 % en 1974 a 99,4 % dos años después, esto es lo que afirma el periódico de La Reunión Témoignages del 10 de febrero de 1976:
«Hacía mucho tiempo que el Gobierno francés preparaba su farsa de «referéndum» en el territorio comorense de la isla de Mayotte. El domingo pasado, a fuerza de fraudes y amaños, todo acabó como un gran carnaval. Una enorme broma de mal gusto. [El secretario de Estado francés en los Territorios de Ultramar] Olivier Stirn quería que una mayoría de comorenses en Mayotte se pronunciara a favor de unirse a Francia. Tuvo lo que se merecía. Una mayoría imposible de encontrar, verdaderamente prefabricada, demasiado hermosa para ser cierta: el 99,4 % de los habitantes de Mayotte declara que eligen la dominación del colonialismo francés en vez de la independencia con sus conciudadanos. En diciembre de 1974 solo eran el 64 %.
Por gracia de [el diputado francés por La Reunión y exministro de Defensa] Michel Debré y de Olivier Stirn, el cuadro ha adquirido unos colores fabulosos. Colores increíbles e inverosímiles. Como en los viejos tiempos de los milagros coloniales. Como en los peores periodos de las victorias electorales amañadas por el poder colonial» (9).
Anticipémonos inmediatamente a las acusaciones de «complotismo» recordando los antecedentes franceses tanto de desmembramiento de una nación como de fraude electoral. La frecuencia de los fraudes electorales en la historia colonial francesa es tal que ha dado origen a la expresión «elecciones a la Naegelen», del nombre del socialista Edmond Naegelen, gobernador general de Argelia, que se hizo célebre por haber ordenado a la administración realizar unas «buenas elecciones» (10).
Por su parte, el proyecto gaullista de una independencia de Argelia amputada del Sáhara fue el origen de la ruptura de las negociaciones entre el Estado francés y el Gobierno Provisional de la República de Argelia (GPRA) en julio de 1961, lo que tuvo como consecuencia la prolongación de la guerra durante un año. Krim Belkacem, representante del GPRA comenta de la siguiente manera esta ruptura: «A los franceses les gustaría amputar a la Argelia independiente cuatro quintas partes. No hay problema del Sáhara, hay un solo problema: Argelia (11).
El reto económico y geoestratégico
Entender el empecinamiento francés en conservar esta pequeña isla supone tener en cuenta los contextos económicos y geoestratégicos. Al igual que las demás islas comorenses, Mayotte está situada en un corredor estratégico del océano Índico. Están situadas en la ruta del Cabo por la que se transporta el petróleo de Oriente Medio a los países occidentales. El descubrimientos a principios de la década de 2000 de importantes yacimientos de petróleo y gas en el canal de Mozambique, es decir, la parte del océano Índico situada entre Madagascar y Mozambique, refuerza aún más la importancia geoestratégica de las islas Comoras. Así, el hecho de mantener Mayotte bajo dominación francesa permite disponer de una Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas.
Exactamente por las mismas razones el Estado francés se niega a devolver a Madagascar y Mauricio las Islas Dispersas, que también están situadas en el canal de Mozambique. Estos cinco islotes minúsculos que juntos apenas suponen 43.2 kilómetros cuadrados suponen para Francia el derecho a las aguas territoriales. La suma de las aguas territoriales de Mayotte y de las Islas Dispersas permite a Francia disponer de una ZEE de 636.000 kilómetros cuadrados, es decir, más de la mitad de la superficie del canal de Mozambique . El experto económico de la Dirección General de la Energía de la Comisión Europea, Samuel Furfari, resume de la siguiente manera los retos del canal de Mozambique:
«Una disputa diplomática poco conocida concierne a las Islas Dispersas que, como su nombre indica, no son más que unos picos rocosos dispersos por el canal de Mozambique, entre la isla de Madagascar y Mozambique. Francia y Madagascar se las disputan, no para situar en ellas paneles solares, sino porque se sabe que es importante su potencial en hidrocarburos […] En estas zonas económicas exclusivas se empiezan a descubrir cada vez más reservas de gas y de petróleo convencional» (12).
