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Fuertes disputas en las cúpulas política y militar de EEUU

La resistencia a Trump

Fuentes: CLAE / Rebelión

En estas épocas de la postverdad, la disputa entre la cúpula política y militar por la versión oficial del país, no es la lucha por la verdad: hoy la mentira es aceptada como verdad y la realidad es difamada como mentira, mientras Donald Trump sigue acaparando la atención mundial con falsedades, atacando a la prensa […]

En estas épocas de la postverdad, la disputa entre la cúpula política y militar por la versión oficial del país, no es la lucha por la verdad: hoy la mentira es aceptada como verdad y la realidad es difamada como mentira, mientras Donald Trump sigue acaparando la atención mundial con falsedades, atacando a la prensa crítica, se especula que en cualquier momento será sustituido por su vicepresidente Mike Pence.

El New York Times difundió un artículo firmado de manera anónima por «un alto funcionario del gobierno», donde se revela como parte de una resistencia interna de este régimen motivada para proteger a la nación de un mandatario amoral y errático. Trump, desde la Casa Blanca, atacó al mensaje y al mensajero, al que calificó de cobarde, tras reprobar al Times por atreverse a publicar algo escrito por una fuente anónima, pero dejó la percepción de que cada vez tiene menos control. ¿Traición?, tuiteó más tarde.

El atículo «Soy parte de la resistencia dentro del gobierno de Trump«, señala que muchos altos funcionarios están trabajando de manera diligente desde adentro para frustrar parte de la agenda del presidente y sus peores inclinaciones. «Hemos prometido hacer lo que podamos para preservar nuestras instituciones democráticas y frenar los impulsos más equivocados de Trump hasta que deje el puesto», asevera.

La raíz del problema, indica, es la amoralidad del presidente, y sus impulsos son anticomercio y antidemocráticos. Se maneja de manera errática y mezquina; «estamos intentando hacer lo correcto, aun cuando Donald Trump no quiera». Habla también de la posibilidad de invocar la enmienda 25, lo que iniciaría un complejo proceso para remover al presidente.

La vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, declaró que «este cobarde debería hacer lo correcto y renunciar (…) ésto es sólo otro ejemplo del esfuerzo concertado de los medios liberales para desacreditar al presidente». Hoy, el juego en Washington, es la caza del autor del artículo, aparecido un día después de divulgarse partes explosivas del libro del reconocido periodista de la cúpula política Bob Woodward, el tercero del año que revela cuestiones íntimas, complots, desastres, deserciones, miedo y amenazas de amotinamiento.

McCain, Bush, Hillary, Kissinger

En las ceremonias funerarias del senador John McCain (en definitiva un gran militarista cuya solución era bombardear cualquier lugar donde existiera un problema para EEUU) se presentó casi toda la cúpula política estadounidense, incluidos los altos mandos militares, para convertirlas en la reunión más grande de la resistencia contra Trump. Éste, expresamente desinvitado de todas las ceremonias, se fue a jugar golf.

A McCain se lo presentó como héroe por su servicio militar en la guerra de Vietnam, pero lo cierto es que su avión fue derribado mientras bombardeaba a civiles indefensos. Si bien tuvo posiciones contra la tortura extrema y por una reforma migratoria integral, de todas formas votó en contra de poner fin al papel estadounidense en la guerra en Yemen y por décadas fue opositor de medidas de defensa de los derechos civiles.

Una reunión de algunos de los principales responsables de guerras ilegales, crímenes de lesa humanidad, tortura, golpes de Estado, desaparecidos, vigilancia masiva de ciudadanos, crisis económicas que destruyeron las vidas de millones, y de la impunidad por todo esto -como George Bush, Barack Obama y Henry Kissinger- fue elogiada en ocasión del sepelio de Ma Cain como un llamado a la recuperación de la decencia, la integridad y la verdad, ante el enfant terrible en la Casa Blanca, relata David Brooks.

Tratemos de desenredar la madeja de esta polémica que traspasa por cierto el discurso, el relato. O, al menos, presentemos los distintos escenarios que se plantean.

Trump, los medios y Woodward

Trump, quien acusa constantemente a los medios de mentir sobre su gestión, renovó esta semana sus ataques contra CNN y NBC News al criticar, en un tuit, la cobertura mediática sobre las denuncias de abuso sexual contra el productor Harvey Weinstein y sugerir que es necesario «revisar» las licencias de las cadenas.

«He criticado durante mucho tiempo a NBC y sus estándares periodísticos, incluso peores que CNN. ¿Revisar su licencia?», escribió el mandatario estadunidense en su cuenta de Twitter, y a la vez defendió a Weinstein, a quien decenas de mujeres acusan de acoso, abuso sexual y violación.

