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Las legiones desaparecidas de Gadafi

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

La evaluación provisional de los eventos del martes por el autor a lo largo del área norte del puerto de Trípoli a fines de la tarde del 23.8.2011 es que los «65.000 soldados bien entrenados y bien armados» mencionados ostentosamente el domingo por el gobierno de Gadafi no existen en realidad y que los restos de tropas gubernamentales aquí en Trípoli y en toda Libia, seguirán resistiendo a lo que ven que la agresión de la OTAN para usurpar el petróleo y agregar Libia al Africom.

La OTAN es generalmente vista en Trípoli como en violación de los tres principales términos de la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a saber, que la OTAN se involucró en el cambio de régimen, que tomó posición en una guerra civil, que armó a una de las partes, y que se negó a permitir una solución diplomática negociada que muchos aquí e internacionalmente creen que podría haber sido lograda a principios de abril, salvando así cientos de vidas libias. Los más de 160 días de bombardeo por la OTAN son vistos como indignantes violaciones de la Resolución 1973, del Artículo 2 (7) de la Carta de la ONU y de numerosas provisiones del derecho internacional, todo parte de su campaña por obtener el petróleo libio y la cooperación de este rico país con EE.UU., el Reino Unido, Francia, Italia y sus aliados de la OTAN.

Me dicen que algunos de los leales a Gadafi se dirigen a Serte, la ciudad natal del coronel, para preparar su defensa. Algunas de mis razones para estas conclusiones provisionales incluyen la no aparición de tropas gubernamentales, la intensificación de los bombardeos de Trípoli por la OTAN, que es el único motivo por el cual los rebeldes no negociaron un fin de este conflicto en abril pasado, y conclusión provisional de que no hay motivos para que cantidades masivas de tropas gubernamentales, si existieran, no enfrentaran a las cantidades crecientes de rebeldes de la OTAN que parecen ser presas fáciles mientras conducen de un lado al otro los soldados de Trípoli. Según periodistas que llegaron ayer a este hotel desde el oeste, sur y este, no parece haber tropas gubernamentales que se dirijan hacia Trípoli para una última batalla al estilo de El Álamo.

Durante principios de la tarde del 23 de agosto, la electricidad e Internet fueron cortados en nuestro hotel y de nuevo las habitaciones con ventanas selladas se calentaron rápidamente y tuvieron que ser desocupadas esencialmente a menos que uno se quedara en la tina repleta con agua tibia del grifo. Actualmente no tenemos servicios telefónicos internacional o información desde afuera de Libia o algún conocimiento de lo que se informa internacionalmente sobre Libia.

El lunes 22 de agosto por la noche me encontré con Saif al Islam. No fue capturado y no está muerto. Por lo menos no a las 23 horas del 22 de agosto o sea aproximadamente 24 horas después que el CNT y la CPI afirmaron que fue capturado y que lo preparaban para ser transportado a La Haya. Saif se mostró desafiante y afirmó que su familia estaba segura y que la OTAN sería derrotada políticamente por sus crímenes contra civiles libios.

Saif llevó a un camarógrafo occidental y a un periodista a un breve tour de Trípoli mostrándoles que la OTAN no tenía el control – no un 95% de control de Trípoli como ha estado afirmado el representante del CNT en Londres desde el sábado por la noche y no el control de un 80% de Trípoli como el director ejecutivo de la «Operación para proteger a los civiles libios» de la OTAN, Rasmussen, ha afirmado. Pero parece que los rebeldes controlan actual grandes áreas de la capital de Libia. Un periodista del Independent británico que ha estado con los rebeldes durante más de dos meses y que pareció a caer literalmente en nuestro hotel ayer me dijo esta mañana que las afirmaciones del CNT hechas durante el período que estuvo con ellos fueron una «invención absurda».

