Así fue el viaje del activista desde la cárcel del Servicio de Inmigración hasta el aeropuerto de Newark y de ahí a las puertas de la Universidad de Columbia
Democracy Now! estuvo presente en el momento en que el activista palestino Mahmoud Khalil se reencontró con su familia el fin de semana pasado, luego de haber sido liberado bajo fianza por un juez federal el viernes 20 de junio, lo que puso fin a su detención de más de cien días en una cárcel del Servicio de Inmigración en Luisiana. El 8 de marzo, Khalil fue apresado por agentes federales en su casa, en Nueva York, como parte de un intento del Gobierno Trump de deportarlo a pesar de estar casado con una ciudadana estadounidense y ser poseedor de una tarjeta verde que le otorga un permiso de residencia permanente en Estados Unidos. La esposa de Khalil, Noor Abdalla, estaba embarazada de ocho meses en el momento de su detención y dio a luz a su hijo cuando Khalil estaba en la cárcel. “Solo quiero volver y continuar trabajando en defensa de los derechos del pueblo palestino, como lo venía haciendo”, dice Khalil quien, en 2024, desempeñó un papel destacado en las manifestaciones en solidaridad con Palestina de la Universidad de Columbia. El domingo 22 de junio Khalil habló frente a más de mil personas que se congregaron para expresarle su apoyo, antes de encabezar una marcha a las puertas de la universidad. Emitimos fragmentos de las palabras pronunciadas por Khalil, así como por miembros de su equipo jurídico y por la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez.
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org. Soy Amy Goodman.
Mahmoud Khalil, el líder activista palestino y estudiante egresado de la Universidad de Columbia, se ha reunido con su esposa y su hijo recién nacido luego de que, el viernes, un juez federal determinara su liberación bajo fianza tras pasar más de 100 días en una cárcel del Servicio de Inmigración (ICE). Khalil fue detenido por agentes federales el 8 de marzo. Su esposa, la Dra. Noor Abdalla, quien es ciudadana estadounidense, estaba embarazada de ocho meses en el momento de su detención. Mahmoud habló brevemente el sábado después de volar desde Luisiana al aeropuerto de Newark, donde estuvo acompañado por la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez. Democracy Now! estuvo presente en el aeropuerto de Newark.
AMY GOODMAN: Nos encontramos en el aeropuerto de Newark y estamos esperando a que Mahmoud Khalil salga. Su vuelo acaba de aterrizar. El avión fue desviado a Filadelfia y de allí reinició el trayecto. Ya se encuentra en Newark. Mahmoud está jugando con su bebé, Deen. Ha vuelto a reunirse con su familia y está a punto de caminar hacia el nutrido grupo de periodistas. También hay muchas personas aquí que han venido a saludarlo, algunas están tocando tambores y tienen flores para él. Ya está saliendo.
MAHMOUD KHALIL: Bueno en primer lugar, amigos, muchas gracias por todo. No solo por hoy, sino por todos los días. Sus solas palabras, sus palabras de apoyo, sus mensajes me han mantenido firme. Aún así, la lucha está lejos de terminar. El genocidio sigue ocurriendo en Gaza. Israel sigue librando una guerra total contra los palestinos en toda Palestina. El Gobierno de Estados Unidos está financiando este genocidio y la Universidad de Columbia está invirtiendo en este genocidio. Es por eso que participé en las protestas. Es por eso que continuaré protestando junto a cada uno de ustedes. No solo si me amenazan con detenerme, incluso si me amenazan con matarme, seguiré alzando mi voz por Palestina. De nuevo, solo quiero volver y continuar el trabajo que ya venía realizando en apoyo de los derechos del pueblo palestino, algo que en realidad debería ser celebrado en lugar de castigado, que es lo que este Gobierno quiere hacer. Ahora responderemos algunas preguntas.
PERIODISTA 1: Mahmoud, ¿qué le diría al Gobierno de Trump? Porque ellos querían mantenerlo bajo detención. ¿Cuál es su mensaje para el presidente Trump?
