Cuando el Informe de la OMS, 2006 indicaba que las esperanzas de vida de Zimbabwe, Swazilandia, Botswana, Lesotho, Sudáfrica y Namibia eran de 36, 37, 40, 41, 48 y 54 años, respectivamente, muchas personas debieron pensar rápidamente en el SIDA, máxime tratándose de países de África meridional donde este flagelo alcanza los niveles más altos […]
Cuando el Informe de la OMS, 2006 indicaba que las esperanzas de vida de Zimbabwe, Swazilandia, Botswana, Lesotho, Sudáfrica y Namibia eran de 36, 37, 40, 41, 48 y 54 años, respectivamente, muchas personas debieron pensar rápidamente en el SIDA, máxime tratándose de países de África meridional donde este flagelo alcanza los niveles más altos a nivel mundial.(1)
No obstante, una revisión de la prensa de África subsahariana en el último año y medio permite apreciar que el panorama se ha complicado de forma extrema debido a que, junto a las recurrentes epidemias de enfermedades, nos encontramos con la reaparición de otras que parecían estar controladas o eliminadas, y la llegada de algunas procedentes de otros continentes.
Entre las enfermedades del primer tipo encontramos la poliomielitis que se presenta en prácticamente toda la región subsahariana y, especialmente en la República Democrática del Congo -donde no había aparecido en los últimos seis años-, Namibia, Sudán, y Nigeria, entre otros países. (2) Otras de las enfermedades del primer tipo son la malaria (3), el sarampión (4) y el cólera (5), entre otras.
Entre las enfermedades del segundo tipo -las que reaparecen- se destacan la tuberculosis (6) y la tripanosomiasis,(7) estando el resurgimiento de aquella asociada a la extensión alcanzada por el SIDA y al negativo impacto que provoca en el sistema inmunológico de los enfermos que posibilita que éstos contraigan otras enfermedades oportunistas.
Entre las enfermedades del tercer tipo, tenemos la denominada gripe aviar provocada por el virus denominado H5NI, pandemia que tuviera su origen en países asiáticos y que se ha extendido a naciones de Europa y Africa.(8) Esta enfermedad de las aves, que se presentaba por un contagio ave-ave y solo ocasionalmente ave-ser humano, podría estar mutando, según el virólogo inglés John Oxford, y provocar la aparición de un virus que posibilite el contagio entre los seres humanos de impredecibles consecuencias socioeconómicas.(9)
En el actual contexto neoliberal de mercantilización y contabilización de todo, «un estudio reciente del Instituto Lowy de Política Internacional, que proporciona el mejor cálculo a la fecha, descubrió que una pandemia similar a la de 1968 causaría la muerte de 1,4 millones de personas y costaría unos 330 000 millones de dólares (0,8 % del PIB global) en pérdidas de producción económica. Si ocurriera una pandemia tan grave como la de 1918-1919, perecerían más de 142,2 millones de personas y el PIB del planeta sufriría una pérdida de 4 billones 400 mil millones de dólares».(10)
La epidemia de gripe aviar provocó una cobertura de los medios de comunicación que contribuyó a relegar, una vez más, los problemas sanitarios de los países africanos.
Las informaciones de prensa consultadas dan cuenta de los esfuerzos y recursos destinados por los gobiernos de dentro y fuera del continente, organismos internacionales y ONGs para tratar de paliar estas enfermedades en África subsahariana mediante campañas de vacunación y otras acciones.(11)
Pero quizás la principales enseñanzas que debieron haberse extraído de la repetición de las epidemias, de la pobre efectividad de los recursos empleados y, a veces, del avance de los flagelos, no han sido comprendidas e interiorizadas cabalmente.