Trump es descrito como un «idiota» y «desquiciado» por su propio jefe de gabinete, John Kelly, en un nuevo libro del periodista Bob Woodward (Temor: Trump en la Casa Blanca) en el que describe la Casa Blanca como un lugar en constante modo de «control de daños». El libro revela que los más cercanos colaboradores del mandatario, como su ex asesor económico Gary Cohn, llegaron a tomar medidas extremas para proteger al país, como esconder documentos sensibles para que Trump no los leyera o firmara.

«Es un idiota. No tiene caso convencerlo de nada. Estamos en un pueblo de locos. Ya no sé por qué seguimos aquí. Es el peor trabajo que he tenido», dijo Kelly. El título del libro se debe a que Trump afirmó que el «poder verdadero» es «temor», en una entrevista hecha hace años con Woodward.

The Washington Post difundió la grabación de una llamada entre Woodward y el mandatario el pasado 14 de agosto, en la cual el periodista dice a Trump que intentó por todos los medios hablar con él para incluir su punto de vista en el libro, pero que ninguna de las seis o siete personas con las que habló, incluida Kellyanne Conway, pudieron comunicarlo con él. Trump culpó de esto a su equipo, y además al periodista, a quien le dice que su libro será «muy malo» porque no lo entrevistó a él.

El mandatario sostuvo que lo único que hay que saber de su presidencia es que «está haciendo un gran trabajo», que el empleo y el crecimiento están en niveles sin precedente y que no ha habido ni habrá ningún presidente mejor que él.

El libro inicia con la escena en la que el entonces asesor económico del presidente, Gary Cohn, se percata de una carta en el escritorio presidencial en la Oficina Oval que contiene el anuncio del retiro de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur. El equipo de Trump temía que el fin del acuerdo pusiera en riesgo un programa secreto de seguridad nacional para detectar el lanzamiento de misiles de Corea del Norte en siete segundos.

Cohn robó la carta para que Trump no pudiera firmarla. «No iba a dejar que la viera. Nunca va a ver ese documento. Tengo que proteger al país», aseguró Cohn.

El libro describe a Trump como un hombre inculto, colérico y paranoico que hace que sus colaboradores vivan al borde de un colapso nervios y señala que tras una reunión entre Trump y su equipo de seguridad nacional sobre la presencia militar en la península de Corea, el secretario de Defensa, Jim Mattis, dijo, exasperado, a su círculo cercano, que el presidente se comportó como un «alumno de quinto o sexto grado».

Según Woodward, después del ataque químico de abril de 2017 atribuido al gobierno del presidente sirio Bashar al Assad, supuestamente Trump llamó al general Mattis y le dijo que quería asesinar al mandatario, actitud de la que hubo que disuadirlo.

En tanto, un festival anual organizado por la revista The New Yorker retiró su invitación al ex estratega de la Casa Blanca Steve Bannon, cuando numerosos panelistas anunciaron que no participarían si él asistía, entre ellos los actores Jim Carrey y John Mulaney, el productor Judd Apatow y el músico Jack Antonoff. . El ex asesor, considerado un ideólogo de extrema derecha, calificó de «cobarde» la decisión de desinvitarlo, informó The New York Times.

Mientras, el Partido Demócrata lanzó una ofensiva para evitar la confirmación del candidato de Trump para la Suprema Corte, Brett Kavanaugh, de 53 años, cuyo nombramiento podría inclinar esta crucial institución hacia el lado conservador por varias generaciones, pues se trata de un cargo vitalicio.

El voto religioso y Mike Pence

La contienda civil de Estados Unidos continúa, con la religión como herramienta para la división política. En 2016, más del 80% de los evangélicos blancos dieron su voto a Donald Trump (a pesar de sus publicitadas aventuras extramatrimoniales), un porcentaje que supera el de los votantes blancos de clase trabajadora que también lo votaron. En el lado opuesto de la balanza, Hillary Clinton sacó 40 puntos de ventaja a Trump en votos de personas que no se identifican con ninguna religión en concreto.

Aunque Donald Trump parezca ser el ariete preferido de los religiosos blancos, lo cierto es que Mike Pence es el evangélico más destacado del gobierno. Más del 80% de los evangélicos blancos dieron su voto a Donald Trump, un porcentaje que supera el de los votantes blancos de clase trabajadora, señala Lloyd Green en el británico The Guardian.

Aunque Trump parezca ser el ariete preferido por los religiosos blancos de Estados Unidos, lo cierto es que Mike Pence, el vicepresidente, es el evangélico más destacado del Gobierno. Al igual que el tuitero mandatario, causa entusiasmo y exasperación. De hecho, la posición que ocupaba dentro de la comunidad evangélica lo ayudó a convertirse en el candidato a la vicepresidencia.

