El gobierno nigeriano confirma que la excavación ilegal de minas en busca de oro ha contaminado la tierra y el agua de varios poblados del Estado de Zamfara. Desde el mes de enero han muerto 163 personas, 111 de ellas niños. Las autoridades nigerianas ya han dado los primeros pasos para tratar de frenar la […]
El gobierno nigeriano confirma que la excavación ilegal de minas en busca de oro ha contaminado la tierra y el agua de varios poblados del Estado de Zamfara. Desde el mes de enero han muerto 163 personas, 111 de ellas niños.
Las autoridades nigerianas ya han dado los primeros pasos para tratar de frenar la situación. Las excavadoras ya han entrado en el poblado de Yar’Gailma, donde más de 100 niños han muerto desde el mes de enero envenenados por las altas dosis de plomo presentes en su tierra y agua. Según Henry Akpban, responsable de epidemiología del ministerio de Sanidad, las contaminaciones han sido provocadas por la proliferación de minas ilegales de oro.
El plomo desperdigado en la extracción y tratamiento del oro habría envenenado a la población a través de partículas de polvo provenientes de la tierra y las aguas subterráneas. Decenas de familias se habían apresurado a buscar oro en la zona, conocedoras de la riqueza del lugar y de los acuerdos que su gobierno había firmado con compañías chinas para su futura extracción.
El caso se empezó a destapar cuando durante una campaña de vacunaciones en la zona, las autoridades se dieron cuenta que prácticamente no había niños en algunos pueblos. Sus habitantes pensaban que el alto índice de muertes infantiles era causado por la malaria. Más tarde, un equipo de Médicos Sin Fronteras descubrió que el plomo era el principal responsable.
Ahora se inicia una campaña a contra reloj para tratar de que el tóxico no continúe contaminando la zona, puesto que en julio las lluvias pueden propagar sus partículas contaminantes. Por el momento, el gobierno nigeriano ha acondicionado dos campamentos en el Estado de Zamfara, donde se ha producido la catástrofe, para atender a las personas que sufren los síntomas de envenenamiento. Además, los suelos de las casas de la zona serán cubiertos con cemento para que la contaminación no penetre en los hogares.