Un breve balance de lo que cada día resulta más evidente en torno a la situación sanitaria de la región, nos lleva a las siguientes consideraciones:
la necesidad de desmitificar la idea de África subsahariana (o del continente africano) como una amenaza para la salud mundial o, al menos, de las naciones desarrolladas, al insertar sus problemas sanitarios en un contexto de crisis generalizada del sector a nivel mundial,(12)
el reconocimiento de que los recursos financieros movilizados en función de atender los problemas sanitarios de la región (del continente) resultan insuficientes y, además, han sido ineficientemente utilizados para la gravedad alcanzada por aquellos, pero que muchas acciones de bajo costo podrían emprenderse si se aplicaran iniciativas inteligentes,(13)
la denuncia de los efectos negativos de las políticas económicas neoliberales impulsadas por los organismos internacionales (FMI, BM y OMC), así como los de algunas políticas de las principales potencias mundiales (reforma del Protocolo Azucarero por la Unión Europea) en la situación financiera de los gobiernos africanos y en sus posibilidades de atender las necesidades sanitarias de sus poblaciones,(14)
el establecimiento, una vez más, de los vínculos entre alimentación y salud, máxime en momentos como los actuales en que la seguridad alimentaria no sólo de las naciones subdesarrolladas (de África subsahariana), sino la mundial ha sido puesta en peligro por la pretensión de fabricar agrocumbustibles para sustituir a los combustibles fósiles,(15)
la conveniencia de pasar de una medicina curativa a otra de tipo preventivo, para lo cual los gobiernos deberían promover la creación de las condiciones infraestructurales necesarias para un adecuado ambiente sanitario (agua potable, saneamiento, etc.),(16)
la importancia de concebir las estrategias sanitarias como programas multifacéticos de largo plazo y no como el cumplimiento de cierta metas numéricas de corto plazo, como la cantidad de personas con acceso a medicamentos, disminuir la cifra de mujeres embarazadas con SIDA, el reparto de cantidades de mosquiteros, etc.,(17)
el reclamo de una real cooperación internacional para el enfrentamiento de los actuales problemas sanitarios y la formación del personal calificado (médicos, enfermeras y técnicos) que se requieren para el mantenimiento de adecuados sistemas de salud, lo que implica la adopción de mecanismos que desestimulen la emigración desde las naciones subdesarrolladas (África subsahariana) y el «robo de cerebros» por parte de las naciones desarrolladas de este personal y la utilización de la ayuda brindada como un instrumento de política exterior,(18) y
el acometimiento de acciones encaminadas a crear reglamentaciones internacionales o a la creación de nuevos instrumentos dirigidos a lograr un más estricto cumplimiento de sus obligaciones por parte de las naciones desarrolladas, sobre todo en lo relativo a la promoción del desarrollo humano y los derechos humanos (especialmente el derecho a los cuidados de salud) en las naciones subdesarrolladas (África subsahariana).
En nuestra opinión, esta situación sanitaria no debe verse solo como algo exclusivamente inherente al continente, sino, sobre todo, como una importante parte de un grave problema (económico, social, político, ambiental y ético) de carácter global.
(1) Nkala, G.: «Botswana Life Expectancy 40 Years -WHO Report», Mmegi/The Reporter, 11-04-06
(2) Echikr, A.: «Le continent oublié», La Tribune, 20-05-06; Maletsky, C.: «Polio Cases Creep Up», The Namibian, 11-07-06; Pellerin, C.: «Despite Questions, Polio Eradication is Feasible, US Officials Say», United States Department of State (Washington, DC), 2-05-07; UNIRIN: «Winning the Battle Against Polio», 27-03-07, y «Polio Surge Thwarts Global Eradication Plan», 16-06-06, Kongo, V.: «La méningite et la diarrhée sanguinolente font rage à Watsa», Le Potentiel, 20-06-06
(3) Mohammad,A., S. E. Benjamin, S. Z. Maradun, y Y. A. Ibrahim: «Doctors Disagree with International Anti-Malaria Strategy», Daily Trust, 16-06-06; Catholic Information Service for Africa: «U.S. Announces New Plans to Fight Malaria in Stricken Continent», 4-05-07; Madamombe, I.: «Children just do not have to die», Africa Renewal, vol. 19, núm. 4, January, 2006.