Estados Unidos es el país rico más religioso del mundo: dos de cada cinco personas afirman rezar diariamente y los evangélicos representan casi la misma proporción en las fuerzas armadas, a pesar de ser sólo una cuarta parte de la población. Recuerda Green que en junio, el Tribunal Supremo dio la razón a un panadero que se negó a hacer un pastel de bodas para una pareja gay y señaló que la comisión de derechos civiles de Colorado demostró «hostilidad» a las creencias religiosas del panadero al pedirle que hiciera un curso para cambiar su comportamiento discriminatorio

Dos libros recientes hablan del ¿segundo? al mando. Citando a Pence, Andrea Neal escribe -en el libro ‘Pence: The Path to Power’ (Pence, la senda hacia el poder)- que el vicepresidente «se posiciona con tres palabras que definen sus creencias fundamentales: cristiano, conservador y republicano, en ese orden».

En el libro ‘The Shadow President’ (El presidente en la sombra) el ganador del Pilitzer, Michael DÁntonio dedica el primer capítulo a ‘El adulador’. Ambos autores juzgan al actual vicepresidente por su atracción al dinero ajeno y su aversión por la modernidad.

La historia de Pence empieza en Indiana. Es en este estado cuando se transforma de católico a evangélico. Como congresista, Pence escribió que el calentamiento global era un «mito» y que «los gases de efecto invernadero… son reales pero son principalmente el resultado de volcanes, huracanes y desplazamientos geológicos submarinos».

Guerrerista como Trump, apoyó la guerra en Irak y se opuso al plan del presidente George W. Bush de que Medicare cubriera los medicamentos con receta. Pence también presionó, con éxito, para que un decreto presidencial prohibiera el uso de células madre.

Cuando Pence presentó su candidatura al Congreso por primera vez, evitó las grandes fortunas. Sin embargo, cuando llegó a la mansión del gobernador de Indiana ya se había convertido en un imán para personas como los hermanos Koch y la familia DeVos (cabezas de la Red Atlas, la internacional capitalista), y para los donantes republicanos. Ahora Trump echa pestes de los Koch, pero fue Pence quien hizo de canal entre ellos y la Casa Blanca.

Pence firmó el Proyecto de Ley 101 del Senado de Indiana, la Ley de Restauración de las Libertades Religiosas, que daba carta blanca a la discriminación de gays y lesbianas, lo que desató la ira, incluso, de grandes empresas como la farmacéutica Eli Lilly.

Trump, Grupo Bilderberg, Soros, la CIA

Desde el auge de la globalización financierista, el Grupo Bilderberg -conferencia secreta de jerarcas de la política, finanzas,industria y multimedia cuyas dos terceras partes provienen de Europa y el restante de Estados Unidos para promover el capitalismo noratlantista, bajo la modalidad de mantener ocultos los debates, cuyo máximo especialista es el ex espía ruso-lituano Daniel Estulin, autor de La Verdadera Historia del Grupo Bilderberg y ahora de La trastienda de Trump» donde divulga secretos e hipótesis prospectivistas, sobre todo la alternativa digital sin papel moneda.

El analista mexicano Alfredo Jalife-Rahme señala que en este último libro, Estulin juzga que el segundo EEUU postindustrial y corporativo que apoya la producción y las empresas trasnacionales de la segunda revolución industrial, aunados al matrimonio de industrias de la energía, el petróleo y los sectores militares con el de los servicios y la construcción, son quienes ungieron a Trump.

Este se enfrenta a otro EEUU de Wall Street, la burocracia de Washington, Chicago, Hollywood y Silicon Valley que venden humo mediante su burbuja de los derivados financieros y buscan propinar un golpe de Estado en alianza con el magnate George Soros, «peón del equipo del Deep State británico», cara visible de una vasta y sucia red secreta de intereses financieros privados (…) con su epicentro en la casa británica de Windsor y su red del Club de las Islas. Refiere que son los Rothschild quienes lanzaron la carrera de Soros.

Jalife añade que los escándalos de Hollywood del grupo Israel-Mossad (donde se alista el yerno de Trump Jared Kushner) y Harvey Weinstein dan razón a una de las hipótesis de Daniel Estulin, al igual que el pleito feroz que se ha desatado entre Trump y las joyas digitálicas de Silicon Valley -Google, Amazon, Facebook, Apple, Tuitter)-, así como el choque frontal de Trump con la aplastante mayoría de los multimedia.

Juzga que la mayor parte de los servicios de espionaje de EEUU, con excepción del FBI y la CIA, se están realineando con Trump quien, si es reelegido hará un esfuerzo deliberado para desmantelar a la CIA, lo cual intentó John F. Kennedy y lo pagó con su vida. Estulin vaticina que los financieristas de la City se esmeran en desatar una Tercera Guerra Mundial contra Rusia y China, mientras que Trump propende a un cambio del orden mundial de corte tetrapolar (EEUU, Rusia, China e India.)

La puja está en pleno desarrollo y las elecciones parlamentarias de noviembre, que le pueden quitar la mayoría a los republicanos, amenazan la continuidad de Donald Trump.

Álvaro Verzi Rangel: Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.