Mohammed VI recibe a su homólogo español en un clima de cordialidad
Hoy arranca la visita a Marruecos que durante tres días llevarán a cabo Juan Carlos de Borbón y su esposa Sofía. Días atrás el rey Mohammed VI mostró su satisfacción ante la celebración de este encuentro por cuanto podía suponer de impulso a las relaciones entre los dos países y destacó la «fructífera cooperación y activa solidaridad» registrada en todos los campos.
Las actuales relaciones entre ambos países se encuentran en un momento de armonía debido principalmente a la firma de acuerdos en materia de inmigración, pesca y lucha antiterrorista.
Desde ambos gobiernos se ha hecho especial hincapié en la importancia de la visita real como colofón a una política de acercamiento iniciada con la llegada al poder en España del Gobierno socialista. No en vano José Luis Rodríguez Zapatero realizó su primer viaje oficial al país magrebí.
Por parte española el reconocimiento a las autoridades del país vecino ha venido en forma de condecoraciones. Tres días antes de la visita real, el gobierno español ha tenido a bien conceder las más altas distinciones para miembros de la monarquía marroquí y otros dirigentes del país. Como contrapartida el monarca alauí condecoró por su parte a diversos empresarios españoles con inversiones en su país.
Esa incalificable decisión del gobierno español ha desatado la polémica ya que entre los 22 condecorados se encuentran ministros y mandos de las fuerzas de seguridad marroquíes acusados por diversas ONG’s de ser responsables de graves violaciones de derechos humanos. Incluso la Asociación Sahara Marroquí (ASM), que defiende la «marroquinidad de las provincias del Sur», acusó al Gobierno de Rodríguez Zapatero de apoyar «la represión, la tortura y el encarcelamiento de periodistas en Marruecos». En su comunicado la ASM expresa «su estupefacción» e «indignación» ante la condecoración concedida al general Hamidu Laanigri, director general de la Seguridad Nacional marroquí, y dice que el gesto «anima a hacer perenne la violación de los Derechos Humanos en Marruecos», sobre todo cuando el reconocimiento procede de «un país democrático» europeo. La asociación acusa a este general de ser responsable de raptos, torturas y violaciones de miles de detenidos entre los que «figuran inocentes». Estos hechos, señala, se produjeron en la época en que Laanigri estaba al frente de la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST) y tuvieron lugar en la sede del organismo en Tamara.
Luna de miel con el Sahara de fondo
Igualmente el gobierno de Rodríguez Zapatero ha dado carta blanca a Rabat para legitimar por la vía de los hechos la ocupación del Sahara occidental. En este sentido el gobierno español ya ha mostrado su apoyo a las tesis marroquíes. Así lo confirmó el ministro marroquí de Asuntos exteriores y de cooperación, Mohamed Benaissa, cuando ante la Cámara de Consejeros (segunda cámara del parlamento marroquí), dijo que «España adopta una política de neutralidad activa con respecto al asunto del Sahara marroquí en el marco de los esfuerzos internacionales y de las resoluciones del Consejo de seguridad de la ONU tendentes a hallar una solución política, consensuada y definitiva de esta cuestión que garantice los intereses de Marruecos».
Esta connivencia había sido denunciada por el Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohammed Abdelaziz, quien en una entrevista a un medio de comunicación argelino [1] acusó al presidente del Gobierno español de animar a Marruecos para que desoiga la petición internacional de realizar un referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental.
Según Abdelaziz España «ha sido quien ha alentado a Marruecos a adoptar esa actitud de desafío. Nosotros consideramos que el gobierno español actual es responsable de la media vuelta de Rabat. Hoy se nos dice que hay un buen entendimiento entre los gobiernos español y marroquí, en referencia a los acuerdos concluidos entre los dos países. Nosotros lo que vemos es que hay entendimiento en detrimento de la cuestión del Sáhara occidental».
Para aquellos que sean insensibles al sufrimiento del pueblo saharaui o capaces de aguantar las nauseas ante determinadas declaraciones, recomiendo la lectura de la entrevista que el diario El País publicaba hoy a Mohammed VI [2].
El embajador español en Rabat, Louis Planas, también ha aportado su granito de arena en esta posición tan ignominiosa del gobierno español. El diplomático afirmó que «el Rey Mohammed VI encarna la imagen del nuevo Marruecos, un Marruecos joven, que está cambiando y se abre hacia el mundo», y expresó que el gobierno español abandonará su tradicional posición complaciente respecto a los separatistas del «Polisario» para optar por un «compromiso positivo y activo» en la cuestión del Sahara occidental a fin de encontrar una solución política al conflicto. [3]
Agenda de Derechos Humanos para el viaje a Marruecos
Durante la visita del monarca español al país magrebí, el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) organizará un encuentro entre empresarios de ambos países que tendrá lugar el día 19 en Marrakech. Según un comunicado hecho público en Madrid este encuentro, cuya sesión plenaria estará presidida por el rey español, prevé varios talleres sectoriales. El mismo día el Parlamento marroquí celebrará una sesión extraordinaria donde igualmente estará presente Juan Carlos de Borbón. Ya se sabe que los lazos comerciales están por encima de cualquier otra consideración de justicia o dignidad.
Diferentes grupos sociales han hecho llegar al monarca español su preocupación por el clima político y social que se vive actualmente en Marruecos, con el objetivo de que utilice estas informaciones durante su visita para reiterar a las autoridades de Marruecos el deber de respetar y proteger los derechos humanos.
Varias asociaciones de amistad y solidaridad con el pueblo saharaui de España han difundido estos días una «carta abierta» dirigida al rey Juan Carlos en la que le piden que no olvide la situación del pueblo saharaui y que recuerde el viaje que él mismo hizo a El Aaiún en noviembre de 1975, cuando era príncipe heredero [4].
También Amnistía Internacional ha transmitido por carta [5] al rey español su preocupación sobre la situación de los derechos humanos en Marruecos y el Sahara Occidental. En la misiva, la organización humanitaria pasa revista a la agenda sobre la que debería ser sensible: la nueva legislación sobre seguridad, el aumento de la tortura en los últimos años, la impunidad para los responsables de «desapariciones» llevadas a cabo durante casi medio siglo, la falta de libertad de expresión y las restricciones de los derechos de la mujer.
Notas:
[1] «Combatiremos la opción autonomista» (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=9436)
[2] http://www.map.co.ma/mapesp/noti_portada/erramach.htm