La violencia en Afganistán sigue empeorando año tras año, con cifras récord en 2016 que suponen un aumento del 3% en el número de víctimas civiles, 11.418 (3.498 muertos y 7.920 heridos), y un incremento del 24 % de niños fallecidos, hasta los 923, informó hoy la misión de la ONU en el país (Unama). […]
La violencia en Afganistán sigue empeorando año tras año, con cifras récord en 2016 que suponen un aumento del 3% en el número de víctimas civiles, 11.418 (3.498 muertos y 7.920 heridos), y un incremento del 24 % de niños fallecidos, hasta los 923, informó hoy la misión de la ONU en el país (Unama).
«Es triste informar otro año más de otro incremento en el número de víctimas civiles, otra vez la cifra más alta registrada«, afirmó el jefe de la Unama, Tadamichi Yamamoto, durante la presentación en Kabul del informe anual sobre víctimas en el conflicto afgano.
Restos de la guerra Muchos menores murieron cuando detonaron los explosivos de guerra con los que jugaban
Aunque la cifra de muertos disminuyó un 2% con relación a los 3.565 de 2015, el número de heridos creció respecto a los 7.469 del año anterior, lo que llevó al total de víctimas civiles más alto desde que la misión de la ONU comenzó a contabilizarlos en 2009. Yamamoto mostró además su «particular preocupación hacia el alarmante aumento de víctimas» infantiles.
De acuerdo con la Unama, el aumento de un 24% en el número de niños muertos en 2016 frente a los doce meses anteriores se debe «fundamentalmente a un incremento del 66 % en víctimas civiles por restos de explosivos de guerra», en muchas casos al detonarse mientras los menores jugaban con ellos. Por ello, el jefe de la Unama pidió a todas las partes enfrentadas en Afganistán que dejen de luchar en áreas habitadas o que no hagan uso de espacios civiles como colegios, mezquitas u hospitales.
Los grupos antigubernamentales, principalmente los talibanes, son señalados como los responsables del 61% de las víctimas, mientras que las tropas que actúan en defensa del Gobierno lo son de un 24%, un incremento del 46% respecto al año anterior, según el informe. El restante 5% no pudo ser atribuido y corresponde en buena parte a restos de explosivos.
Los talibanes rechazaron en un comunicado los datos facilitados por la Unama, definiéndolos como «incompletos» y culpando a las tropas afganas y extranjeras del 77% de las víctimas, mientras que ellos se reconocieron responsables de un 12%.
En 2016 11.418 civiles muertos y 7.920 heridos
Según el informe, las víctimas del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que este año se atribuyó algunos de los ataques más sangrientos en el país, se multiplicaron por 10 en comparación con el año anterior, con 209 muertos y 690 heridos.
Yamamoto condenó «enérgicamente» los ataques deliberados del EI contra civiles por motivos sectarios, como el atentado suicida el pasado junio contra un grupo de la minoría chií hazara que participaba en una manifestación en Kabul, que causó más de 80 muertos y 300 heridos. «Hacemos un llamado al Daesh (acrónimo del EI en árabe) para que deje de poner en el blanco a civiles (…), eso es un acto de crimen de guerra, deben entenderlo», remarcó el jefe de la Unama.
A tres bandas Los talibanes, las tropas en defensa del Gobierno y el Estado Islámico asesinaron miles de civiles
En 2016, las víctimas de atentados suicidas y ataques contra complejos alcanzaron el récord de 398 muertos y 1.565 heridos, mientras que los artefactos explosivos improvisados fueron la principal causa de muerte o heridas, con 700 y 1.456, respectivamente.
Desde que comenzó a elaborar esta estadística en 2009, la Unama ha contabilizado 24.841 civiles muertos y 45.347 heridos por el conflicto afgano. La OTAN ha anunciado que mantendrá en 2017 el mismo volumen de tropas, más de 12.000, en su actual misión de asistencia a las fuerzas afganas, ante la inestabilidad en el país.
Estados Unidos mantiene 8.400 soldados en Afganistán, alrededor de 2.000 de ellos como parte de la misión antiterrorista estadounidense en el país y el resto integrados en la misión de la OTAN que da asistencia y capacitación a las tropas afganas.
A pesar de esa fuerte presencia militar en Afganistán, el jefe de la Unama subrayó que «finalmente la paz deberá ser negociada». «Las partes en conflicto deben demostrar su compromiso para alcanzar un solución política negociada a una guerra (…) que ha destruido vidas y causado desplazamientos internos, traumas y sufrimientos más allá de lo imaginable», sentenció Yamamoto.
Fuente original: http://www.lavanguardia.com/internacional/20170206/414068205232/violencia-afganistan-ninos-muertos-2016.html