Veinticuatro horas después de que los militares disidentes tomaran el poder, permanece incierto el destino del presidente y de sus colaboradores, capturados por los rebeldes. El desenlace de este golpe de estado perpetrado a continuación de un controvertido referéndum que autorizaba al presidente Mamdou Tandja a permanecer en el poder por tiempo indeterminado, resulta bastante […]
Veinticuatro horas después de que los militares disidentes tomaran el poder, permanece incierto el destino del presidente y de sus colaboradores, capturados por los rebeldes. El desenlace de este golpe de estado perpetrado a continuación de un controvertido referéndum que autorizaba al presidente Mamdou Tandja a permanecer en el poder por tiempo indeterminado, resulta bastante confuso. La prensa internacional deplora este «previsible» golpe de estado, fruto de la ambición desmesurada de un presidente que bajo el pretexto de querer «terminar sus obras» no dudó en manipular la Constitución nigerina para mantenerse en el poder mucho más que lo que la ley se lo permitía.
La prensa africana no se muestra complaciente con el presidente Tandja, el hombre que «sembró vientos y cosechó tempestades» y habla de un «contra golpe de estado». El diario de Burkina L’Observateur Paalga considera que «dicho golpe de estado es una sorpresa a medias, porque era esperado por los opositores y temido por el mismo Tandja». Según el editorialista esta situación del presidente no es otra cosa que «el precio del empecinamiento de un hombre que hubiera podido salir por la puerta grande luego de sus dos mandatos». En el mismo sentido, El País lamenta que Tandja haya «tomado bajo su responsabilidad torcer la legalidad y la legitimidad constitucionales perpetrando un golpe de estado institucional» recordando que la toma del poder por la fuerza es siempre el resultado de «un mal gobierno tanto en lo político, como en lo económico y social» del que África no logra desembarazarse. La misma campana suena en Le Potentiel, uno de los principales diarios francófonos de la República democrática de Congo que deplora «la arrogancia» de Tandja y su «errado cálculo político».
El resto de la prensa, especialmente la anglo sajona ubica este golpe de estado en la situación económica y geopolítica del país. El diario británico Times recuerda que el país es extremadamente rico en uranio, un mineral muy codiciado en momentos en que la producción de energía nuclear crece a través del mundo. Subraya igualmente la «estratégica ubicación de Níger, una región en la cual «existen activos simpatizantes de Al Qaeda» y el papel crucial del ex colonizador francés que «intenta impedir que la situación degenere como sucedió en Guinea, otra antigua colonia del Oeste de África en la que los militare ocuparon el poder el año último». Este incidente acoplado a una crisis constitucional ocurrida en Nigeria y a la transformación de Guinea en «paraíso para los traficantes de drogas», podría desestabilizar al conjunto de la región, agrega el Times.
La situación resulta tanto más preocupante, dado que los esfuerzos internacionales por estabilizar la situación, especialmente la decisión de la Unión europea de suspender la ayuda no humanitaria, no han tenido éxito, denuncia el Wall Street Journal. El cotidiano económico describe al Níger como «uno de los países más pobres de África, con frecuentes hambrunas»cuyos recursos en uranio son principalmente explotados por Areva1, que ejerce un «monopolio de facto». Níger intenta desde hace varios años abrir su industria a socios extranjeros, acordando por ejemplo concesiones a empresas chinas. En tal sentido el Financial Times precisa que Areva declaró en 2009 que iba a invertir 1,2 mil millones de euros en una mina de uranio, lo que permitiría duplicar la producción del país. El mismo diario agrega que China firmó en el 2008 un acuerdo de explotación con Níger por 5 mil millones de dólares (3,7 mil millones de euros). Han sido esas inversiones extranjeras las que invocó Mamdou Tandja para justificar su permanencia en el poder, precisa el diario.
N.de T.:
1) AREVA, grupo empresarial francés dedicado a la energía nuclear que explota las minas de uranio de Níger.