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Cobertura, comunicados y fotografías desde Katamandú

Nepal: el fervor revolucionario transforma al pueblo pobre y oprimido

Fuentes:

El pasado 22 de abril, fuimos testigos en Katmandú de cómo el fervor revolucionario transforma al pueblo pobre y oprimido en una fuerza decidida a favor del cambio. Los pobres de Nepal han vivido por siglos de las migajas que les tiraban los reyes y sus cohortes. Eran tratados como esclavos y enviados como mercenarios […]

El pasado 22 de abril, fuimos testigos en Katmandú de cómo el fervor revolucionario transforma al pueblo pobre y oprimido en una fuerza decidida a favor del cambio. Los pobres de Nepal han vivido por siglos de las migajas que les tiraban los reyes y sus cohortes. Eran tratados como esclavos y enviados como mercenarios para luchar y morir por otras naciones mientras el rey se llevaba las comisiones por el suministro de mercenarios Gurkha. Ayer marcharon por las calles de Kathmandu para mostrar su repulsa a la oferta del rey.

Las fuerzas de seguridad dispararon sobre los manifestantes en cuatro lugares diferentes – Tripureshswor, Thapathali, New Baneshwor y Kalanki la Plaza de la Republic. Cerca de un cuatro de millón de personas estaban marchando hacia Ratna, en el centro de Kathmandu. En el camino hacia Ratna Park, un sector de los manifestantes fueron a la casa de G. P. Koirala, el Presidente del Congreso Nepali. Los líderes de la Alianza de Siete Partidos estaban reunidos en la casa de Koirala ultimando su respuesta a la oferta del rey. Los manifestantes demandaron que todos los líderes salieran fuera y se comprometieran a apoyar las demandas para el establecimiento de una asamblea constituyente. También advirtieron a los líderes contra cualquier tentación de llegar a un compromiso con el rey.

Las masas «ignorantes» y pobres de Nepal eran conscientes de que los embajadores de Francia, Suecia, Reino Unido, EEUU, Finlandia, Alemania y la UE habían aumentado la presión sobre los líderes de la Alianza de los Siete Partidos para aceptar la oferta del rey. Estaban haciendo sus mejores esfuerzos para reventar el Acuerdo de los 12 Puntos entre la Alianza y el Partido Comunista de los Maoístas de Nepal Maoists.

La cadena estadounidense CNN se unió a este esfuerzo de los países occidentales. Mr Satinder Bindra, el corresponsal de CNN, pintaba un cuadro sombrío. Aseguró que alrededor de 200 mil manifestantes estaban marchando contra el Palacio Real. Sugirió que los maoistas habían tomado el control de las manifestaciones y que pretendían tomar el Palacio Real. Alertaba todo el rato sobre una inminente toma del poder en Nepal por los maoistas.

Citando al embajador de los EEUU en Nepal, enfatizaba continuamente acerca de la amenaza maoista a la estabilidad de la región del sur asiático. En sus boletines iniciales, incluso negó que el ejército y la policía armada hubieran disparado contra los manifestantes. Probablemente embarazado por el evidente reportaje parcializado de Mr. Bindra, el locutor de noticias de CNN admitió que había recibido informes de Reuters acerca de los disparos del ejército sobre los manifestantes.

El rey desconectó la red de teléfonos móviles sobre las 3.00 p.m. Varios de los proveedores de TV por cable han cerrado sus servicios desde la medianoche. Están cerrando una por una todas las fuentes de comunicación y contacto. Pronto no sabremos qué tipo de brutalidades se perpetrarán contra el pueblo.

Los dictadores siempre han usado el terror como herramienta para mantenerse en el poder. La historia está llena de ejemplos de cómo el pueblo aterrorizado supiera el miedo y derroca a los tiranos con el único recurso de sus propias manos. Evidentemente el rey de Nepal y su ejército no han leído la historia. Pero y de los hombres y mujeres cultos de Occidente que diseñan las políticas de sus gobiernos. Huxley estaba en lo correcto. La lección más importante de la historia es que nunca aprendemos de la historia.

II. Los siete partidos rechazan la proclamación real y dan un ultimatum de 24 horas

Pawan Roy. Youth Action Nepal

Antecedentes y contexto

Gyanendra subió al trono en 2001 luego de la masacre de palacio en la que su hermano mayor, Birendra, fue asesinado por su propio hijo, el Príncipe heredero Dipendra. En febrero de 2005 expulsó al gobierno y asumió plenos poderes, asegurando que iba a reventar la rebelión maoísta que dura una década y que ha causado la muerte de 13,000 personas. Desde entonces, Gyanendra ha estado bajo una tremenda presión internacional para restaurar la democracia.