Saif, el otrora aparente heredero del coronel Gadafi, estaba de buen humor e irradiaba confianza. En conversación con un yanqui a quien conocía, le dijo que obtuvo su doctorado en la London School of Economics, que contrariamente a los informes en los medios en la primavera pasada Saif había comprado de la LSE, lo que no es verdad ya que en realidad trabajo duro durante casi tres años investigando y escribiendo su disertación doctoral sobre desarrollo comunitario. Se sintió ofendido por las informaciones de que no lo haya hecho. Tiendo a creerle porque consideré que la LSE es difícil en lo académico y mi asesor, el profesor David Johnson, y su trío del Comité de Examen de Tesis, para mi sufrimiento, estudiaron mi disertación: «Contaminación como problema del derecho internacional» durante casi tres horas, párrafo tras párrafo durante mi defensa oral de mi Tesis, hace más de dos décadas. Pienso y supongo que la LSE no ha reducido sus estándares académicos desde los días de Harold Laski y David Johnson.

Mi nueva «oficina» está ubicada en el área del patrio exterior sobre la piscina y los jardines del hotel Corinthia. Una maravillosa vista del mar sobre el puerto de Trípoli al norte y la ciudad vieja de Trípoli al sur. Cuando estallan una bomba o prolongados tiroteos la oficina se mueve rápidamente dentro del restaurante acristalado que tiene el ÚNICO enchufe eléctrico en funcionamiento entre los más de 6.000 que no funcionan en este hotel. Nadie sabe cuándo se detendrá el generador del hotel terminando con lo que queda de vatiaje y agotando las baterías de laptops y teléfonos móviles.

El interior del hotel está abochornado ya que no ha tenido aire acondicionado durante más de 48 horas. En busca de un poco de aire fresco, abro una puerta hacia el antiguo Sushi Bar japonés en el patio exterior, pero Miss Lorraine, la administradora del hotel, me regaña. «Maldito estadounidense», me barbotó ayer. «¡Primero tu maldito gobierno trae a la OTAN para que nos haga trozos a fuerza de bombas y ahora llenas mi hotel de pájaros! ¡Malditos seáis todos!»

Es verdad que Lorraine a veces se enoja un poco cuando estalla una bomba y algunos de los pájaros del jardín vuelan hacia el grandioso lobby del hotel de dos pisos repleto de numerosas plantas y palmeras en las cuales los pájaros aterrorizados buscan la seguridad. Parece que les gusta dentro de nuestro hotel.

Respecto al jardín exterior del hotel, por algún motivo las luces están permanentemente prendidas (anoche las únicas en todo el norte de Trípoli que pude ver) y las fuentes del jardín siguen funcionando lo que, claro está, utiliza bastante valioso combustible del generador. Lorraine se queja: «Sabe señor Lamb, el personal me ha abandonado y no sé dónde está el interruptor – le agradecería si pudiera encontrarlo. Pienso que está ahí afuera en el jardín en algún sitio, y lo apagara. ¡Realmente lo haría!» Bueno, encontré el interruptor, apagué las fuentes y las luces del jardín y de repente Lorraine me aprecia de nuevo. Si uno pudiera complacer tan fácilmente a todas las mujeres.

Ayer uno de los pocos miembros del personal que quedan por aquí me ofreció el cuadro con marco del líder (¡demasiado grandes para transportarlo!) y una bandera verde que habían sacado del frente de la entrada principal del hotel. Miss Lorraine se molestó porque pensó que si me atrapaban con una bandera verde, tendría problemas. Por lo tanto, para no causarle más inquietud decliné la oferta, a sabiendas de que ya tenía varias en mi equipaje como regalos para amigos.

Las banderas verdes y el cuadro de Gadafi con su marco dorado que fueron sacados hace dos noches repentinamente volvieron de un día al otro. Había habido una acalorada discusión del personal restante del hotel -parece que son solo dos- sobre la conveniencia de removerlos. Por ahora han vuelto a estar donde estaban.

9:25 a.m. Dos bombas de la OTAN estallaron cerca. Tres «hombres de la seguridad» que descansaban sobre un sofá del lobby corrieron afuera a ver lo que había sucedido. Más pájaros entraron y volví a apartar mi mesa de la puerta del patio.

