Morteros impactaron una zona residencial de Mogadiscio y dos hombres murieron baleados durante la noche en los más recientes hechos de violencia en una ciudad que el gobierno somalí está luchando por pacificar tras el derrocamiento de los islamistas de línea dura. En la vecina Kenia -adonde algunos combatientes islamistas han huido- cinco jóvenes de […]
Morteros impactaron una zona residencial de Mogadiscio y dos hombres murieron baleados durante la noche en los más recientes hechos de violencia en una ciudad que el gobierno somalí está luchando por pacificar tras el derrocamiento de los islamistas de línea dura.
En la vecina Kenia -adonde algunos combatientes islamistas han huido- cinco jóvenes de origen somalí que portaban pasaportes estadounidenses, franceses, tunecinos y sirios fueron arrestados en la frontera, dijeron periódicos locales.
En lo que parecía un asesinato selectivo en la anárquica capital somalí, un hombre fue vendado y baleado en la noche del jueves en la Plaza Tarbuunka de Mogadiscio, dijeron testigos.
«Tres hombres salieron de un vehículo sosteniendo a un hombre con los ojos vendados. Le dispararon y se alejaron,» declaró un residente que vio el asesinato. El otro hombre fue baleado en el mercado de Bakara, dijeron residentes. Los detalles de ambos incidentes eran oscuros.
Pero se sumaron a las tensiones en una ciudad azotada por una serie de ataques en los últimos días que tienen como blanco al gobierno somalí y sus aliados militares etíopes que lo ayudaron a derrocar a los islamitas en una ofensiva de dos semanas durante Navidad y Año Nuevo.
Dos bombas de mortero, disparadas por atacantes desconocidos, cayeron durante la noche sobre el barrio de Madina, en el norte.
«Uno de los morteros impactó una casa y causó la destrucción total de una habitación (…) Los miembros de la familia tuvieron suerte de sobrevivir. Un segundo mortero cayó en una carretera, lo que provocó lesión de gravedad a un peatón,» dijo un residente, que se identificó como Abdirahman.
Muchos sospechan que detrás de dichos ataques hay remanentes leales al Consejo de las Cortes Islámicas de Somalia, pero hay muchos enemigos del gobierno, entre ellos caudillos de la guerra y clanes militantes, además de criminales.
Varios residentes y analistas temen una vuelta a la anarquía que Somalia sufrió durante los últimos 16 años.
MISION AFRICANA
Para evitar eso, la Unión Africana (UA) quiere enviar cerca de 8.000 soldados de pacificación. Sus ministros de Relaciones Exteriores estaban discutiendo el tema el viernes en las oficinas centrales de la UA en Etiopía, que quiere sacar sus tropas.
«Si no hay una misión africana de reemplazo, habrá un vacío,» pronosticó el embajador somalí en Etiopía, Abdikarin Farah.
La Unión Europea se ha comprometido a proveer financiación para el despliegue, al igual que Estados Unidos.
Pero el comisario de Ayuda Humanitaria de la UE, Louis Michel, insiste en una reconciliación inclusiva y en la reinstauración del presidente del parlamento Sharif Hassan Sheikh Adan -expulsado por percibida cercanía con los islamistas- antes de desembolsar el dinero.
Eso ha enfurecido al gobierno y a sus aliados.
«El gobierno somalí debe tener la titularidad del proceso de paz,» dijo en Adís Abeba el ministro de Relaciones Exteriores etíope, Seyoum Mesfin. «Nadie tiene el derecho a traer personalidades mezquinas e intentar imponerlas en el proceso de paz,» agregó.
No obstante, el gobierno ha anticipado que considerará convocar a los ex islamistas, incluido su máximo líder, el jeque Sharif Ahmed, si renuncian a la violencia y se disculpan con los somalíes.