MAHMOUD KHALIL: El solo hecho de estar aquí es un mensaje, además del hecho de que todos estos intentos de silenciar las voces propalestinas hayan fallado. Así que este es el mensaje. Mi existencia es el mensaje. La existencia palestina es el mensaje para este Gobierno.
AMY GOODMAN: Mahmoud, ¿cómo se siente al estar en libertad?
MAHMOUD KHALIL: Para ser honesto… [Risas] Todavía estoy intentando comprender eso. Por supuesto, se siente genial. Cuando estaba adentro, era libre, solo que estaba encerrado. El hecho de que me pusieran en ese lugar no significa que no estuviera libre. Yo continué abogando por el pueblo palestino, por los migrantes que han quedado atrás en detención, esos 1.200 hombres que, todos ellos, son hombres increíbles, y a quienes el Gobierno de Trump está tratando de presentar como delincuentes o “ilegales”, como ellos los llaman. Y como dije ayer, si eres un ciudadano o un inmigrante, cualquiera, en esta tierra, no eres ilegal. Eso no te hace menos humano. Y eso es lo que el Gobierno está tratando de hacer: deshumanizarme, deshumanizar a los inmigrantes, deshumanizar a cualquiera que realmente no esté de acuerdo con lo que está haciendo el Gobierno.
ALEXANDRIA OCASIO-CORTEZ: Gracias a todos. Primero que nada, creo que hablamos en nombre de mucha gente en todo este país, en todo el estado de Nueva York, pero también en muchas comunidades en Estados Unidos, al darle la bienvenida a casa a Mahmoud, para que pueda estar en su hogar, con su esposa y su hijo recién nacido. Mahmoud Khalil estuvo encarcelado durante 104 días por este Gobierno, por el Gobierno de Trump, sin ninguna justificación y por razones políticas. Debido a que Mahmoud Khalil es un defensor de los derechos humanos del pueblo palestino, él ha sido objeto de acusaciones horribles sin fundamento, simplemente porque el Gobierno de Trump y la clase dirigente en general no están de acuerdo con su discurso político. Esta fue una forma… su detención por parte del ICE, cuando se lo llevaron de su casa al igual que a otros activistas, como a la Sra. Öztürk en Boston, Massachusetts, a quien detuvieron por la fuerza en la calle, siendo llevada… Eso está mal. Es ilegal. Es una violación de sus derechos consagrados en la Primera Enmienda. Es una afrenta a todos los estadounidenses. Y no lo permitiremos, y continuaremos resistiendo, la politización y la continua persecución política en la que el ICE está empeñado.
BAHER AZMY: Mi nombre es Baher Azmy, del Centro de Derechos Constitucionales. Soy uno de sus abogados. Esta es una victoria increíblemente significativa e importante, aunque es una que llegó demasiado tarde. Y a pesar de lo mucho que estamos celebrando, creo que no podemos dejar de lado la indignación por lo que Mahmoud tuvo que luchar durante tanto tiempo y con tanta fuerza contra esta conducta vergonzosa e inconstitucional del Gobierno, por parte de esta administración, en específico, el haberlo perseguido simplemente por su activismo a favor de Palestina y por su oposición a la política exterior de Estados Unidos. Entonces, creo que Mahmoud y los activistas propalestinos siguen siendo el blanco de los ataques autoritarios de este Gobierno. Pero, colectivamente, creo que la gente quiere mantener la resistencia y seguir luchando a favor de la justicia en Palestina.
RAMZI KASSEM: Ramzi Kassem, del proyecto CLEAR, de la Facultad de Derecho de CUNY. Somos abogados del Sr. Khalil.
AMY GOODMAN: ¿Puede primero hablar sobre la liberación de Mahmoud? Cuéntenos por qué tomó tanto tiempo. ¿Cuál fue la decisión a la que llegó el juez? ¿En qué se basó después de estos meses?