(4) Mwaniki, M: «Measles Outbreak Alert As Disease Claims 14 Children», The Nation, 4-04-06 y UNIRIN: «Measles Vaccination Among Drought-Stricken People», 13-04-06.
(5) Angola Press Agency: «Over 200 Cholera Cases Recorded in Luanda», ,23-01-07; UNIRIN: «At Wet Season’s End, Cholera Returns», 3-11-06, «Undertaking Measures Against Cholera», 30-06-06; Haji, M.: «Diarrhoea Kills Dozens Around Somalia Gedo Region», The Shabelle Times, 29-05-06, y Emangongo, P.: «L’épidémie de cholèra inquiète», Le Potentiel, 20-05-06. (6) Angola Press Agency, «Huambo Sanatorium Hospital Records 87 Deaths», 30-06-06 y Makabila, S.: «Nurses At Kenyatta Hospital Diagnosed With Tuberculosis», The East African Standard, 03-11-06.
(7) UNIRIN: «Forgotten Killer is Back», 19-07-06.
(8) Xinhua: «OIE advierte gripe aviar pueda extenderse a más países europeos, 28-02-06 y [email protected]: «Reportan nuevos brotes de gripe aviar en Europa y Asia», s. f.; Sandell, R.: Pandemics: a security risk?, ARI núm. 31, 2006, sitio web www.rielcano.org; Financial Times: «Countries vie for Hungarian bird flu vaccine know-how», 3-03-06: FAO: «New Bird Flu Outbreaks Require Strong Vigilance», 23-01-07; Reuters; «Le Cameroun, 4e pays africain touché par la grippe aviaire», 12-03-06, Le Potentiel: «Grippe aviaire au Niger: début des opérations d’abattage des Volailles», 13-04-06, y Osterholm, M. T.: «Desprevenidos ante una pandemia», Foreign Affairs En Español, Julio-Septiembre, 2007.
(9) ANSA: «Virus mutará entre humanos en dieciocho meses, dice experto», ,20-02-06 y Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Hoja Informativa, 25-11-05.
(10) Osterholm, M. T., art. cit.
(11) Angola Press Agency: «Vaccination Campaign Aims to Reduce Death By Malaria, Measles», 30-06-06: New Era: «Accolades to Ministry of Health And Social Services», 30-06-06; Haji, M.: «Measles Vaccination Campaign Started in Somali Region», The Shabelle Times, 29-05-06, y UNIRIN: «Measles Vaccination Among Drought-Stricken People», 13-04-06.
(12) Garrett, L.: «El reto de la salud global», Foreign Affairs En Español, Julio-Septiembre, 2007 y Baró, S. «África y las recientes tendencias en materia de seguridad humana», CEAMOnitor, vol. 4, núm. 9, octubre, 2007.
(13) Madamombe, I., ob. cit.
(14) UNIRIN: «Demise of Sugar Industry Hits Healthcare Services», 11-07-06 y UNIRIN: «Ailing Health System Needs Cure», 30-06-06.
(15) La Idea siniestra de convertir los alimentos en combustible, tabloide especial, núm. 3, 2007; Aguilar, A.: Biocombustibles_ problema de carácter global y estrategia de dominación capitalista», El Economista, año 10, núm. 49, Julio, 2007 y Baró, S.: «El tema de los bicombustibles: sus implicaciones para Africa», Panorama Mundial, 19-10-07.
(16) Hebden, S.: «WHO Tallies Disease From Unhealthy Environments», SciDev.Net, 19-06-06.
(17) Garrett, L., ob. cit.
(18) Dentlinger, L.: «Namibia Not Immune to Brain Drain», The Namibian, 13-0-06; Thom, A.: «Dire Healthworker Shortage», Health-e, 7-04-06; Njeru, M. y K. J. Kelley: «Bill to Worsen Nurses’ Exodus to USA», The Nation, 6-04-06, Mulama, J.: «Medics Deplore Low Pay, Scarce Incentives», IPS, 6-04-06; Nduru, M.: «Medical Brain Drain Puts Region in a Quandary», IPS, 7-04-06.