El sociólogo y analista internacional Atilio Boron sostuvo que el complejo militar estadounidense no está de acuerdo con el líder republicano.
En una seguidilla de bravuconadas, el presidente Donald Trump amenazó con atacar a Venezuela por tierra, luego de meses de bombardear presuntas narco-lanchas en las costas caribeñas. “Lo de Estados Unidos es una locura absoluta”, sentenció Atilio Boron en diálogo con la 750.
Más de ochenta personas murieron por los ataques en el Caribe y el gobierno norteamericano no presentó ninguna evidencia de que hubiera narcotraficantes en las embarcaciones.
“Ahora están planteando iniciar un juicio en contra del secretario de Defensa, Pete Hegseth, porque el asesinato en altamar a náufragos está absolutamente penalizado por la legislación norteamericana y también en el manual de operaciones del Pentágono, que lo dice explícitamente», reveló Boron.
El asedio de Estados Unidos ahora se extendió a Venezuela y Colombia bajo la excusa de atacar los carteles del narcotráfico, en particular, el cartel de los Soles. Trump ya hizo un bloqueo naval y cerró el espacio aéreo de Venezuela, pese a que todavía circulan aviones.
“Es una invención más, como las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein”, comparó el sociólogo y analista internacional. “Yo estuve revisando los últimos documentos de la DEA (Drug Enforcement Administration) del 2023 y 2024 y en ningún momento aparece mencionado el cartel de los Soles. Está el de Jalisco, el de Sinaloa y el cartel del Golfo, es decir, todos menos el de los Soles”, agregó Boron.
Las voces mediáticas del complejo militar norteamericano tampoco aprueban la maniobra con la que amenaza el líder del Partido Republicano. “Dicen que sería como reeditar un nuevo desastre, por el tamaño de Venezuela, la complejidad de su geografía y porque tienen millones de personas con armas, con lo cual podrían dañar a los invasores”, agregó el sociólogo y colaborador de Página/12.
Podrían, sin embargo, copiar la estrategia de Benjamin Netanyahu, aunque de manera más atenuada: destruir edificios públicos del gobierno, eventualmente atacar cuarteles militares, o bombardear la pista del Aeropuerto Simón Bolivar en la Guayra. “Pero si el plan es apoderarse del petróleo venezolano, entrar a un territorio destruido es dispararse a los pies”, advirtió Boron en Escuchá Página|12.
En América Latina, la condena a la intromisión de Estados Unidos se escuchó de voz de algunos mandatarios, pero, a diferencia de lo que podría haber sido una respuesta 15 años atrás, con líderes regionales de la talla de Fidel Castro, Néstor Kirchner y Hugo Chávez, las manifestaciones en general no fueron contundentes. Quien alzó la voz fue la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que advirtió sobre la violación de la soberanía de las naciones a manos de potencias extranjeras, sin mencionar a Donald Trump o al gobierno norteamericano. También se manifestó el mandatario brasileño, Lula da Silva, aunque con mucha cautela. Distinto fue el caso del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien hizo un repudio más enérgico.
“Se le teme mucho porque, además, el nivel de improvisación con el el que funciona hoy el gobierno de Estados Unidos es muy grande. Llegan los secretarios de Estado y de Defensa con informes y Trump no los lee, pide que se los cuenten. No quiero decir que está como (el expresidente) Joe Biden, pero el New York Times publicó recientemente sobre la salud del presidente de los Estados Unidos y aseguran que no está tan bien como se quisiera», señaló Boron.
Es por este nivel de improvisación e imprevisibilidad que Boron dio como única salida posible la intervención de China en el conflicto. “Creo que hay una sola manera de evitarlo, que es que China haga exactamente lo mismo que hizo Estados Unidos con Taiwán: rodear la isla con una fuerza naval sin disparar un solo tiro“, planteó Boron.
“Y mandar ese mensaje a Estados Unidos, que sería lo siguiente: si ustedes entran en Venezuela, nosotros recuperamos Taiwán de un plumazo, porque no hay ninguna posibilidad de que la isla resista un ataque de China por más de 48 o 72 horas”, cerró.