Las elecciones presidenciales de 2008 pueden llegar a tener el mayor índice de participación en toda la historia de EE.UU. Las organizaciones que promueven el registro de votantes y los comités electorales locales se han visto sobrepasados por la gran cantidad de personas ansiosas por votar. Pero no todos están contentos con este florecimiento de […]
Las elecciones presidenciales de 2008 pueden llegar a tener el mayor índice de participación en toda la historia de EE.UU. Las organizaciones que promueven el registro de votantes y los comités electorales locales se han visto sobrepasados por la gran cantidad de personas ansiosas por votar. Pero no todos están contentos con este florecimiento de la democracia.
ACORN, la Asociación de Organizaciones Comunitarias por una Reforma Inmediata, se ha convertido en el foco de atracción de los ataques de la derecha. El sitio web de ACORN comunica que «el electorado no refleja la población de Estados Unidos de América. Tiene una proporción más elevada de personas blancas, mayores, con más alto nivel de estudios y de ingresos que la ciudadanía en su conjunto» Bertha Lewis, principal responsable de organización de ACORN, me dijo: «Organizamos a personas de bajos y medianos ingresos, en general, personas que pertenecen a minorías: afroestadounidenses, latinos, asiáticos y blancos de la clase obrera. Y la mayoría de estas personas fueron sistemáticamente privadas del derecho a participar en el proceso electoral. … Inscribimos a 1,3 millones de nuevos votantes en todo el país en un período de 18 meses. Contamos con más de 13.000 personas que trabajaron dedicadamente en el proceso de inscripción de votantes. Y puede ser que hayamos tenido algunas manzanas podridas, pero no conozco ninguna organización que no las tenga.»
El propio Barack Obama fue interrogado sobre las inscripciones problemáticas de ACORN. Obama dijo: «Como persona que participó en campañas de inscripción de votantes, sé cómo surgen los problemas. Es una situación típica: ACORN probablemente pagaba a las personas encargadas de conseguir que los votantes se registren, y estas personas, que no tenían realmente intención de registrar a nadie, porque es un trabajo muy duro, acudieron a la guía telefónica o inventaron nombres y enviaron formularios de inscripción falsos para que les pagaran. Así que, posiblemente, se haya cometido fraude contra ACORN, si le pagaron a estas personas para que registraran votantes y, en realidad, estas personas no hicieron eso. Pero no estamos ante una situación en la que de verdad existan personas que van a tratar de votar, porque se trata de nombres falsos.»
ACORN descubrió algunos formularios de inscripción claramente fraudulentos, que venían con nombres como «Mickey Mouse». ACORN afirma que revisa todos los formularios de registro, sin embargo, no tiene la autoridad para actuar como árbitro final sobre qué formularios de registro son fraudulentos. De hecho, legalmente, ACORN no puede descartar ningún formulario de inscripción electoral. Marca los formularios sospechosos y los envía a la autoridad electoral estatal competente para que ésta emita su dictamen.
Los republicanos están cada vez más alarmados ante los cambios demográficos de Estados Unidos. Las minorías suelen votar a los demócratas, y Estados Unidos se está convirtiendo poco a poco en un país en el que las minorías son mayoría; para el año 2050, los blancos ya no representarán la mayoría en EE.UU. El comentarista de derecha Patrick Buchanan lamentó esto en 2004: «En 1960, cuando JFK venció a Nixon, Estados Unidos era un país de 160 millones de habitantes, con un 90 por ciento de blancos y un 10 por ciento de negros, y con unos pocos millones de hispanos y asiáticos repartidos entre nosotros. Éramos una nación, un pueblo. Adorábamos al mismo Dios, hablábamos el mismo idioma inglés.» La xenofobia de Buchanan pone de relieve una realidad política: la inmigración y la movilización de los pobres de las zonas urbanas están haciendo que el electorado tienda hacia los demócratas, especialmente en estados clave históricamente disputados como Nuevo México, Colorado, Florida y Ohio.
La ley federal Help America Vote (Ayudemos a EE.UU. a votar) fue aprobada en 2002 en respuesta a la crisis electoral de 2000. Pero obliga a los nuevos votantes a presentar una identificación en el lugar de votación, cosa que según los críticos equivale a una ley segregacionista moderna. Robert F. Kennedy Junior (hijo del candidato a la presidencia asesinado en 1968) declaró hace poco: «Yo tengo identificación y la mayoría de los estadounidenses tiene identificación. Pero uno de cada diez estadounidenses no tiene una identificación emitida por el gobierno, porque no viaja al extranjero, así que no tiene pasaporte, y no maneja automóviles, así que no tiene permiso de conducir. El número aumenta a uno de cada cinco si nos ceñimos a la comunidad afroestadounidesne.» El diario online Michigan Messenger hizo público que los republicanos planeaban usar en Michigan una lista de personas en situación de ejecución hipotecaria para eliminar a gente de los padrones electorales. Y un juez federal de Detroit acaba de ordenar que 1.500 personas vuelvan a ser incluidas en las listas de votantes de Michigan debido a que se ha usado contra ellos el procedimiento de supresión electoral conocido como «voter caging», la eliminación de una persona de la lista de votantes en base a que correspondencia que se les envió fue devuelta por no poder ser entregada al destinatario. El escándalo en torno al despido de los fiscales federales, que finalmente condujo a la renuncia del Fiscal General de EE.UU. Alberto Gonzales, fue motivado en gran medida por la negativa de los fiscales republicanos a investigar casos infundados de fraude electoral.
Grupos ciudadanos como Election Protection y Video the Vote se están organizando para documentar e informar los problemas que puedan ocurrir en los lugares de votación el 4 de noviembre. Es más probable que vean cómo se les niega el derecho al voto a personas honradas que fueron excluidas de los padrones electorales que a Mickey Mouse intentando votar a Obama.
Denis Moynihan colaboró en la investigación para esta columna.