La Alianza de los Siete Partidos ha estado agitando el país desde el 6 de abril para forzar a Gyanendra a que restaure la democracia multipartidista. El empobrecido reino de Nepal ha estado virtualmente paralizado con el transporte de bienes y personas bloqueado por una huelga general y protestas de calle en toda la nación. En total, 12 personas han muerto y centenares han sido heridas debido a la acción de la policía en contra de las manifestaciones.

Gyanendra dijo el viernes que iba a restaurar el poder político al pueblo, y le solicitó a la alianza que lidera la campaña en defensa de la democracia que nombrar al primer ministro para formar gobierno. El rey pareció eliminar la posibilidad de cualquier cambio en la constitución para reducir sus poderes. Los partidos políticos afirmaron que un punto crítico era la convocatoria a elecciones para una asamblea constituyente, para preparar una nueva constitución.

Respuesta del pueblo y la Alianza

A pesar de la promesa del Rey Gyanendra de restaurar la democracia multipartidista, el sábado miles de activistas antimonárquicos han quemado cauchos y cantado eslogan en la capital de Nepal. Las autoridades han establecido un toque de queda de 8 horas en Kathmandu que comienza al mediodía (0615 GMT), luego de que los manifestantes demostraran que no están satisfechos con la oferta del rey de ofrecer el poder ejecutivo a la Alianza de Siete Partidos.

«La proclamación real es un engaño,» han gritado los manifestantes mientras bloqueaban carreteras con árboles y piedras.

En su primera reacción a la proclamación real, la Alianza de Siete Partidos (SPA) ha dado a Su Majestad el Rey Gyanendra un ultimátum de 24 horas para reinstaurar el parlamento disuelto en 2005. Los partidos estaban reunidos en la noche del sábado para elaborar una respuesta conjunta, pero algunos líderes ya han dicho que la respuesta del rey era insuficiente y que las protestas continuarían. Krishna Prasad Sitaula, un vocero del Congreso Nepali, un partido clave en la alianza, dijo que el rey no se había referido al «mapa de ruta del movimiento de protesta». «Nuestra campaña de protesta continuará,» afirmó.

«Una asamblea constituyente es el medio menos sangriento de escoger un gobierno del pueblo,» señaló Ghan Bahadur Acharya Chettri, un profesor en el lugar de algunas de las protestas más violentas y sangrientas de las semanas recientes, en Kalanki, suburbio occidental de Kathmandu. «Es la forma en que el pueblo puede escoger si quieren o no monarquía.»

Los rebeldes maoístas, que mantienen un acuerdo laxo con la Alianza de los Siete Partidos, han insistido en la necesidad de convocar una asamblea constituyente para preparar una nueva constitución como precondición para sellar la alianza.

La Unión Europea y las Naciones Unidas han saludado la propuesta del rey de entregar el poder. La Casa Blanca instó a los partidos políticos a actuar rápido y a formar gobierno. Otros voceros gubernamentales de Reino Unido, Canada y la India también han saludado la propuesta y han solicitado a la Alianza que acepte la proclamación real.

Desconectan red de telefonía celular

La red de telefonía celular ha sido desconectada desde el sábado por la tarde sin que se haya dado ninguna explicación. Esto coincide con la presencia de decenas de miles de personas en las calles de Kathmandu desafiando el toque de queda y denunciando la proclamación real del viernes. Ya en otras ocasiones las autoridades han desconectado la red para enfrentar marchas opositoras. Los principales operadores en el país son Nepal Telecom, propiedad del Estado, y la empresa privada Spice Cell.

Toque de queda diurno en Kathmandu (11:15 pm)

El gobierno impuso un toque de queda de 8 horas desde las 12:00 del mediodía en Kathmandu, mientras las protestas agresivas se multiplicaban en la capital en contra de las declaraciones del viernes del rey. Por medio de anuncios públicos separados, las autoridades locales de los distritos de Kathmandu y Lalitpur establecieron toques de queda con órdenes de disparar.

Los siete partidos de oposición que han estado organizando la huelga general nacional desde hace 17 días tienen reuniones separadas para ultimar su posición formal frente a la propuesta real y al movimiento en la calle. De nuevo hoy hemos sido forzados por el toque de queda a quedarnos en nuestras casas desde las 9:00 am hasta las 8:00 del domingo.

