La sequía que afecta este año a gran parte de los países del África Oriental puede ser calificada de excepcional y reune todas las características para que el escenario se deteriore posteriormente», son palabras de Renee Mc Guffin, representante en Kenia del PMA (Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas), describiendo la situación que afecta […]
La sequía que afecta este año a gran parte de los países del África Oriental puede ser calificada de excepcional y reune todas las características para que el escenario se deteriore posteriormente», son palabras de Renee Mc Guffin, representante en Kenia del PMA (Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas), describiendo la situación que afecta a países como Kenia, Etiopía o Somalia, donde la sequía y el hambre amenazan a más de 6 millones de personas. Las débiles precipitaciones de la última estación de lluvias han exacerbado una carencia crónica de agua y pastos en toda la zona.
«Estamos muy preocupados, continúa diciendo el representante de la PMA, hace meses que estamos haciendo llamadas a la comunidad internacional para recibir ayudas, y estamos seguros que los donantes actuarán, pero es necesario hacerlo con urgencia». Entre tanto, diversas ONG’s, agencias de Naciones Unidas y de gobiernos locales, se van activando para hacer frente a la situación. De las 64000 Tn de alimentos necesarias, hasta ahora hay 17000 recolectadas, y las previsiones para la próxima estación de lluvias no son nada alentadoras, pues se teme por la carencia o por las lluvias torrenciales y destructoras.
KENIA
El presidente keniata, Mwai Kibaki, en visita a una de las zonas más afectadas por la sequía, ha invitado a las poblaciones nómadas del Norte del país a no disputarse las raras fuentes de agua disponibles. Por otra parte también ha dado órdenes a los administradores de las reservas naturales para facilitar el acceso de los ganaderos al agua y pastos de estos espacios. No obstante, los mismos parques naturales de Kenia están sufriendo las consecuencias de la sequía que afecta al Este africano, los animales huyen fuera de las zonas naturales de vida en busca del agua y causan destrozos y muertes de personas a su paso.
«CUANDO LOS CAMELLOS MUEREN…»
Garisa, ciudad de 200000 habitantes al Noreste de Nairobi y principal núcleo de población de la zona afectada por la sequía. En la próximas semanas podría ver duplicada su población de continuar el actual flujo de personas de huyen las zonas rurales asentándose en los alrededores de la ciudad, junto al río Tana, esperando las ayudas que puedan llegar y que siempre comienzan a distribuirse a partir de las grandes ciudades.
Según el obispo de la ciudad, «son gentes habituadas a desplazarse con las estaciones. Este año han comprendido que no hay agua ni pastos y vienen a las grandes urbes. Los rebaños están desapareciendo y será necesario un buen período de tiempo para que la economía se recobre. El ambiente es inquietante porque toda la gente conoce el refrán: ‘después de los camellos son las personas quienes mueren’, y los camellos están muriendo ya. En muchas zonas de la diócesis la situación es muy grave, no hay hierba, ni cosechas, la gente está débil y enferma. Hace meses que hemos puesto en marcha un programa de distribución de ayuda (sobre todo leche y maíz), pero la urgencia no hace más que extenderse»
AQUÍ LA URGENCIA NO ES UNA NOVEDAD
«El problema es que aquí nosotros estamos casi siempre en el limite de la urgencia. Un poco es suficiente para transformar la carencia de lluvias de este año en sequía grave. Realmente es difícil comprender si la situación es tan grave como se dice porque vivimos en una región muy pobre y alejada». Así refiere la situación una religiosa trabajadora como enfermera en una pequeña población en la frontera somalí y distante 1000 Kms de Nairobi.
«Hemos comenzado a ver muchos esqueletos de animales por los caminos y sabemos de familias que los han perdido todos; esto significa que no disponen de fuentes de ingresos, ni de leche, ni de carne, no tienen ya nada para vender. En esta región el dinero sirve sobre todo para comprar agua. Los pozos de la región tienen agua salada en su gran mayoría. Hay que buscarla con un animal a unos 30 Kms, algunas personas no pueden comprar un bidón de 20 Lt que cuesta menos de 25ct de euro porque es muy caro».
El gobierno ha enviado ya las primeras ayudas y dos ONG’s, Oxfam y MSF, están actuando.
ETIOPÍA
«La situación en el triángulo Kenia-Somalia-Etiopía necesita medidas urgentes y concretas», son palabras del coordinador de proyectos de MSF en Etiopía. «La situación en el Sur del país es grave como lo muestra que el centro de salud de la zona dobla el número de pacientes de un mes a otro.
Las poblaciones de esta zona son esencialmente nómadas y viven de la ganadería. En circunstancias como las actuales, con poco agua y pocos pastos, la primera cosa que se hace es vender el ganado. Primero se venden las cabras, luego las vacas y, por último, los camellos que son los más resistentes» La consecuencia inmediata es la bajada de precios y la inevitable reducción de ingresos para las familias.
SOMALIA
En la parte somalí la situación es aún más grave según testimonios de miembros de la ONG irlandesa Trocaire presentes en la zona. Como se sabe en este país reina la anarquía total desde hace bastantes años, faltan toda clase de infraestructuras y es extremadamente difícil hacer llegar cualquier tipo de ayuda.
SUDÁN
Un grupo de 2000 nómadas originarios del Sur de Sudán se han instalado en el interior de un parque natural ugandés con más de 50000 cabezas de ganado, entre vacas, ovejas, cabras y asnos. Las autoridades del país negocian su retirada, arguyendo que hay otras fuentes de agua en zonas no protegidas, pero la comunidad nómada la rechaza por el momento.’