Al negarse a restituir estas islas a Madagascar el Estado francés viola una vez más el derecho internacional. La resolución 34/91 de la Asamblea General de la ONU «invita la Gobierno francés a iniciar sin más demoras negociaciones con el Gobierno de Madagascar encaminadas al reintegro de las islas mencionadas, que fueron separadas arbitrariamente de Madagascar» (13).
La República de Mauricio también está en conflicto con Francia a propósito de la soberanía de la isla de Tromelin. Por último, además de Mayotte, la República de las Comoras reivindica también la restitución por parte de Francia de las Islas Gloriosas.
La importancia de estos retos económicos y geoestratégicos también explica por qué el Estado francés no se ha contentado con permanecer ilegalmente en Mayotte sino que también se ha implicado en la desestabilización de la joven República comorense. No es inútil recordar estos episodios de folletín françafricano** que no ha mencionado ningún gran medio de comunicación en la cobertura del actual conflicto en Mayotte.
Empecemos por el «balance de la colonización francesa» en las Comoras. Cuando se proclamó la República comorense en 1975 la situación de las Comoras se podía describir de la siguiente manera:
« Francia no dejaba prácticamente nada […] sobre el terreno, excepto dificultades insuperables. Una administración desorganizada, un liceo sin profesores, hospitales sin médicos, una radio (único vehículo de información ya que no existía la prensa escrita) sin técnicos, obras en suspenso, unos servicios fuertemente dependientes […] paro, cajas vacías y una economía en peligro… Un país despojado, desarticulado» (14).
Este país en el que todo está por construir es objeto de un golpe de Estado apoyado por París apenas un mes después de la proclamación de la independencia. El presidente Ahmed Abdallah es destituido brutalmente con la ayuda de [el mercenario francés] Bob Denard y sus mercenarios. El crimen del nuevo presidente era simplemente ser demasiado insistente ante la OUA y la ONU acerca de la restitución de Mayotte a la República comorense. Tres años después encontramos al mismo Bob Denard trabajando a favor de una nueva injerencia francesa que se tradujo en el asesinato del presidente Ali Soilihi.
El historiador especialista en Françafrique**, Jean-Pierre Bat resume de la siguiente manera las razones y circunstancias de este segundo golpe de Estado:
« Sin embargo, la historia no es tan simple. En efecto, se castigó a Abdallah, pero, ¿comprendió París claramente el programa de Soilih? Este último se muestra como un revolucionario acérrimo con acentos abiertamente marxistas. Sobre todo emprende una reforma agraria de gran magnitud. En resumen, las Comoras independientes basculan hacia un régimen revolucionario: por consiguiente, la operación de Denard en 1975 origina un régimen «contrario a sus convicciones de siempre». Un eufemismo para este nacionalista anticomunista acérrimo; un contrasentido para París que, demasiado contento de ver a Abdallah castigado por su gesto de 1975, no comprendió que le sucedía un auténtico revolucionario a las antípodas de la política africana de Francia, solo tres años después de la revolución malgache . En esas condiciones Denard abandona las Comoras prometiendo a Soilih regresar. Desde el mes de febrero de 1977 Ahmed Abdallah, que continúa exiliado en París, retoma el contacto con Denard para pedirle que organice su vuelta al poder. Según el mercenario, la célula África del Elíseo, con René Journiac a la cabeza, dirige el asunto » (15).
Los mercenarios de Bob Denard, apodado «el sultán blanco de las Comoras», permanecerán en el país durante más de una década. Supervisan y dirigen la guardia presidencial, que constituye un «verdadero Estado dentro del Estado reconocible por sus uniformes negros», concluye Jean-Pierre Bat. Como es lógico, el precio que paga Ahmed Abdallah por volver al poder es un alineamiento completo con las posiciones francesas en África. Las Comoras se convierten así en uno de los socios de la Sudáfrica del apartheid y la reivindicación de la restitución de Mayotte se vuelve discreta.