RAMZI KASSEM: El juez de distrito, de manera bastante apropiada, analizó rigurosamente todos los factores que rigen la liberación de una persona y determinó que no había ninguna base en absoluto para su detención. Su conclusión fue inequívoca: Mahmoud no representa peligro alguno. No está en riesgo de fuga de ninguna manera. Y su detención no estaba justificada en lo absoluto. El juez hizo esto meticulosa y metódicamente en una audiencia de dos horas lo suficientemente sólida para resistir cualquier tipo de intento de apelación. La realidad fundamental sigue siendo que Mahmoud Khalil fue detenido por este Gobierno en un intento de usarlo como un ejemplo, en un intento de reprimir un discurso que francamente debería ser celebrado y elogiado, un discurso en defensa de los derechos humanos de los palestinos, de su dignidad y de su derecho a la vida, un discurso en oposición a un genocidio en curso. Y para eso, el Gobierno intentó hacer de él un ejemplo y trató de establecer un modelo que luego trataría de aplicar a cualquier otro conjunto de cosas con las que no esté de acuerdo. Ese plan, como hemos visto hoy, no está teniendo éxito. Está teniendo un efecto contrario. Mahmoud está libre y, como escucharon, no han podido intimidarlo ni doblegarlo, y va a reanudar su activismo. Pero no está solo, y eso es lo más importante. Cientos de miles de personas han expresado no solo su solidaridad con él, sino su solidaridad con el pueblo palestino. Y este no es un movimiento que el Gobierno de Trump pueda deportar para acabar con él. Es, en muchos sentidos, un movimiento estadounidense.
AMY GOODMAN: ¿Se enfrenta Mahmoud a una posible deportación? Explique la diferencia entre los dos procesos judiciales.
RAMZI KASSEM: Bueno, la forma más simple de entenderlo es que el caso de inmigración es el caso del Gobierno de Trump. Es el caso que ellos quieren porque es ante un juez de inmigración, que en realidad no es para nada un juez. Un juez de inmigración es un empleado del Departamento de Justicia que ocupa su puesto a discreción del presidente y puede ser despedido por el presidente en cualquier momento. El caso en la corte federal de Nueva Jersey, por otro lado, es el caso de Mahmoud. Ese es el caso que él inició para reivindicar sus propios derechos constitucionales frente a un juez independiente que no ocupa su puesto a discreción del presidente y tiene un cargo vitalicio y que, como se demostró ayer, puede emitir resoluciones que sean críticas con el presidente. El contraste fue extremadamente claro ayer. Un juez federal estuvo de acuerdo con Mahmoud y reivindicó sus derechos constitucionales en contra de la opinión del Gobierno de Trump. Y, al mismo tiempo, hubo un juez de inmigración, que es un empleado del Gobierno de Trump, que le dio la razón al Gobierno de Trump. No podría haber nada más claro para ilustrar esa diferencia entre los procedimientos administrativos de inmigración y el caso sobre los derechos constitucionales de Mahmoud en una corte federal.
AMY GOODMAN: ¿Podría ser deportado?
RAMZI KASSEM: Está en proceso de expulsión. Continuaremos peleando ese caso, y es por eso que la lucha no termina. Pero la última ronda de esta pelea fue manejada con éxito por Mahmoud Khalil.
AMY GOODMAN: Ramzi, usted estuvo allí cuando Mahmoud fue liberado. ¿Puede describir cómo fue eso? Y también, ¿cómo fue el camino desde Jena, Luisiana, y el vuelo de Dallas a Newark?
RAMZI KASSEM: Amy, estuve allí con Mahmoud. Escuchamos juntos la audiencia del tribunal de Jena en una sala a través de un teléfono. Y cuando se dictó la sentencia…
AMY GOODMAN: ¿Desde el estrado en ese momento?
RAMZI KASSEM: Sí. Cuando se dictó la sentencia y lo escuchamos a través del teléfono, él y yo saltamos y nos abrazamos y gritamos. Y luego, comenzamos a hacer planes. Y condujimos durante la noche para tomar el primer vuelo de salida. No hemos dormido. Pero estamos felices, y no puedo imaginar su felicidad, abrazando a su esposa e hijo, y la felicidad que sienten ellos. Estoy muy emocionado de verles juntos y de que tengan este tiempo para estar juntos. Nunca debieron haber sido separados, por supuesto, pero ahora están juntos, y él está en una posición mucho mejor, no solo para luchar en estos casos legales de los que hemos hablado, sino también para reanudar su importantísimo trabajo político como un abierto defensor de los derechos humanos más básicos del pueblo palestino.
