Meg Whitman, la candidata republicana a gobernadora de California , quiere los votos latinos. Eso es comprensible. Ya no se puede llegar a cargos de importancia, especialmente en los estados con alto porcentaje de población latina, como California, sin los votos latinos. Sólo que para ganarse los votos latinos hay que ofrecer programas que satisfagan […]
Meg Whitman, la candidata republicana a gobernadora de California , quiere los votos latinos. Eso es comprensible. Ya no se puede llegar a cargos de importancia, especialmente en los estados con alto porcentaje de población latina, como California, sin los votos latinos.
Sólo que para ganarse los votos latinos hay que ofrecer programas que satisfagan sus expectativas respecto a los temas que los afectan. Los electores latinos pues prestan mucha atención a lo que los candidatos a puestos electivos dicen y proponen en sus campañas.
Lamentablemente, en ese intento, la candidata proyecta una doble imagen y un doble discurso. Pues una cosa dice Whitman en español, dirigida a los votantes latinos, otra en inglés, a los votantes no latinos.
Pero no sólo sus palabras son dobles. Sus hechos y sus propuestas son tan contradictorios como su discurso bilingüe.
Durante las primarias, cuando intentaba seducir a votantes conservadores, no latinos en su mayoría, Whitman profería un discurso anti inmigrante, que reforzó con el nombramiento del tristemente célebre ex gobernador Pete Wilson como jefe de su campaña. Al hacerlo tácitamente suscribió la línea extremista anti inmigrante de la Proposición 187, que estableció para siempre en la historia a Wilson como un enemigo de la comunidad latina.
Luego de las primarias, ya como candidata republicana, Whitman dió un viraje total. Uno se pregunta si eso no le produjo mareo. Intenta engañarnos, pero la que se engaña es ella.
No somos tan ingenuos, como para no percibir bien su hipocresía y su doblez. Nos sobran indicios al respecto. Como su cambiante posición sobre la funesta ley 1070 de Arizona , que finge no apoyar en sus anuncios televisivos en español, pero que comenta con simpatía en entrevistas radiales en inglés.
Pero las contradicciones de Whitman van más allá de su doble discurso.
En efecto, se proclama como la candidata capaz de crear miles de empleos, pero comenzaría eliminando cerca de 40,000 empleos estatales, debido a los recortes presupuestales que anuncia, apuntados, claro, contra los trabajadores;
Pues esos recortes eliminarían empleos de enfermeras, profesores, bomberos, entre otros muchos trabajos estatales.
Whitman promete mejorar las oportunidades de educación para los latinos; pero propone eliminar impuestos a los ricos, lo que dispararía el déficit, y obligaría a recortes de los recursos del fondo general del estado destinados a las escuelas.
Whitman además se opone a que los hijos de inmigrantes indocumentados puedan matricularse en las universidades públicas del estado. Y se opone a la educación bilingüe, un instrumento esencial para la educación de los inmigrantes.
No nos dejemos engañar. Demasiado hemos avanzado en nuestra participación política para ser tratados como simplones. Whitman tiene derecho a sus ideas reaccionarias, pero no tiene derecho a tratar de engatusarnos con su doble discurso, y sus propuestas tramposas. . Debemos darle una lección en las urnas.
Eliseo Medina es vice presidente ejecutivo del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, SEIU.
Fuente: http://www.impre.com/laopinion/opinion/opinion/2010/9/4/dos-caras-208703-2.html#commentsBlock