Miles de trabajadores que lucían camisas rojas participaron este miercoles en una huelga convocada por el Congreso de los Sindicatos de Sudáfrica (Cosatu) en protesta por la corrupción y en reclamo de mejores condiciones de vida para la clase obrera. En Johannesburgo los manifestantes marcharon unos 15 kilómetros hasta las oficinas de la alcaldía, donde […]
Miles de trabajadores que lucían camisas rojas participaron este miercoles en una huelga convocada por el Congreso de los Sindicatos de Sudáfrica (Cosatu) en protesta por la corrupción y en reclamo de mejores condiciones de vida para la clase obrera. En Johannesburgo los manifestantes marcharon unos 15 kilómetros hasta las oficinas de la alcaldía, donde entregaron su lista de reclamos a un funcionario, ya que el alcalde Herman Mashaba no acudió a recibirlos.
El alcalde es criticado por los participantes en la protesta por haber sacado de sus puestos de trabajo a integrantes de la administración que lo antecedió y eliminar servicios comunitarios, entre ellos los de higiene pública.
En esa marcha participó el dirigente comunista Ben Martins, viceministro de Empresas Publicas, quien dijo que los sudafricanos deben aprovechar las ventajas de sus derechos democráticos para protestar contra la corrupción.
Bajo la democracia, expresó, el Estado y la Constitución permiten la libre expresión y una marcha de esta naturaleza pone en primer plano los asuntos con los que la sociedad y el pueblo no están conformes en Sudáfrica.
De acuerdo con los reportes de cadenas televisivas sudafricanas, en Ciudad del Cabo, capital de Cabo Occidental, los obreros hicieron una parada en la estación de trenes para denunciar el mal servicio de esa entidad, que voceros de Cosatu calificaron de ‘infierno diario’ y entregaron sus reclamos a representantes de la Agencia de Pasajeros de Ferrocarriles.
Directivos de la marcha transmitieron sus preocupaciones sobre el mal estado de los trenes metropolitanos, siempre sobrecargados, lo que ha provocado heridas y ha costado la vida de varias personas en el camino a sus respectivos trabajos.
El Sistema de trenes de Ciudad del Cabo ya se encontraba sobrecargado en 2005 y desde entonces aumentó la cantidad de obreros que necesitan trasladarse hacia las áreas industriales de la localidad y se redujo ese medio de transporte, que ahora cuenta con 66 de 88 trenes existentes hace unos años.
El administrador regional de esa empresa transportista, Richard Walker, recibió las demandas, que incluyen asimismo la solicitud de reducir a la mitad el precio del pasaje, ya que el servicio apenas funciona al 50 por ciento.
Después la manifestación se dirigió hacia la oficina de la primera ministra de la provincia con un documento en el que se denuncia que ‘Sudáfrica logró la emancipación política del apartheid, pero se mantienen su herencia económica y social, así como las prácticas racistas y de explotación.
Sudáfrica, añadieron, permanece como una de las sociedades más desiguales del mundo, con un creciente desempleo y subempleo, y Cabo Occidental como la sociedad más desigual de este país.
Denunciaron en particular a la alcaldesa Patricia de Lille y la premier Helen Zille, a quienes acusaron de beneficiar a la comunidad blanca, en particular el sector empresarial.
A la llegada de los manifestantes al parlamento, acordonado por la policía, directivos de Cosatu leyeron una serie de demandas y pasaron el documento por debajo de la puerta.
Manifestaciones similares tuvieron lugar en otras ciudades como Durban, East London y Port Elizabeth.
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