Este mes se conmemora la histórica marcha de la ciudad de Selma, Alabama, a Montgomery, capital del estado de Alabama, encabezada por Martin Luther King en su lucha por el respeto al voto de los negros. Su meta y la de los cientos que lo acompañaban era celebrar una magna protesta en contra del gobierno […]
Este mes se conmemora la histórica marcha de la ciudad de Selma, Alabama, a Montgomery, capital del estado de Alabama, encabezada por Martin Luther King en su lucha por el respeto al voto de los negros. Su meta y la de los cientos que lo acompañaban era celebrar una magna protesta en contra del gobierno de ese estado por su sistemática obstrucción al sufragio de los negros.Con ese marco de fondo se estrenó recientemente la película «Selma», en la que se da cuenta de las vicisitudes de quienes participaron en la marcha, desafiando la prohibición del gobernador.
La representación de la brutal represión policiaca contra la marcha es una de las escenas mejor logradas y más impresionantes de la película. Ancianas que al caer son golpeadas salvajemente por los garrotes de los gendarmes, niños pisoteados, jóvenes perseguidos y arrastrados por la policía montada, se conjugan en escenas de terror, gritos de desesperación y lamentos.
Ava Du Vernay, directora de la película, capta esos terribles momentos que marcan una de las páginas más atroces de la historia de Estados Unidos. Pero la cinta es algo más. Muestra también el trasfondo histórico de la ley que el presidente Lyndon Johnson envió al Congreso, mediante la que se aprobó la Ley de Derechos de Votación, que suprimió todo obstáculo que impedía votar a los negros, una de las más importantes conquistas de los derechos humanos en ese país. Queda para la historia saber hasta dónde fue determinante y cierta la discusión que en la película tiene King con Johnson, conminándolo a «cumplir con su deber de proteger a los ciudadanos estadunidenses en su justo derecho a marchar en defensa del voto». La discusión marca uno de los momentos más dramáticos de la película. Llega a su clímax cuando el presidente, evidentemente alterado, le reitera a King no estar en posibilidades de acceder a su petición. Le ordena posponer la marcha y esperar unas semanas en tanto busca la forma de apoyarlo. La respuesta del dirigente negro es tajante, confirmándole su propósito de continuar con los planes para efectuar la protesta.
Cuando se advierten las violaciones de la policía en las pasadas semanas contra las garantías de negros y latinos, lo mismo en Missouri, que en Texas o Nueva York, y las taxativas que en unos estados se instrumentaron para negar el voto a las minorías, se debe dar cuenta del importante gesto de King y revisar cuánto se ha avanzado y cuánto falta en la lucha por el respeto a los derechos de grupos minoritarios.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/02/02/opinion/013o1pol