El asesinato de Ahmed Abdallah en 1989 en presencia de Bob Denard y de sus mercenarios abre un periodo de injerencia aún más intensa. Sin embargo, el nuevo presidente elegido en 1990, Saïd Mohamed Djohar, al que apoya en un primer momento François Mitterrand, osa acercarse a Irán y después a Libia. También él será derrocado por un nuevo golpe de Estado que lleva a cabo el mismo Bob Denard en 1995. No obstante, esta vez muchas voces denuncian públicamente la injerencia francesa, lo que obliga a París a renegar de su «sultán blanco»:
« Ahora bien, en 1995 un nuevo golpe de Estado de Bob Denard interrumpe la presidencia de Djohar. El Estado francés, en boca del primer ministro Alain Juppé, intenta primero declinar toda responsabilidad en este tercer golpe de Estado. Pero la presión internacional es tal que Francia se ve obligada a enviar a su ejército a recuperar a este militar atípico que es Bob Denard. […] Durante los dos juicios celebrados en París el hijo de Ahmed Abdallah, Salim, uno de los comanditarios de este golpe, y los mercenario s implicados declaran que el golpe de 1995 contra el presidente Djohar se había decidido en el Elíseo y en el ministerio de Cooperación . […] Se había logrado el objetivo ya que, a pesar de la intervención del ejército francés oficial y de la captura de Bob Denard, el presidente Djohar no volvió a las Comoras sino que se le retuvo contra su voluntad en el departamento francés de La Reunión hasta la organización de nuevas elecciones » (16).
En 1997 las islas de Anjouan y Mohelí se secesionan con el apoyo discreto del Estado francés. Si Mohelí se une rápidamente a la República Federal Islámica de las Comoras, la isla de Anjouan dirigida por Mohamed Bacar, mantiene el absceso secesionista durante más de una década. «Durante este periodo Mohamed Bacar agita permanentemente, como una provocación dirigida a Moroni, el espectro de la independencia para Anjouan; Francia apoya manifiestamente las acciones de M. Bacar» (17), resume el geógrafo François Taglioni.
El objetivo del Elíseo es enterrar la reivindicación de restitución de Mayotte amenazando con apoyar la desintegración de la federación comorense. El Estado Mayor de Bacar incluyó una vez más a mercenarios del viejo equipo de Bob Denard. Pierre Caminade, de la asociación Survie, resume de la siguiente manera el resultado : «Ya no se trataba de pedirle a Francia que devolviera Mayotte: ¿devolverla a quién? Así, a partir de 1997 las Comoras ya no piden que esta cuestión se trate en la Asamblea General de la ONU. Misión cumplida» (18).
Habrá que esperar a marzo de 2008 para que cese esta amenaza secesionista por medio de la intervención conjunta del ejército comorense y de las tropas de la Unión Africana. El presidente secesionista Mohamed Bacar huye a la isla vecina de Mayotte donde obtiene asilo político.
Las mortíferas consecuencias de la estrategia francesa
La secesión de Mayotte por una parte y la permanente desestabilización de la República comorense por otra tienen un efecto triple. Una primera consecuencia es la creación de una imagen de las Comoras como una «República bananera» en la que se presentan los «asesinatos» y los «golpes de Estado» como si formaran parte de la cultura nacional. El segundo efecto es un «desarrollo imposible» de la República de las Comoras que se traduce en una pauperización cada vez mayor. El tercer resultado es la producción de un flujo migratorio estructural hacia la isla de Mayotte.