AMY GOODMAN: Nos encontramos en el aeropuerto de Newark, adonde acaba de llegar Mahmoud Khalil y se ha reunido con su esposa, la Dra. Noor Abdalla, y con su hijo de casi dos meses, Deen, en cuyo nacimiento no estuvo presente por estar encarcelado durante más de 100 días en Jena, Luisiana. Y mientras estamos aquí en el aeropuerto de Newark, en la terminal A, por donde salió, y saludó a sus partidarios y habló con la prensa, estamos frente a un mural del muralista ecuatoriano Layqa Nuna Yawar. Es un mural que homenajea a los inmigrantes en Estados Unidos. Soy Amy Goodman. Esto es Democracy Now!
AMY GOODMAN: Eso ocurrió el sábado. El domingo, Mahmoud Khalil habló ante más de mil simpatizantes y la prensa frente a la Catedral de San Juan el Divino aquí en Manhattan, a solo unas calles del campus de la Universidad de Columbia.
MAHMOUD KHALIL: Me gustaría aplaudir el coraje de todos los estudiantes de Columbia y de todo el país. De estos estudiantes que continúan protestando. Quiero honrar especialmente a mis amigos de la Universidad de Columbia, y especialmente a aquellos que actualmente están tratando de evitar ser expulsados o suspendidos por sus posiciones tomadas con base en su consciencia. Como muchos de ustedes saben, la junta administrativa de Columbia, la vergonzosa junta administrativa de Columbia, está tratando de expulsar a 15 estudiantes más y de suspender a decenas más, y básicamente les están robando su futuro, sus títulos, su trabajo, simplemente por no tener miedo. Estos estudiantes no tienen miedo de defender a Palestina. La Universidad de Columbia hará todo lo posible y cualquier cosa para garantizar que las palabras “Palestina libre” no se pronuncien en ningún lugar cerca a su campus. Pero mientras estamos aquí: ¡Palestina libre, libre!
MULTITUD: ¡Palestina libre, libre!
MAHMOUD KHALIL: ¡Palestina libre, libre!
MULTITUD: ¡Palestina libre, libre!
MAHMOUD KHALIL: ¡Viva, viva Palestina!
MULTITUD: ¡Viva, viva Palestina!
MAHMOUD KHALIL: Espero que la Universidad de Columbia escuche sus cantos. De hecho, incluso hoy, la Universidad de Columbia se negó a permitir que esta conferencia de prensa y este mitin se llevaran a cabo frente a sus puertas solo para que no podamos recordarles que financian las muertes en Gaza. Bueno, ¿quién es Mahmoud Khalil? Es por esto que el Gobierno ha hecho todo lo posible para retratarme como alguien violento: Mahmoud Khalil es un defensor de los derechos humanos. Mahmoud Khalil es un luchador por la libertad. Mahmoud Khalil es un refugiado. Mahmoud Khalil es padre y esposo. Y por encima de todo, Mahmoud Khalil es palestino. Mahmoud Khalil es un palestino que se negó a permanecer en silencio mientras observaba un genocidio en Palestina, un genocidio que, por supuesto, está cometiendo el Estado genocida de Israel, financiado por el Gobierno de Estados Unidos, y con inversiones de la Universidad de Columbia.
AMY GOODMAN: Mahmoud Khalil dirigiéndose a más de 1.000 simpatizantes y a la prensa frente a la Catedral de San Juan el Divino en Manhattan. Luego encabezó una marcha en la que los manifestantes portaban una pancarta que decía: “Bienvenido a casa, Mahmoud”. Él llevaba una bandera palestina a modo de capa, y marcharon desde la calle 110, donde está la catedral, hasta la Universidad de Columbia, en la calle 116. Mahmoud Khalil todavía se enfrenta a una posible deportación, pero ahora puede lidiar con esos procesos judiciales como un hombre libre junto a su esposa, la Dra. Noor Abdalla, y a su hijo recién nacido, Deen Khalil. Eso es todo por hoy. Un agradecimiento especial a Laura Bustillos.
Fuente: https://www.democracynow.org/es/2025/6/23/mahmoud_khalil_free