Con su música llevó la cultura y la causa saharaui por el mundo y en los últimos diez años, además, luchó contra el cáncer mientras seguía cantando a sus mártires, recordando los sacrificios y desgracias de un pueblo que fue abandonado por España e invadido por Marruecos hace ya cuarenta años. Pero Mariem Hassan lo […]
Con su música llevó la cultura y la causa saharaui por el mundo y en los últimos diez años, además, luchó contra el cáncer mientras seguía cantando a sus mártires, recordando los sacrificios y desgracias de un pueblo que fue abandonado por España e invadido por Marruecos hace ya cuarenta años. Pero Mariem Hassan lo hacía «con alegría» y así lo explicaba en el CD «Arde El Aaiún«: «Los saharauis ya tenemos bastantes penas con las que llevamos encima. Las canciones deben animarnos y animar a nuestra gente».
Mariem Hassan, La Voz del Sáhara, falleció el 22 de agosto en una jaima en el campamento de refugiados de Smara, en Tinduf (Argelia), el mismo en el que se asentó con su familia cuando salió del Sáhara Occidental con diecisiete años y al que regresó desde Sabadell el pasado 6 de agosto, cuando vio que se acercaba su fin.
Tercera de diez hermanos, Mariem nació en 1958 en las inmediaciones de la ciudad santa de Smara -de la que tomaría nombre el campamento de Tinduf- , en la cuenca de Saguia el Hamra, junto al río Tasua, done tenían rebaños de camellos y cabras. Con solo doce años dio muestras de su fuerte personalidad: sus padres la obligaron a casarse con un hombre mayor y huyó el mismo día de la boda, permaneciendo tres meses escondida hasta que la familia devolvió la dote y quedó libre del compromiso.
Tres años después volvió a escapar, pero esta vez fue de la policía española: salió por una ventana del local en el que estaba cantando en una reunión clandestina del recién creado Frente Polisario, el movimiento independentista saharaui.
Al invadir Marruecos el Sáhara Occidental a finales de 1975 la familia de Mariem, como otros miles de saharauis, huyeron durante tres meses por el desierto padeciendo los bombardeos de la aviación marroquí, hasta llegar a la dura Hamada argelina. En el campamento de Smara pasó veintisiete años y allí nacieron sus tres hijas y dos hijos. Para dar mayor proyección a su carrera artística se instaló en España, en Sabadell, donde consiguió reunir a todos sus hijos.
Mariem participó a lo largo de su vida en distintos grupos de música saharaui, antes de actuar como artista individual. El primero fue con el llamado Mártir Luali en memoria del primer secretario de Frente Polisario, grupo con el que viajó a muchos países «participando en actos culturales cargados de un alto contenido político que, en plena guerra con Marruecos, eran a menudo boicoteados por activistas y funcionarios marroquíes en el extranjero», según relata su biografía.
Consolidada como artista individual a partir de 2002, la consagración definitiva llegó con Deseos, su primer álbum en solitario, «un disco ardiente, lleno de ritmo, que aparentemente no deja traslucir las dos tragedias acaecidas durante su gestación: la leucemia y muerte de su productor (Baba Salama) y la del cáncer de mama de la propia Mariem». Ella logró sobreponerse y en cuanto su salud se lo permitió actuó en el Mercat de la Música de Vic y, al poco, en la feria del Womex (Newcastle) donde logró el reconocimiento de los participantes. Fue el punto de partida para reanudar su carrera y seguir presentando con regularidad su repertorio en Europa, América y África». El Forum de las Culturas de Barcelona, los Womad de Cáceres y Canarias, Etnosoi de Helsinki; Chartlon Park, en Inglaterra; Taormina (Sicilia), en el Teatro Greco; Womadelaide (Australia) y Womad NZ (Nueva Zelanda), fueron algunos de sus escenarios.
Shouka, un CD para contestar a Felipe González
En Shouka, CD publicado en 2010 basado en un trabajo con Lamín Allal, un poeta en hassanía (árabe que hablan los saharauis), recorre las gamas y los ritmos del haul (música del desierto) saharaui y contesta al discurso que pronunció Felipe González en los campamentos de refugiados al año de la invasión marroquí del Sáhara Occidental, en el que el entonces Secretario General del PSOE se comprometió con el pueblo saharaui «ante la Historia y hasta la victoria final».
En 2012 Mariem Hassan impuso un giro a su propuesta musical. Los acontecimientos de la «Primavera Árabe» y la incombustible lucha del pueblo saharaui por la independencia, marcaron la temática de sus nuevas canciones. Paralelamente, su música, manteniendo firmes sus bases en el haul, se acercó al blues, al jazz y a sonidos contemporáneos, como fue en
El Aaiún Egdat (Arde El Aaiún), en recuerdo del campamento de resistencia saharaui que desmantelaron el ejército y las fuerzas de seguridad marroquíes. En este CD, presentado en Madrid en Clamores Jazz, las piezas más candentes están firmadas por prestigiosos poetas del exilio saharaui, como Beibuh, Bachir Ali o Lamín Allal.
En su biografía oficial se indica que «la lacerante voz de Mariem Hassan señala la gravedad del momento con toda la emoción que su garganta y su corazón son capaces de transmitir. Otros temas nos presentan a una Mariem mucho más dulce. Nunca la habíamos oído cantar como lo hace en «Ana saharauia» (Soy saharaui), auténtica declaración de principios.