Alguna cifras bastan para explicar la magnitud del flujo migratorio hacia Mayotte. Separada por una distancia de a penas 75 kilómetros, las situaciones se resumen de la siguiente manera: una mortalidad infantil de 59 por mil para la Unión de las Comoras y de 15 por mil en Mayotte; una esperanza de vida de 63 años para la primera y de 75 años para la segunda. La diferencia de desarrollo vinculada a las transferencias de fondos franceses y europeos hace inevitable este flujo migratorio masivo. «Así, se calcula que hay aproximadamente 55.000 comorenses clandestinos en Mayotte, esto es, una cuarta parte de la población de Mayotte» (19), resumía el geógrafo François Taglioni en 2008.
Desde 1995 se necesita un «visado Balladur» para ir a Mayotte, consecuencia de lo cual son los intentos de llegar en embarcaciones improvisadas llamadas kwassa-kwassa. Un informe del Senado de 2012 evalúa en entre 7.000 y 10.000 la cantidad de personas muertas durante la travesía a Mayotte desde la instalación del visado Balladur. De este modo, la opcion colonialista francesa de 1975 llevó a un asesinato institucional que se repite a diario. Quienes han logrado llegar a Mayotte se encuentran a continuación sin papeles, es decir, constituyen una mano de obra explotable:
«La desestabilización de las Comoras abre un abismo económico entre Mayotte y sus hermanas, en particular Anjouan (Nzwani), la más cercana. Sin embargo, en la «isla francesa» no se aprecia ningún éxito económico. Solo la perfusión de ayuda financiera francesa ocasiona una diferencia considerable de ingresos que aspira a algunos comorenses de las otras tres islas hacia Mayotte para ocupar empleos subalternos, a veces en unas condiciones cercanas a la esclavitud». (20)
Este abismo económico va acompañado de otro abismo respecto al resto de los departamentos franceses, de los que uno de los más pobres es Mayotte. Todos los indicadores económicos ponen de relieve este abismo cuyo peso se reparte, además, de forma desigual según el origen y estatuto de los habitantes. Así, la estructura piramidal según una línea de color revela el carácter colonial de la situación de la isla. Una síntesis de la situación de Mayotte elaborada por Institut de Recherches Economiques et Sociales [Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales] resume de la siguiente manera la pirámide colonial que caracteriza a Mayotte :
«Si ahí el nivel de vida medio de los franceses es el doble que el de los extranjeros (375 euros frente a 190 euros mensuales), el nivel de vida medio de los franceses originarios de Mayotte es de 290 euros mensuales, mientras que el de los franceses no originarios de Mayotte (los «wazungu», los blancos) es de un montante «metropolitano» del orden de los 1.400 euros al mes en 2005. Esta escisión que, nolens volens, la mayoría de las veces suele coincidir con el color de la piel, revela una estructura social muy desigual, producto de una historia colonial que sin duda se ha transformado pero que sigue presente» (21).
El doble foso económico provoca una situación insoportable que el secretario departamental de la [confederación sindical] CGT Educación resume con estas palabras: «un islote de pobreza en un océano de miseria» (22).
En esta situación las declaraciones regulares de representantes oficiales que señalan a los «sin papeles» como responsables de todos los males de Mayotte solo pueden tener un efecto: el desarrollo de prácticas racistas. La competencia organizada entre los «pobres» y los «miserables» desemboca lógicamente en un aumento de la caza a los «extranjeros», es decir, de hecho los comorenses.
Así, en el año 2016 aumentaron rápidamente las llamadas prácticas de «décasage»***, es decir, el desalojo por la fuerza por parte de los habitantes de Mayotte de cientos de personas comorenses que vivían en esta isla. Recordemos los hechos:
De enero a junio de 2016 se crearon colectivos informales de habitantes de Mayotte para «expulsar» de su casa a sus vecinos, la mayoría de las veces comorenses, con o sin papeles, por el único motivo de que son extranjeros y ocupan en los barrios de chabolas unos terrenos que se les alquilan. De manera más general se acusa colectivamente a los extranjeros de ser los responsables de todos los males de la comuna y de la isla:
«»robos [sic], agresiones y asesinatos [sic] a diario, clima de psicosis instalada, imagen de nuestra isla mancillada, una economía en mal estado…», según uno de los panfletos que se difunden. En otra época y en otros lugares se hubiera llamado «pogromos» a semejante violencia xenófoba. Pero en el 101º departamento francés estos acontecimientos se han producido con total impunidad y en la casi general indiferencia (metropolitana)» (23).
