Maroune M. explica que las elecciones legislativas que se llevaron a cabo en Marruecos el pasado 25 de noviembre no fueron limpias porque están amparadas en una Constitución (aprobada en julio) que sigue dando todos los poderes al rey. El Movimiento 20 de Febrero pidió el boicot junto con varias formaciones de izquierda y un […]
Maroune M. explica que las elecciones legislativas que se llevaron a cabo en Marruecos el pasado 25 de noviembre no fueron limpias porque están amparadas en una Constitución (aprobada en julio) que sigue dando todos los poderes al rey. El Movimiento 20 de Febrero pidió el boicot junto con varias formaciones de izquierda y un partido islamista.
El hartazgo del oficialismo promueve la abstención en Marruecos
- Foto: Magharebia.
- Manifestaciones del Movimiento 20 de Febrero de Marruecos.
Marouan M. [prefiere no revelar su apellido], marroquí licenciado en gestión de empresas, argumenta la postura del Movimiento 20 de Febrero, movilización popular que empezó hace diez meses siguiendo la ola de revueltas árabes de Túnez y Egipto, frente al supuesto proceso democrático en Marruecos. Este joven es también militante del partido de izquierda Vía Democrática que llamó, junto a otras formaciones políticas, al boicot de los comicios del 25 de noviembre.
DIAGONAL:¿ Las últimas elecciones legislativas han sido libres?
Marouan M.: No. Estas votaciones son una herramienta del Estado marroquí para debilitar al Movimiento 20 de Febrero. Estas elecciones surgen tras la reforma, en julio, de una Constitución que ha sido impuesta. Las elecciones son una farsa, un maquillaje en el que el Gobierno quiere aparentar que escucha a su pueblo y va a hacer cambios. Esa Constitución, que también fue rechazada por el Movimiento 20 de Febrero y varios partidos, concentra todos los poderes en el rey y éste es, además, la máxima autoridad religiosa del país. El rey se reserva también el ministerio de Interior que es el que vigila la votación; una cartera que tiene una larga experiencia en falsificar resultados. Además la nueva Constitución es la continuidad de la del 96. Las votaciones no son democráticas y no representan las expectativas del pueblo marroquí.
D.: ¿El descontento social y político se ha visto reflejado en el índice de abstención que se ha registrado?
M.M.: Sí. Pero aunque la abstención ‘oficial’ fue del 55 por ciento y hubo una participación del 45 por ciento, estos porcentajes no son reales. Se refieren al número de personas inscritas. Marruecos cuenta con 33 millones de habitantes, de los cuales 25 tienen derecho a voto, y sólo trece millones de marroquíes están inscritos en las listas. Entonces, a ese 55% que se ha abstenido hay que sumar a millones de marroquíes que no confían en el sistema y no han votado, junto a otros cinco millones que residen fuera y que tampoco tienen derecho a participar en las elecciones.
D.: ¿Qué indice de paro existe entre los jóvenes marroquíes?
M.M.: las cifras oficiales dicen que la tasa de paro de Marruecos afecta a un 11 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 30 años. Sin embargo, los jóvenes representan el 31 por ciento de la población activa y el número de parados es mucho mas elevado aunque el Estado no lo reconoce. Los datos son mucho mayores, según varias estimaciones el 80 por ciento de los jóvenes están desempleados.
D.: ¿El Gobierno está reprimiendo las protestas del Movimiento 20 de Febrero?
M.M.: Sí. La represión del Movimiento 20 de Febrero ha vivido dos etapas. Al inicio se nos permitía llevar a cabo manifestaciones sin que sufriéramos la violencia del Estado, pero con graves ataques mediáticos a través de los medios afines al régimen. Ahora, se está produciendo una etapa violenta en la que el ministerio de Interior anima a salir a la calle a grupos de personas para insultar y agredir al Movimiento 20 Febrero.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Las-elecciones-en-Marruecos-han.html