Muchos analistas auguran el fracaso del proyecto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de subir los impuestos a los ricos, pero al menos su plan ya ha tenido el notable efecto de sacar a relucir la creciente desigualdad entre clases en el país. Algunos medios estadounidense como la revista The Atlantic han destacado que […]
Muchos analistas auguran el fracaso del proyecto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de subir los impuestos a los ricos, pero al menos su plan ya ha tenido el notable efecto de sacar a relucir la creciente desigualdad entre clases en el país.
Algunos medios estadounidense como la revista The Atlantic han destacado que la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres de EE.UU. ha superado en la última década a la de varios países de Latinoamérica, tradicionalmente considerada la región más desigual del mundo.
La década perdida de Estados Unidos
Estados Unidos ha superado en desigualdad a Venezuela, según el coeficiente Gini, una fórmula que es usada por la agencia de inteligencia estadounidense, la CIA, en su Libro de Datos del Mundo, una fuente ampliamente usada por académicos y periodistas.
Desde hace décadas, la sociedad estadounidense ha sido mucho más desigual que las de otros países desarrollados como los europeos, pero las diferencias de clase eran menores que las que existían en los países de América Latina.
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En la última década, países como Chile, Brasil o México redujeron su desigualdad, mientras que en EE.UU. ocurrió lo contrario.
En la última década, sin embargo, países como Chile, Brasil o México redujeron su desigualdad, mientras que en EE.UU. ocurrió lo contrario.
Aunque según los analistas las diferencias de ingresos entre ricos y pobres en EE.UU. comenzaron a ensancharse a finales de los años setenta, muchos señalan que en la última década el proceso se aceleró tras la llegada al gobierno del presidente George W. Bush (2001-2009) y la reducción de impuestos a los ricos y reducción del gasto en programas sociales adoptadas bajo su mandato.
De acuerdo con los datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso, el 1% más rico del país concentra el 19,4% de los ingresos, el doble que en 1979 y más que el 40% más pobre.
Paridad de compra
¿Supone este crecimiento de la desigualdad que sus clases medias y bajas viven peor que las de los países latinoamericanos que han reducido las diferencias de ingresos? Desigualdad
El coeficiente Gini es una de las medidas de la desigualdad entre países más usadas. Un valor de 0 expresa igualdad total y un valor de 1 una desigualdad máxima.
Estados Unidos: 0,40 (1997) 0,45 (2007) Venezuela: 0,49 (1998) 0,41 (2009) Brasil: 0,6 (1998) 0,56 (2005) Chile: 0,57 (2000) 0,52 (2009) Colombia: 0,53 (1996) 0,58 (2009) Costa Rica: 0,45 (1997) 0,48 (2008) Guatemala: 0,55 (1998) 0,55 (2007) Bolivia: 0,57 (1999) 0,58 (2009) México: 0,53 (1998) 0,48 (2008) Fuente: CIA World Factbook
Stephen J. Rose, profesor de la Universidad de Georgetown, responde que indudablemente no es así. «La desigualdad es un dato relativo y otros indicadores como la paridad de poder de compra nos transmiten una idea más fiable del estándar de vida de un país como la paridad de poder de compra», asegura Rose en conversación con BBC Mundo.
«Por ello», continúa Rose, «no se puede cuestionar que un ciudadano estadounidense con ingresos medios o incluso bajos vive mejor que alguien que se sitúe en el mismo lugar de la escala en un país de Latinoamérica». clic Lea: La década perdida de Estados Unidos
Aunque el profesor de Harvard Christopher Jencks también tiene reservas respecto a las comparaciones con el coeficiente Gini, él cree que estos datos reflejan una tendencia preocupante.
Jencks le dijo a BBC Mundo que cada vez más el conjunto de EE.UU. corre el riesgo de parecerse a un Estado como Texas, donde los indicadores sociales son «terribles».
«Un alto número de madres solteras, de divorcios, resultados escolares muy mediocres, abandono escolar…», enumera él como ejemplo, y lo atribuye a la reducción del gasto público en educación y otras inversiones sociales.
«Guerra de clases»
Jencks cree que el plan de aumento de impuestos de Obama es una medida que avanza en la dirección correcta, aunque desde el principio los congresistas republicanos ya han anunciado que se opondrán a ella y han criticado al presidente por haber prendido la llama de una guerra de clases.
Obama ya mostró su disposición en 2007, cuando era candidato presidencial, a subir los impuestos a los ricos para acabar con la desigualdad creciente en el país.
«Tenemos los mayores niveles de desigualdad desde la Gran Depresión (años treinta)», dijo Obama en una entrevista al diario The New York Times.
Otros expertos que han comentado los planes de Obama son más escépticos respecto a la posibilidad de que el plan de la Casa Blanca pueda servir para reducir la desigualdad.
Han apuntado que las diferencias entre ricos y pobres están creciendo en todo el mundo y lo seguirán haciendo a causa de la globalización y los adelantos tecnológicos.