III. En solidaridad con la rebelión democrática en Nepal

La propuesta de compromiso del Rey King Gyanendra de Nepal del pasado viernes, 21 de abril, que apunta a la continuidad de la monarquía constitucional, es un último recurso para perpetuar el viejo orden. No satisface las demandas para el establecimiento de una verdadera democracia, por la que la nación se ha levantado en una protesta masiva y espontánea.

La demanda para una asamblea constituyente la realizó por primera vez a través de la Ley para el Gobierno Interino de Nepal, de 1951, proclamada por el Rey Tribhuvan en febrero de 1951. Luego de un largo periodo de luchas democráticas, en abril de 1990 los partidos políticos liderados por el Congreso Nepali formaron un gobierno de coalición, en un nuevo compromiso con palacio. Su fracaso en la convocatoria a una asamblea constituyente vició su promesa de democracia. Este incumplimiento desenvocó en la declaración de una guerra popular en febrero de 1996.

Luego de un largo periodo de violencia estatal, todas las fuerzas democráticas están de nuevo unidas en la demanda esencial de convocar a elecciones para una asamblea constituyente. La última propuesta del Rey Gyanendra de volver al viejo orden, después de toda la violencia e incertidumbre que ha atravesado en país, no tiene sentido al no tomar en cuenta la aspiración del pueblo nepalí de asumir la conducción de su propio destino. Asimismo, está vacío de todo valor pragmático.

Como demuestra la inexorable efervescencia de rebelión democrática en el país, la tiranía monárquica no cumple los requisitos mínimos para un régimen efectivo con una por lo menos una semblanza de legitimidad. No sólo el pueblo está en las calles de Nepal, incluso funcionarios de gobierno, en números crecientes, parecen haberse sumado a la rebelión democrática. También es necesario subrayar que el derecho internacional prohíba la intervención extranjera que contraría la voluntad política del pueblo soberano. Las consecuencias de cualquier ensayo de cortar el torrente de rebelión democrática con el uso de la fuerza bruta o con subterfugios políticos sólo puede traer consecuencias trágicas y políticamente volátiles.

La comunidad internacional de naciones y la sociedad civil, especialmente en el sur de Asia, tienen la obligación de intentar evitar la represión de la voluntad democrática nepalí a través de la violencia. Es su deber reconocer y apoyar la ardua y pacífica lucha del pueblo de Nepal para lograr una estructura legal que democratice todas las autoridades del Estado. Los procedimientos y políticas del proceso constitucional pueden variar, pero no pueden desarrollarse sin el respeto de la idea de la soberanía popular, la cual está fuertemente representada en la actual rebelión democrática.

La lucha del pueblo nepalí para lograr la democracia se remonta a tiempo atrás. Ha sobrevivido una miriada de traiciones y obstáculos desde noviembre de 1950, cuando la India intervino por primera vez en apoyo activo a las demandas por una constitución democrática, derechos fundamentales, elecciones libres y justas y un compromiso supervisado entre las fuerzas feudales y las fuerzas democráticas.

El Rey Gyanendra concluyó el experimento de transición democrática incompleto que su hermano había iniciado en abril de 1990, al usurpar todos los poderes ejecutivos del Estado a través de la proclamación de Estado de Emergencia el 1 de febrero de 2005. A pesar del reino de brutal represión militar que desató el Estado, el pueblo de Nepal, en áreas urbanas y más significativamente en áreas rurales, se han levantado masivamente una vez más para desafiar a la tiranía y el totalitarismo. Centenares de miles de personas están desconociendo el toque de queda, las órdenes de disparar sin preguntar, las muertes, las agresiones, las torturas y las detenciones para desafiar a la tiranía monárquica y demandando una verdadera democracia y el estado de derecho. A pesar de ello, la comunidad internacional de Estados ha hecho poco para apoyar las luchas democráticas.

Muy al contrario, han apoyado al régimen ilegal con equipamiento militar y apoyo político, que ha estado siendo utilizado para derrotar implacablemente a la insurgencia democrática. Esto debe detenerse. Nepal está en riesgo de entrar en una espiral de violencia anárquica, con consecuencias irrevocables para la estabilidad y seguridad de toda Asia del Sur, a no ser que los gobiernos y los pueblos de todos los países de la región se manifiesten en una sola voz contra la actual regresión de la tiranía monárquica a su molde medieval.

Fotos de las protestas

http://www.rajeshkc.com/phalano

Traducido para Rebelión por  Enrique González