9:43 a.m. Disparos de cañones antiaéreos dieron en el lado del hotel rompiendo el borde de hormigón cerca de la entrada del jardín, por lo que me cambié a un piso más abajo, en el lobby.

10:20 a.m. Un larguísimo convoy de 237 camionetas rebeldes, algunas con cañones antiaéreos y repletas de jóvenes combatientes con RPG y AK-47 y armas más pesadas, pasan a 100 metros de distancia de mi persona y del balcón del hotel por sobre la piscina y el borde del mar – conduciendo hacia el este a orillas del mar. Pasaron frente al Marriott y al complejo hotelero Bab al Bahar («puerta del mar») de cinco grandes edificios, aparentemente sin saber que ayer, aproximadamente a la misma hora, 22 camiones llenos de tropas gubernamentales dieron vuelta a la derecha hacia ese mismo complejo y por lo menos algunos desaparecieron bajo tierra. Ayer por la noche hubo disparos desde la ubicación de tropas del gobierno pero hasta ahora las tropas del gobierno no han sido descubiertos (si no se fueron durante la noche) y no dispararon al convoy rebelde que iba pasando aunque el lento convoy de los rebeldes debe haber presentado un objetivo atractivo. De nuevo, uno se pregunta si las tropas del gobierno están preparando una trampa estudiada para sus enemigos o si decidieron evitar de intervenir en esta fase y esperar hasta saber si el régimen de Gadafi puede resistir. O incluso si existen en cantidades significativas.

Los tres «periodistas aguerridos» que acaban de llegar a este hotel discuten si el convoy rebelde iba en retirada o avanzando. Mi humilde opinión es que avanzaban hacia los barracones Bab al Azizya («puerta espléndida») de Gadafi que fueron bombardeados, según informes, 144 veces por la OTAN esta mañana. Baso mi punto de vista en las caras serias de los rebeldes, su evidente adrenalina, el hecho de que su progreso era lento y bastante ordenado, incluyendo cinco ambulancias al final y que algunos de ellos parecían ir comprobando sus armas y cartucheras como si se prepararan para un enfrentamiento. Algunos combatientes nos miran duramente, al parecer inseguros de si somos amigos o enemigos. Los saludamos y nos saludan de vuelta. Sin embargo, momentos más tarde escuchamos tiros detrás de nosotros y parece que alguien nos está disparando al pensar su apoyamos a los rebeldes. Kim y yo nos ocultamos en el foyer del hotel, pero él vuelve a salir.

10:40 a.m. Se oyen fuertes tiroteos de la dirección de los barracones de Gadafi en Bab al Azizia.

10:55 a.m. 20 minutos de fuertes disparos de armas portátiles y morteros y parecen ser disparados hacia el complejo de Gadafi. Tal vez provengan del convoy rebelde que acaba de pasar pero los tres periodistas aguerridos, incluyendo a Kim del Independent británico, con quienes estoy por el momento, discuten el tema. Disparos muy cercanos de AK-47. Volvemos al interior.

12:35 p.m. Dos «representantes de los rebeldes» llegaron a la entrada principal de nuestro hotel y causaron conmoción dentro del lobby en la recepción. Este hotel tiene seguridad cero por el momento, los últimos dos sujetos uniformados de la seguridad se fueron ayer temprano. Los dos «rebeldes» ofrecieron protección para el puñado de personas que está aquí. Hubo gritos en la recepción cuando rechazaron su oferta. Finalmente, los «rebeldes» se fueron. Los del hotel dijeron que los visitantes eran ciertamente «criminales» rebeldes locales y que habían ido a saquear el hotel y no a protegerlo. Sin embargo, hay exactamente 8 habitaciones ocupadas y uno de los periodistas afirma que le robaron ayer en la ruta de Zawiyeh, frente al hotel. Le robaron su laptop y su dinero. El personal de la recepción afirma que hoy los «rebeldes» robaron un coche, que trataron de hacer partir otros dos, y que robaron diez ordenadores de la oficina del hotel. También dicen que establecieron un puesto de control rebelde en la Puerta Dos fuera del hotel y que reemplazaron las banderas verdes por tricolores rebeldes. No quise ir a ver.