La elección colonial francesa de 1975 desemboca así en un monstruo institucional que solo puede gestionar unas crisis continuas. El movimiento social de este año no es sino una nueva consecuencia del colonialismo francés contemporáneo. Sin duda el desbloqueo de nuevas subvenciones puede suspender la crisis, pero en ningún caso erradicar sus causas. Sin la desaparición de la situación colonial persistirán las consecuencias.
Condenado más de veinte veces por la ONU debido a su ocupación de Mayotte, el Estado francés también ha sido condenado por su negativa a descolonizar la Polinesia francesa. Tanto en Mayotte como en Polinesia o Kanaky el colonialismo sigue siendo una obra estructuralmente negativa. No es inútil recordarlo en una época en la que algunas personas osan todavía mencionar una «obra positiva de la colonización».
Notas:
1) Resolución n° 3385 del 12 de noviembre de 1975, http://www.un.org/french/documents/view_doc.asp?symbol=A/RES/3385(XXX)&Lang=F, consultado el 19 de marzo de 2018 a las 10h50. [En castellano http://www.un.org/french/documents/view_doc.asp?symbol=A/RES/3385(XXX)&TYPE=&referer=/french/&Lang=S, de donde tomamos la traducción]
* El «Hexágono» es el nombre con el que se conoce también a la Francia continental europea, debido a su forma hexagonal de su perímetro (N. de la t.)
2) Citado en Alain Ruscio, «Mayotte, néo-colonialisme français : petit cours d’histoire récente», https://humanite.fr/comores-mayotte-neo-colonialisme-francais-petit-cours-dhistoire-recente-652244, consultado el 20 de marzo de 2018 a las 10 h00
3) Ali Mmadi, Mayotte un vrai tabou. Ce qui doit enfin changer, éditions du Manuscrit, París, 2005, p. 13.
4) http://africanelections.tripod.com/km_detail.html#1974_Referendum, consultado el 20 de marzo de 2018 a las 10 h 43.
5) André Oraison, «Quelques réflexions critiques sur la conception française du droit des peuples à disposer d’eux-mêmes à la lumière du différend franco-comorien sur l’île de Mayotte», Revue Belge du Droit International (RBDI), 1983-2, pp. 658-659.
6) Este segundo referéndum se refería al estatuto jurídico de Mayotte en el seno de la República Francesa. Un 79.6 % de los votantes de la isla son favorables a estatuto de «Departamento de Ultramar».
7) Resolución 31/4 de la Asamblea General de la ONU del 21 de octubre de 1976, http://www.un.org/french/documents/view_doc.asp?symbol=A/RES/31/4&Lang=F, consultado el 20 de marzo de 2018 a las 11h50. [En castellano http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/31/4&Lang=S, de donde tomamos la traducción]
8) Resolución 32/7 del 1 de noviembre de 1977, 34/69 del 6 de diciembre de 1979, 35/43 del 28 de noviembre de 1980, 36/105 del 10 de diciembre de 1981, 37/65 del 3 de diciembre de 1982, 38/13 de 21 de noviembre de 1983, 39/48 del 11 de diciembre de 1984, 40/62 del 9 de diciembre de 1985, 41/30 del 3 de noviembre de 1986, 42/17 del 11 de noviembre de 1987, 43/14 de 26 de octubre de 1988, 44/9 del 18 de octubre de 1989, 45/11 el 1 de noviembre de 1990, 46/9 del 16 de octubre de 1991 y 47/9 del 27 de octubre de 1992, 48/56 del 13 de diciembre de 1993, 49/18 del 28 de noviembre de 1994, etc.