El hombre de AP, Martin, quien también llegó ayer, acaba de decirme que ahora los rebeldes controlan el área norte del puerto de Trípoli donde está situado nuestro hotel. Mis pensamientos van a los 22 camiones llenos de combatientes del gobierno a los que vi desaparecer ayer por la mañana en los hoteles a orilla del mar cerca de nuestro hotel. Mientras tanto, Kim, el hombre del Independent, informó que ya no se requieren visas para entrar a Libia desde Túnez.

12:50 p.m. un convoy más corto de 47 vehículos rebeldes pasó ante el hotel. Tal vez era parte del grupo anterior en una vuelta victoriosa o solo patrullando u ostentando su control o tal vez era otro grupo. No parecían estar ni apurados ni ansiosos. Los fotografiamos sin su objeción mientras saludaban y conducían hacia Trípoli Oeste.

1:30 p.m. Tres cohetes cayeron cerca de lo que parece ser Bab al Azizia. Numerosos disparos seguidos por dos cohetes u obuses. Martin de AP y Kim del Independent salen a mirar. Parece que dos obuses más cayeron en la dirección de Bab al Azizia. Kim informó que por algún motivo nadie para necesita ahora una visa para entrar desde Jerba, Túnez, y también piensa que el régimen de Gadafi puede haber montado una trampa y que la cerrará cuando sus fuerzas estén cerca de los rebeldes.

Un representante de los medios rebeldes, que volvió a desertar al régimen de Gadafi desde los rebeldes está siendo entrevistado por un periodista esta tarde. Nos dijo que la oficina de la OTAN está escribiendo o aprobando todas las comunicaciones del CNT y que tienen en su personal a especialistas en guerra psicológica del Ministerio de Información de la Defensa de Israel que producen «panfletos y mensajes de teléfono móvil que causan pánico» y también afirmaciones falses en momentos cruciales para tener máximo impacto en la opinión pública internacional y local.

No estoy seguro si la OTAN recuerda cómo durante la guerra de julio de 2006 en el Líbano, Hizbulá tomo la propaganda de guerra psicológica del ejército israelí y del lobby israelí en EE.UU. y la puso alrededor del cuello de Israel durante la guerra de 33 días. Sin embargo, parece desde aquí que Occidente está tragándose a los falsos «asesores mediáticos» del CNT (la OTAN) regurgitados por «expertos en Libia» entrevistas ad nausea en CNN, BBC, Fox y otros medios que pontifican sobre el sorprendente logro de los demócratas del CNT.

El entrevistado mencionado también afirma que escuchó rumores de que la OTAN ha lanzado equipos de ataque para controlar los mensajes provenientes de periodistas independientes que presentan de forma negativa las actividades rebeldes. El tiempo dirá.

4:14 p.m. Parece que el generador del hotel se rompió de modo que actualmente no hay electricidad en ninguna parte del hotel. No me complace la idea de subir 18 pisos a mi habitación sobre todo por mi pierna derecha herida.

6:15 p.m. El joven que me prestó su bicicleta se apresuró en venir al hotel Corinthia para decirnos que el complejo de Gadafi en Bab al Azizia ha sido capturado por fuerzas «rebeldes de la OTAN» después de una batalla de casi 9 horas. Un alto funcionario de Gadafi me dijo anoche que esperaba que el complejo de Gadafi fuera capturado y que no sea fácil encontrar al coronel y que siga impulsando una contrarrevolución en los próximos días. También me dijo que durante la noche del sábado 20 de agosto de 2011, Gadafi emitió órdenes para que sus tropas y partidarios no bombardearan y dispararan con tanques dentro de Trípoli por temor de que murieran civiles y se destruyeran casas civiles.

Franklin Lamb está en Libia. Para contactos escriba a: [email protected]

Fuente: http://www.counterpunch.org/2011/08/24/the-siege-of-tripoli/