9) Témoignages del 10 de febrero de 1976, https://www.temoignages.re/international/comores/archipel-des-comores-l-origine-de-la-tragedie-des-kwassas-kwassas,24123, consultado el 20 de marzo de 2018 a las 12h50.
10) Jean-Pierre Peyroulou, Guelma 1945. Une subversion française dans l’Algérie coloniale, La Découverte, París, 2009.
11) Benjamin Stora, Renaud de Rochebrune, La guerre d’Algérie vue par les Algériens (Tomo 2) – De la bataille d’Alger à l’indépendance, Denoël, París, 2016.
12) Samuel Furfari, L’énergie, de la guerre vers la paix et la sécurité, Académie Royale de Belgique, Bruselas, 2014
13) Resolución 34/91 del 12 de diciembre de 1979, http://www.un.org/french/documents/view_doc.asp?symbol=A/RES/34/91&Lang=F, consultado el 20 de martes de 2018 a las 17h05. [en castellano http://www.un.org/french/documents/view_doc.asp?symbol=A/RES/34/91&TYPE=&referer=/french/&Lang=S, de donde tomamos la traducción]
** Françafricano es el adjetivo correspondiente al término Françafrique, que designa el conjunto de las relaciones entre Francia y sus antiguas colonias africanas para denunciar el carácter ambiguo y opaco de la relación. Françafrique estaría constituido de redes de influencia y de lobbys de actores franceses y africanos que intervienen en los dominios económicos, político y económico para apropiarse tanto de las riquezas relacionadas con las materias primas como de la ayuda pública al desarrollo (N. de la t., tomado de la interesante definición del término en http://www.toupie.org/Dictionnaire/France_afrique.htm).
14) Hervé Bourges y Claude Wauthier, Les 50 Afriques, tomo 2, Le Seuil, París, 1979, p. 614.
15) Jean-Pierre Bat, «1975 : Denard débarque une première fois aux Comores», Libération, 15 de septiembre de 2015, http://libeafrica4.blogs.liberation.fr/2015/09/13/1975-denard-debarque-pour-la-premiere-fois-aux-comores/, consultado el 21 de marzo de 2018 a las 11h35.
16) Mahmoud Ibrahime, Comores : à la recherche de l’Etat, in Makhili Gassama, 50 ans après, quelle indépendance pour l’Afrique, Editions Philippe Rey, París, 2010, pp. 171-172.
17) François Taglioni, » L’ile d’Anjouan figure de la balkanisation de l’archipel des Comores» , Echo-géo/Sur le vif, 2008, P. 6.
18) Pierre Caminade, » La France et l’Union des Comores : Saboter et protéger» , Multitudes, n° 17, 2004/3, p. 121.
19) François Taglioni, » L’ile d’Anjouan figure de la balkanisation de l’archipel des Comores», op. cit., p. 3.
20) Pierre Caminade, «La France et l’Union des Comores : Saboter et protéger», op.ci t., p.121.
21) Antoine Math, Mayotte. La situation économique et sociale, Chronique internationale de l’IRES, n° 134, enero de 2012, pp. 50-51.
22) Citado en Abdelhak El Idrissi, «La situation à Mayotte est liée à la politique diplomatique de la France», https://www.franceculture.fr/geopolitique/la-situation-a-mayotte-est-liee-a-la-politique-diplomatique-de-la-france, consultado el 22 de marzo de 2018 a las 10h30.
*** El término «décasage» es un termino forjado en Mayotte para indicar la acción de expulsar por fuerza y extrajudicialmente de una vivienda. Está formado sobre el verbo «décaser», que equivaldría a «desalojar». (N. de la t.)
23) Serge Slama, «Chasse aux migrants à Mayotte : le symptôme d’un archipel colonial en voie de désintégration», La Revue des droits de l’homme, 10/2016, p. 1.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.